Una pequeña historia del imperialismo estadounidense en Corea

Siempre preparada para apoyar asesinatos en masa en nuevas intervenciones imperialistas, la prensa burguesa se agita diariamente por una nueva guerra contra Corea del Norte. La manera en la que popularmente se proyecta a Corea del Norte es la de un país en el cual su gente (que deberían ser liberados por el imperialismo occidental) está esclavizada y hambrienta gracias a un impredecible y paranoico líder (al cual deberíamos eliminar) que presuntamente está preparando la primera guerra atómica mundial. Este discurso de una amenaza inminente justificaría a “nuestras tropas” para ir allí y provocar un “cambio de régimen” sin importar el número de muertes.

Después de Iraq y Afganistán, y según el estado de ánimo del momento, la próxima diana del imperialismo podría ser Siria, Irán, o Corea del Norte.

La prensa burguesa, sin embargo, tiene cuidado a la hora de evitar hablar sobre las intervenciones imperialistas previas, que son la principal razón por la cual el gobierno norcoreano es cómo es. Abajo examinaremos, mirando de forma breve la historia del imperialismo estadounidense, la naturaleza de esta amenaza.

Ocupación japonesa y resistencia (1910-1945)

Al final del siglo XIX, Corea (como otras muchas partes del mundo), era víctima del imperialismo japonés, alemán, estadounidense, francés y británico, que competían por el control del país. Japón finalmente venció, y en 1910, Corea fue anexionada por el Imperio Japonés.

Bajo esta ocupación, los campesinos fueron expropiados de forma masiva y los trabajadores sufrieron una gran explotación mientras veían sus raciones de comida siendo reducidas hasta casi la mitad. El pueblo era sometido a continuos pagos injustos y violentos por parte de los invasores japoneses, que actuaban en casi completa impunidad bajo la doctrina de derechos extraterritoriales. La situación fue a peor hasta la II Guerra Mundial, cuando millones de coreanos fueron esclavizados, muchos de ellos murieron en minas y muchas mujeres fueron recluidas en burdeles para los soldados japoneses.

Es en este contexto cuando emerge una gran movimiento de resistencia, que vería uno de sus momentos más álgidos en el movimiento del Primero de Marzo de 1919, que trajo consigo la movilización de más de dos millones de personas durante más de tres meses en unas 1.500 manifestaciones callejeras. Siete millones de manifestantes murieron a manos de la policía, muchos de ellos torturados. Cinco mil de ellos fueron puestos bajo arresto debido a la Ley de Preservación de la Paz, y cientos más escaparon de la represión aproximándose a Manchuria, que pronto después fue también ocupada por el Ejército japonés.

La desenfrenada explotación de las masas campesinas y trabajadoras llevó al movimiento nacionalista, que inicialmente estaba llevado por la antigua nobleza, a extenderse y radicalizarse, inspirado por la Revolución de Octubre y avivado por los movimientos revolucionarios que surgían en el país vecino: China.

La ocupación estadounidense en Corea del Sur • La “liberación”

En agosto de 1945 tras la rendición de Japón, los soviéticos, ante la petición de los estadounidenses, detuvieron su avance en las zonas ocupadas por Japón. El 8 de septiembre, las fuerzas estadounidenses entraron en la península de Corea e impusieron un gobierno militar al sur de la zona donde los soviéticos estaban estacionados, separando el país por el paralelo 38. Pero los estadounidenses, a pesar de haber formado parte de la guerra contra Alemania y Japón, reconocieron a los japoneses como sus aliados en Corea, puesto que su objetivo era el mismo: el de contener el avance comunista.

Así, el 9 de septiembre de 1945, John Hodge, el jefe del gobierno militar estadounidense en Corea, anunció la restauración de las anteriores autoridades coloniales. La generalizada protesta en contra de esta decisión hizo que Hodge se viera forzado a retractarse, pero él aún así nombró a consejeros japoneses en posiciones de mando. La antigua policía colonial también fue reconstruida, y una gran parte de sus nuevos empleados fueron contratados a través de la todavía activa liga de jóvenes fascistas. Finalmente, en diciembre de 1948, la Ley de Preservación de la Paz fue restablecida bajo un nuevo nombre: la Ley de Seguridad Nacional.

