La mujer rusa y la revolución: una aproximación a las primeras políticas soviéticas de género

Irati Zuriarrain

La mujer rusa y la revolución: una aproximación a las primeras políticas soviéticas de género

El fenómeno que se conoce como el derecho soviético se generó tras la Revolución de Octubre de 1917; con la intención de destruir todo lo que tenía relación con el antiguo régimen, los bolcheviques reconstruyeron todos los áreas del derecho. Entre estos cambios legislativos los relacionados con la familia y el género tuvieron una importancia enorme, precisamente, estos fueron los primeros en reivindicar. Así pues, el objetivo de este reportaje es hacer una aproximación a las primeras políticas soviéticas de género. Entre diferentes campos del derecho he abordado el Código Familiar de 1918, la Ley sobre el Aborto de 1920 como la protección legal de las mujeres. También los cambios que se dieron en el trabajo domestico y en la organización política de las mujeres. Además, con el objetivo de que los lectores obtengan una comprensión mayor de las políticas sobre las mujeres soviéticas, me ha parecido útil introducir la situación en la que vivían las mujeres rusas antes de la Revolución y el papel que éstas tuvieron durante la misma.

1. LAS MUJERES RUSAS ANTES DE LA REVOLUCIÓN DE 1917

La situación de las mujeres rusas antes de 1917 debe entenderse en gran parte en el contexto del atraso socioeconómico de Rusia, donde no desapareció la forma feudal de producción y la servidumbre que ésta suponía hasta 1861, ni se produjo una revolución liberal. En el trabajo asalariado rural la demanda de mano de obra de la mujer era baja, precisamente porque la de los hombres era abundante y barata. En consecuencia, la actuación de la mujer se limitaba[1] a lo que debía hacerse en el ámbito doméstico. Esta situación no cambió hasta la progresiva incorporación de las mujeres al trabajo asalariado, junto con el incipiente desarrollo capitalista e industrial de la sociedad y del Estado.

En la Rusia zarista la población se organizaba mediante un complejo sistema de estamentos, no sólo a nivel social, sino también según la ubicación del lugar de residencia (urbano o rural). Por este sistema se formaban las comunidades llamadas sosloviyas. A través de ellas se ejecutaban los pagos de impuestos y las mujeres apenas tenían participación[2]. Algunas mujeres rurales tenían casi la condición de esclavas, por ejemplo, alquilaban durante algún tiempo las llamadas batrachkas como «esposas» y las echaban[3] al quedarse embarazadas.

Desde el punto de vista legal y social, se apreciaba un paralelismo entre la familia y el Estado: hasta el hombre de menor rango de la estructura social tenía autoridad legal sobre su mujer. Así decía la ley: «La mujer debe obedecer a su marido como jefe de familia, ser amante y cortés, ser dócil y expresar toda clase de complacencia y estima hacia ella». El marido era dueño de todo lo que su mujer podía poseer o heredar, y necesitaba el permiso de éste tanto para trabajar como para tener[4] un pasaporte.

Los matrimonios, hasta que la industrialización hizo decaer los lazos familiares y comunitarios, se llevaban a cabo en función de los intereses socio-económicos de los parientes. En el Imperio ruso el derecho de familia no constituía una esfera jurídica diferenciada, y sólo la iglesia podía establecer el vínculo matrimonial. Por otro lado, las rupturas matrimoniales eran difíciles y costosas de conseguir, y tanto la iglesia como la sociedad las censuraban, sin embargo, los hombres tenían[5] derecho a no aceptar a sus mujeres.

Fuera del marco legal, sobre todo en el ámbito de la sexualidad, las mujeres sufrían un fuerte control social en cuanto a su comportamiento. De hecho, si mantenían las primeras relaciones sexuales antes del matrimonio podían ser rebajadas y apaleadas públicamente, arriesgando la futura actualidad económica. Costumbres como ésta, entre otras, están documentadas[6] en las obras etnográficas de Semiyonova Tian-Shanskaya (1863-1906).

La educación de las mujeres también es destacable, sobre todo, para entender mejor su participación en la época soviética. La creencia del siglo XIX era que el cerebro de las mujeres no era capaz de adquirir conocimiento y el objetivo de la Iglesia era limitar la educación a la enseñanza religiosa. En 1861, la abolición de la servidumbre y la educación laica introdujeron algunos cambios en la educación de las niñas de estratos superiores. Estos cambios se obtuvieron en función de las etapas educativas entre finales del siglo XIX y principios del XX: de la educación básica a la secundaria y de aquí a la superior. El objetivo de las mujeres que tenían acceso a la educación era buscar trabajo y aumentar las cotas de independencia económica, pero solían quedar clasificadas en trabajos feminizados. Las mujeres (en conjunto) no obtuvieron el derecho a estudiar en condiciones de igualdad hasta[7] después de la revolución.

