Así llegué al marxismo-leninismo, al comunismo

Alejandro Sánchez: Buenas tardes. Tenemos la intención de hacer algunos trabajos en vista a la Segunda Conferencia Nacional del Partido. Siempre con la idea de fortalecer su papel y demostrar que es la guía fundamental de la Revolución, de este proceso que hemos llevado sobre todo de independencia que necesita este país para poder mantener la línea seguida hasta ahora.

En este sentido queremos entrevistar a personas que han dedicado toda su vida al Partido y que nos pueden decir qué ha significado para ellos y qué significaría para la Revolución cubana el Partido Comunista de Cuba. Teniendo en cuenta eso hemos invitado a una persona muy cercana a mí, profesor mío además, discúlpenme por eso; a Roberto Dávila; un hombre fundador del Partido que nació con este, incluso desde antes del 59, él mismo se los contará, y que ha dedicado toda su vida al trabajo partidista, lo conoce al dedillo y entonces entre las cosas que queremos preguntarle profe es:

¿Cómo llegó usted al marxismo-leninismo? ¿Cómo llegó usted al comunismo?

Roberto Dávila: Bueno realmente yo nunca pensé tener que hablar de ese tema pero ya que me lo preguntas pues obligatoriamente tengo que reflexionar y hacer un análisis.

Primero las cosas como yo las veo hoy se las debo a mi origen social. Soy hijo de una campesina y mi padre fue oficial del ejército de Batista, allá en el lejano Santiago de Cuba. Mi padre por razones determinadas un día nos separó y me llevó con él. Me trajo para La Habana y mi madre vino atrás a rescatarme y, efectivamente, a través de un juicio y todas esas cosas regresé con ella.

Como mi madre no tenía medios para subsistir tuvo que empezar a trabajar de criada, tanto en Santiago de Cuba como después en La Habana. Y con ese poco dinero que ganaba tuvo que pagarle a una familia para que me criara, para que me cuidaran. Esa familia por casualidad era una familia comunista, del Partido Socialista Popular, que además tenía familiares que habían participado en la Guerra Civil española y en ese medio estaba el abuelo Cuco que era el combatiente de esa contienda y a través de él comencé a conocer y a tener una idea de lo que era la antigua Unión Soviética y como estaba organizada aquella sociedad. Por lo menos a través de lo que él me contó. Pero también por el hecho de que yo me encontré en esa casa el libro “Historia del PCUS”. Nadie sabía que yo había visto el libro. Lo cogía y me escondía debajo de la cama y empezaba a leerlo. Nadie en la casa lo sabía. Ni lo ha sabido nadie, lo estoy contando aquí ahora.

AS: ¿Clandestino entre los clandestinos, profe?

RD: Sí, clandestinos. Pero por miedo a que me pudieran llamar la atención y me prohibieran tener acceso al libro. Porque además en esa casa como era una casa de comunistas y revolucionarios, la Policía siempre venía a dar golpes, a registrar, a buscar cosas y yo tenía que preservar todo eso para evitar complicaciones. Esa fue quizás la primera cuestión, mi primera visión, mi primer acceso a los ideales del marxismo.

Ya después fue distinto, al Triunfo de la Revolución, me incorporé a la tarea revolucionaria, entonces tuve una idea de qué cosa era la Revolución en la práctica. Desde la primaria, por convocatoria de la dirección de la Revolución, tuve que recoger dinero para comprar armas y aviones, y tuve que cumplir con otras tareas revolucionarias que les dieron a los niños de esa época, y después vino la alfabetización. Hubo muchas tareas prácticas que fueron contribuyendo a mi formación política ideológica, pero sobre la base de la práctica de esta revolución cubana. Ya después cuando esto pasó cuando vine de la alfabetización me bequé en un centro tecnológico militar. Ahí me tuve que hacer artillero de Katiuska, de lanzacohetes checos y por primera vez cumplí una tarea política importante: Me hicieron activista político de un grupo de artillería. De artillería de Katiuska.

Estando ya en esa función me seleccionan y paso a las Fuerzas Armadas en la primera unidad coheteril que tuvo Cuba y allí seguí como político. No había político en la unidad, y yo era el activista político de ese primer grupo, 50 seleccionados más combatientes del Ejército Rebelde.

Tuve la posibilidad de comprar libros, de irme preparando y teniendo en cuenta esa vinculación política en el año 1963, tuve la oportunidad de vincularme al sistema de escuelas del Partido creado por el Comandante en Jefe, y allí comencé a recibir preparación más sistematizada.

Fíjense que estoy hablando año 63. El sistema se creó en el año 60, personalmente por Fidel, para la formación de los cuadros de la Revolución. Después podemos profundizar, hablar algunas otras ideas sobre eso, pero ese fue uno de los primeros pasos.

En el año 1974, la dirección del Partido me seleccionó para ir a pasar estudios en el campo socialista, exactamente en Bulgaria por cuatro años y medio, a estudiar Marxismo y allí me gradué. Regresé para Cuba y fui ubicado como profesor de construcción del Partido porque me especialicé en ese tema, y empecé a dar clases. Pasé a ser jefe de cátedra posteriormente. Y después me promovieron a la Escuela Superior del partido. Empecé de profesor. Fui después segundo jefe de cátedra, después jefe de cátedra. Fui jefe por más de 20 años, y además de eso ocupé otros diversos cargos en esa escuela. Desde jefe de cuadro, jefe de investigación y posgrado, etcétera. Dediqué toda mi vida a la enseñanza del Marxismo-Leninismo.

Fuentes:

ROBERTO DÁVILA. Así llegué al marxismo-leninismo, al comunismo

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