¿Quiso Stalin «engullirse a españa» convirtiéndola en un «satélite de la URSS»?

A. Martínez Juan para Canarias Semanal

Durante décadas, la historiografía oficial nos ha venido machacando con el mantra de que si la República hubiera vencido en la Guerra Civil española se hubiera convertido en una suerte de «satélite» de la URSS. De igual manera, al carro de la historiografía franquista se sumó también la propaganda atlantista, las variopintas corrientes ideológicas trotskistas, así como el conjunto de la socialdemocracia autóctona y europea. El conocido historiador Ángel Viñas ha dado ahora, a través de un libro suyo recientemente publicado, cumplidas respuestas a estas interesadas distorsiones históricas.

El profesor Ángel Viñas es un conocido y acreditado historiador español, autor de numerosos libros, tanto sobre la historia de la guerra civil española como sobre de la posterior dictadura del general Franco.

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Viñas comparte su actividad como investigador con las de economista, diplomático y codirector de Cátedra de Memoria histórica, Derechos Humanos y Convivencia de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Uno de los temas sobre los que Ángel Viñas se ha especializado en sus investigaciones históricas ha sido el de las relaciones sostenidas por los diferentes Gobiernos republicanos con la Unión Soviética, tanto antes como después de la Guerra civil. Recientemente, el periodista Alejandro Torrús lo entrevistó a propósito del contenido de su libro titulado «Oro, guerra, diplomacia. La República española en tiempos de Stalin»

Al ser preguntado el historiador sobre el mantra perseverantemente sostenido por la Dictadura de Franco  y por los historiadores de derechas, de que España estuvo a punto de convertirse en una suerte de «satélite» de la Unión Soviética, Viñas respondió de esta forma:


«Claro que no. En primer lugar, hubiera sido muy difícil, y, en segundo lugar, es que a Stalin no se le ocurrió. Stalin quería que la República ganase la guerra con ayuda soviética para demostrar a las democracias occidentales, Francia e Inglaterra, que se le podía hacer frente al fascismo, y que la única forma era con las armas en el campo de batalla. No obstante, la política de seguridad de Stalin no se focalizó exclusivamente sobre España. Stalin tenía otros dos frentes abiertos de manera simultánea. Por un lado, la confrontación con la Alemania nazi y, por otro lado, la confrontación con Japón, que se acercaba peligrosamente a las fronteras soviéticas en Asia oriental. Esos dos frentes eran prioritarios para Stalin por una sencilla razón: estaban más cerca de sus fronteras. Y por esta razón la ayuda de Stalin no fue inmediata ni regular».

Según el historiador, la ayuda que la Unión Soviética le prestó a España, consistió fundamentalmente en armas, asesoramiento militar y comercio

    «En mi libro le dedico el último capítulo al comercio entre la República y la URSS. Me ha costado mucho trabajo. Solo se han escrito cuatro chorradas sobre el asunto que no han tenido en cuenta las especifidades de la primera economía de dirección centralizada del mundo, como es el caso de la Unión Soviética. La Unión Soviética no fue una economía de mercado y parece evidente decirlo, pero hay que aplicarlo cuando se estudia y ver qué implicaciones tiene a la hora de comerciar con el extranjero».  

Según Viñas la ayuda soviética a la España republicana no fue en absoluto comparable con la que recibieron los golpistas del 18 de julio recibieron de la Alemania nazi y de la Italia fascista.

«Los alemanes e italianos no tenían dificultades logísticas para enviar ayuda a Franco. Los soviéticos tenían todas las dificultades. Al principio enviaban por el Mediterráneo y después, a partir del 38, por el Atlántico, pero fíjate el recorrido que tienen que hacer es largo y plagado de piratas. Solamente pudieron mandar una docena de barcos sin material pesado, salvo en una o dos ocasiones. Era totalmente insuficiente. El problema de la República es que desde noviembre del 37 a noviembre del 38, mientras alemanes e italianos seguían apoyando a Franco sin fisuras, Stalin tuvo que afrontar otras amenazas, como la de Japón en su frontera asiática…»

En cambio

«la Italia fascista ayudó a los sublevados desde antes del golpe de Estado. Se trata de un claro caso de gansterismo internacional de Mussolini. Hitler, por su parte, comenzó a ayudar a los golpistas después del 18 de julio. Su ayuda se produce desde el 25 de julio de 1936 y cada vez va a más. De hecho, correspondió a Hitler y a su régimen la única decisión realmente estratégica de toda la guerra: el envío de la Legión Cóndor. Es una idea del régimen de Hitler. Lo hace a finales de septiembre, principios de octubre. Es la gran innovación estratégica de la Guerra Civil. Hay gente que señala los tanques, pero no es cierto. Los tanques no se sabía cómo manejarlos.