La llamada “Liberación” fue en realidad el principio de una nueva ocupación.

• Falsas elecciones

En noviembre de 1947, con el fin de asegurar una mínima “legitimidad democrática” para su régimen, los EEUU propusieron que la ONU supervisara las elecciones en Corea. Pero los observadores de la ONU expresaron sus preocupaciones sobre la validez del proceso. Los delegados australianos advirtieron de que las elecciones “parecían estar bajo el control de un único partido” — el entonces Partido Democrático de Corea.

A pesar de la oposición de Francia, Canadá y Australia, los Estados Unidos se las arreglaron para tener el apoyo de otros delegados. Las elecciones al final se hicieron. El gobierno militar estadounidense había, sin duda, planeado la “transición democrática” en 1945 cuando supervisaron la formación del Partido Democrático de Corea, que estaba formado por un gran número de magnates industriales y terratenientes estrechamente relacionados a los intereses japoneses. Así, EEUU estableció un gobierno interino en 1946 con el Partido Democrático de Corea a la cabeza; un año después, el mismo partido fue responsable de la supervisión de las elecciones.

La oposición al proceso electoral era global, del Norte al Sur y de la derecha a la izquierda. Los principales partidos políticos se negaron a participar, excepto el Partido Democrático de Corea y NARRKI (National Alliance for the Rapid Realization of Korean Independence), encabezado por Syngman Rhee. Para evitar que una poca participación en las elecciones afectase la legitimidad del futuro gobierno, los cupones de racionamiento que cerca de un 50% de la población necesitaba, iban a ser dados únicamente a las personas que votasen. El 10 de mayo de 1948, Syngman Rhee fue elegido Presidente de la República con un un índice de participación del 95%. Con el apoyo de los Estados Unidos, continuó con las mismas políticas, que consistían en la represión de cualquier tipo de oposición.

• Destrozando a la oposición

El 7 de septiembre de 1945, en la víspera de la invasión estadounidense en Corea, se estableció el gobierno de la República Popular Democrática de Corea y éste fue apoyado por un gran número de organizaciones que habían participado en la resistencia. Anarquistas, socialdemócratas y comunistas participaron en la formación del gobierno, estableciendo cientos de comités populares a lo largo de Corea. En fábricas, en el campo, en ciudades y pueblos, los trabajadores y campesinos estaban decidiendo colectivamente los temas relacionados con su trabajo y sus condiciones de vida.

Entre otras cosas, el gobierno anunció su voluntad de redistribuir la tierra entre campesinos pobres, nacionalizar grandes industrias, imponer un salario mínimo y la jornada de 8 horas, defender y promover la igualdad entre hombres y mujeres y asegurar libertad de prensa y expresión. Acusándoles de títeres soviéticos, los Estados Unidos declararon dicho gobierno ilegal. La RPDC continuó sus actividades de forma encubierta y reorganizó el Worker’s Party of South Korea (Namrodang) con más de 360.000 miembros. La represión, sin embargo, no cesó.

Localizada a 100 km de la costa coreana, la isla Jeju, donde vivían 250.000 personas, fue entonces un bastión del Namrodang. En abril de 1948, se produjeron grandes manifestaciones en oposición a las elecciones. Una serie de eventos, incluyendo la negación de dos regimientos a atacar a protestantes, llevaron a un conflicto armado de un año. Al final, cerca de uno de cada tres protestantes fueron considerados muertos o desaparecidos; casas y pueblos fueron destrozados. El 19 de mayo de 1949, el embajador de EEUU en Corea notificó a Washington: “Todos los rebeldes de la isla Jeju han sido o asesinados, o capturados, o convertidos.”

En 1949, el entonces presidente Syngman Rhee impuso un programa de rehabilitación política para “violadores de pensamiento”. Comunistas, socialistas y otros opuestos al régimen fueron forzados a alistarse en este programa. Llamado la “Liga Bodo”, el grupo incluyó rápidamente a 300.0000 miembros, que eran vigilados constantemente por la policía. En 1950, poco después del estallido de la Guerra de Corea, Syngman Rhee ordenó la ejecución de todos los integrantes de la Liga Bodo. El Ejército y la policía coreana ejecutaron entre 100.000 y 200.000 personas, incluyendo a niños. Los estadounidenses tuvieron el descaro de grabar las cunetas para a hacer una película de propaganda en la cual acusaban a los comunistas de esta masacre.