Al preguntársele si no era un objetivo de Stalin fue«sovietizar a España», el profesor Viñas responde

   «No, en absoluto. Esa fue la tesis de la derecha española de antes de la guerra, en la guerra y después de la guerra. La derecha española sostenía que la católica España, por arte maléfico, había caído en las garras de Stalin. Esa afirmación o tesis no está basada en ningún papel. Solo está basada en un montón de historiografía, de diversas calidades, que se caracteriza por ser, ante todo, antisoviética y producto de la Guerra Fría«.

Respondiendo la pregunta de por qué razón la derecha política española terminó desencadenando la Guerra civil, el profesor Viñas responde:

   «Para restaurar la monarquía. Lo que pasa es que si los sublevados llegan a decir que su objetivo es restaurar la monarquía no se hubiese llevado consigo a una parte del Ejército. Muchos sectores del Ejército no eran republicanos, pero tampoco eran monárquicos. Para eso necesitaban crear un estado de opinión que justificara una intervención militar.

Y Viñas prosigue

«Los medios de comunicación de la época, el ABC, El Debate, La Nación, etc. estuvieron dale que te pego al tema de la revolución comunista etc., para crear ese estado de opinión del que hablamos. El punto de inflexión para ellos, pero no por las razones que se dicen, fueron las elecciones del Frente Popular. Fíjate. En octubre de 1935 Antonio Goicoechea, número 2 de Calvo Sotelo, va a Italia y se entrevista con Mussolini. Ahí está el informe que preparan los servicios italianos sobre lo que quiere Goicoechea y lo que le dice a Mussolini que no es otra cosa que si las izquierdas ganan las elecciones ellos se sublevan. Esto es en octubre de 1935. Unos meses después, efectivamente, las izquierdas ganan las elecciones y ellos se sublevan. ¿Cómo se sublevan? Pues para sublevarse necesitan crear la sensación de un «estado de necesidad». Y ahí aparece el papel de la Falange con sus pistoleros, provocaciones y asesinatos…»

¿En qué consistía ese «estado de necesidad» que deseaba crear la derecha en la opinión pública?

     «Pues comunismo, comunismo y más comunismo con algo de conspiración judeomasónica. Todo esto era necesario para que la derecha pudiera justificar la Guerra Civil. La derecha necesitaba crear el relato de que España estaba en un estado de necesidad y que a ellos no les quedaba más remedio que sublevarse. Utilizaron a Stalin y una amenaza soviética que no existía para justificar su golpe de Estado. Lo dijeron antes y lo mantuvieron después. Yo no puedo decir que las izquierdas estén libres de responsabilidad. Por supuesto que tuvieron alguna, pero las izquierdas no iban a la guerra».

Según el profesor Viñas algunas secuencias similares a las de aquellos días nos las está ofreciendo  hoy la política española .

«Sucede con Vox y con parte del Partido Popular con estas cosas que dicen del «gobierno socialcomunista» y tal y que ya se decían en los años 30. Ahora se dice mucho que esta estrategia de la extrema derecha española se ha copiado de Trump o de Bolsonaro, pero no es así. Evidentemente, estos han ayudado, pero  se trata de algo que está en los genes de la derecha española».

    En opinión del profesor Viñas en la genética de la derecha política española  permanece presente el no reconocimiento de la alternancia del poder.

    «Ellos creen que por derecho divino son los únicos detentatarios del poder en España. En esto, la derecha española, es diferente de otras derechas europeas. En otras democracias europeas la alternancia se considera normal. La derecha alemana no tiene mucha simpatía por los socialdemócratas alemanes, pero la alternancia en el gobierno no se plantea como una cosa de ser o no ser. Aquí, llega el PSOE al poder con Unidas Podemos y con el apoyo de independentistas catalanes y repiten una y otra vez que la «esencia de España» se va a pique. Es realmente una cosa grotesca».

Fuentes:

https://canarias-semanal.org/art/33901/quiso-stalin-engullirse-a-espana-convirtiendola-en-un-satelite-de-la-urss

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