• La Guerra de Corea

En 1950, el líder de Corea del Norte, Kim Il Sung, decidió que había llegado la hora de reunificar Corea, apoyándose en el apoyo de las masas surcoreanas. Las tropas surcoreanas se juntarían con el Ejército Popular de Corea (Inmin Gun) tras las líneas enemigas, numerosas huelgas de apoyo paralizaron la economía surcoreana. En junio de 1950, el Inmin Gun cruzó el borde del paralelo 38; en menos de tres meses, consiguieron llevar a los ejércitos surcoreano y estadounidense hasta la costa del sur de la península.

Entonces los Estados Unidos llamaron a la ONU, que movilizaron una fuerza especial de 230.000 hombres, incluyendo 26.000 canadienses, para defender la “República de Corea.” Lo que podía haber sido visto como una guerra civil, se convirtió en una guerra de agresión, con una docena de naciones extranjeras invadiendo Corea.

En octubre de 1950, las fuerzas de la ONU tomaron Seúl y rápidamente llegaron al extremo borde norte de Corea. China entonces se metió en el conflicto, enviando a un ejército con 270.000 soldados para apoyar al Ejército Popular de Corea, y así empujaron a las tropas de la ONU hacia el sur del paralelo 38. La guerra se prolongó tres años hasta el 27 de julio de 1953, cuando se firmó un armisticio que dejaría Corea separa en dos por el paralelo inicialmente designado.

Un baño de sangre atómico en Corea por parte de EEUU fue evitado varias veces, pero la ofensiva de la ONU/EEUU era, no obstante, una carnicería: tres millones de civiles asesinados, más bombas lanzadas que las tiradas en Japón durante la II Guerra Mundial, y el uso de más napalm del que se usaría en la Guerra de Vietnam. Seiscientos mil soldados perdieron sus vidas, la mayoría chinos y coreanos. Se estima que, debido a la contaminación de la tierra por las bombas, el 75% de la antigua tierra fértil se volvió estéril.

• 40 años de regímenes militares

Desde 1948, los Estados Unidos apoyaron políticamente, económicamente y militarmente varios regímenes autoritarios que tuvieron lugar en Corea del Sur. Los estadounidenses instalaron 80 bases militares e instalaciones en Corea del Sur; mantuvieron más de 30.000 guarniciones y tuvieron el control, desde 1948, del comando militar del Ejército de Corea del Sur. La Central de Inteligencia de Corea — una verdadera policía política creada en 1961 — se encargó de la extorsión, la tortura y del asesinato de miles de oponentes políticos. Las protestas eran severamente y sistemáticamente reprimidas — cosa que todavía pasa.

En mayo de 1980, tras grandes manifestaciones y protestas en Gwanju, la administración Carter rogaron al gobierno surcoreano un control de la situación, usando la fuerza si fuese necesario; entre 1.000 y 2.000 manifestaciones se convirtieron en masacres. No fue hasta 1988 cuando el régimen experimentó una ligera democratización, aunque el National Security Act sigue en el poder. Amnistía Internacional denunció que solamente en 1998, cerca de 400 personas habían sido arrestadas por delitos de opinión, incluyendo a un estudiante que fue sentenciado ocho meses por publicar un artículo trotskista.

Más recientemente, en 2002, un hombre surcoreano fue sentenciado dos años por acusar al gobierno de EEUU por ser el principal incitador de la partición de Corea. En la porción de Corea que ocuparon, con la represión del movimiento popular y el apoyo que dieron a la mayor parte de fuerzas reaccionarias, los imperialistas yankees contribuyeron al crecimiento de las dinámicas de oposición entre el Note y el Sur. El latente estado de guerra ha servido como excusa para reprimir la lucha de las clases populares con las feroces políticas del sur. Hoy en día, los Estados Unidos de América y sus aliados son el principal obstáculo para la reunificación de Corea, que es deseada por el pueblo coreano.

Este texto es una traducción del original (en inglés): http://www.pcr-rcp.ca/en/archives/1596

Fuentes:

http://silanarodnaya.tumblr.com/post/141261862970/una-pequeña-historia-del-imperialismo

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