La industrialización y la entrada[8] de mano de obra femenina cambiaron en gran medida el trabajo de estas. En las ciudades, la necesidad en las fábricas de las obreras era de largas jornadas de trabajo (podían llegar a 14 horas, los siete días de la semana), con una gran brecha salarial y en condiciones dramáticas. Si se quedaban embarazadas eran despedidas, por lo que la ocultaban hasta el final. Hasta 1912 no hubo ninguna ley en la industria que protegiera la maternidad. El sector que empleó a la mayoría de las mujeres procedentes del ámbito rural fuera de las fábricas era el doméstico. Las condiciones de las criadas eran también deplorables: soportaban tanto las jornadas interminables como toda clase de abusos. Muchas mujeres obreras tenían que completar sus escasas sueldos recurriendo a la prostitución, cuyos prostíbulos estaban[9] bendecidos por la Iglesia. Los bajos salarios significaban también que la mayoría de las trabajadoras carecían de dinero o tiempo suficiente para afiliarse a los sindicatos o participar en sus actividades. Por lo tanto, para las mujeres era prácticamente imposible realizar campañas colectivas para mejorar sus condiciones de empleo, y muchas veces para ello tenían[10] que estar necesitadas de compañeros varones. Así describía Kollontai (1978) la situación de las mujeres rusas:

«La mujer casada, la madre que es obrera, suda sangre para cumplir tres tareas que pesan al mismo tiempo sobre ella: disponer de las horas necesarias para el trabajo, lo mismo que hace su marido, en alguna industria o establecimiento comercial; consagrarse después, lo mejor posible, a los quehaceres domésticos, y, por último, cuidar de sus hijos. El capitalismo ha cargado sobre los hombros de la mujer trabajadora un peso que la aplasta; la ha convertido en obrera, sin aliviarla de sus cuidados de ama de casa y madre[11]».

Por consiguiente, con la abolición de la servidumbre comenzó a debilitarse la organización feudal de la sociedad. En cuanto a la producción, el crecimiento industrial (destino de la mano de obra librada en 1861) supuso un cambio demográfico con la migración necesaria del mundo rural a la ciudad y los consiguientes cambios socio-económicos; se situaba la nueva clase trabajadora en relación con la creación de núcleos urbanos. También para las mujeres, aunque las ciudades y los trabajos asalariados parecían una posibilidad de escapar de las estructuras feudales, la realidad sería otra; porque la cualidad de su situación sólo había cambiado de forma, porque habían quedado sometidas a la burguesía urbana. Ante esto, las mujeres aprovecharon las oportunidades que les ofrecía el nuevo contexto para mejorar su situación. En realidad, la ampliación de dicha educación hizo que muchas mujeres[12] participaran en los movimientos revolucionarios que florecían en Rusia y Europa a finales del siglo XIX. Además, una de las principales responsabilidades de muchos de estos emprendedores fue[13] movilizar y educar políticamente a las mujeres trabajadoras.

También para las mujeres, aunque las ciudades y los trabajos asalariados parecían una posibilidad de escapar de las estructuras feudales, la realidad sería otra; porque la cualidad de su situación sólo había cambiado de forma, porque habían quedado sometidas a la burguesía urbana

2. REVOLUCIÓN Y EL PAPEL DE LAS MUJERES / MUJERES Y REVOLUCIÓN

Como se ha dicho, la mayoría de las mujeres que comenzaron a participar en la vida política pertenecían al principio a estratos superiores. Con la industrialización y las migraciones a la ciudad, muchas mujeres trabajadoras comenzaron a relacionarse con los constructores en las fábricas; algunas participaban en escuelas nocturnas organizadas por militantes como Nadezhda Krupskaya.

Ya a finales del siglo XIX, las mujeres obreras participaron en las huelgas llevadas a cabo en varias fábricas: en Krenholm en 1872, en Lazeryev en 1874, en Petrogrado en 1878 y en los tejedores de Orekhovo-Zuyevo. En consecuencia, el gobierno del Zar tuvo que acelerar la legislación que prohibiría el trabajo nocturno para mujeres y niños, que entró el 3 de junio de 1885. Entre finales de la década de 1890 y principios del siglo XX la mayor parte de la mano de obra de los numerosos levantamientos y huelgas en las fábricas era femenina: talleres de tabaco, de hilado y tejidos, etc. En palabras de Kollontai (1919): «La clase obrera rusa gana fuerza, se organiza, toma forma. Y entre las mujeres proletarias también[14]». Sin embargo, hasta la primera revolución rusa la base fue el carácter económico del movimiento.

Para la Revolución de 1905, las mujeres trabajadoras ya habían tomado parte activa en el movimiento. La revolución forzó el blanqueo del régimen zarista y un año después proclamó por primera vez una constitución. El texto consideraba el gran poder que tenía el zar, pero en un capítulo no se distingue entre géneros, salvo al referirse a la defensa de la patria, que corresponde a todo el mundo, pero establece un servicio militar obligatorio para los hombres. A través de esta Constitución se destaca, entre otros[15], el derecho de las mujeres a administrar y poseer sus bienes. En 1906 los objetivos de las tres principales organizaciones feministas («Unión por los Derechos Iguales de la Mujer», «Partido Progresista de la Mujer» y la «Sociedad Filantrópica Mutua de la Mujer») eran conseguir las leyes de derechos de igualdad y el sufragio de las mujeres. Kollontai explica que muchas mujeres trabajadoras firmaron estas exigencias, pero en realidad no eran las necesidades urgentes de éstas, finalmente «el instinto de clase y la desconfianza en las “damas refinadas” les salvó de atraer a las trabajadoras al feminismo e impidió[16] una larga o estable alianza con los sufragistas burgueses».

Cuando el número de mujeres que trabajaban en la industria en el contexto de la Primera Guerra Mundial aumentó de profusamente, los partidos bolcheviques revolucionarios vieron un gran potencial en las mujeres trabajadoras. Sus influencias teóricas giraban, entre otros, en torno al «caso de la mujer» de August Bebel y Clara Zetkin, y para 1909 Alexandra Kollontai publicó[17] «Fundamentos Sociales de la Cuestión Femenina». Ya en 1914 intentaron guiar a las masas de mujeres trabajadoras a la acción política, y de camino a esto crearon la revista Rabotnitsa, dirigida[18] para mujeres trabajadoras, bajo la dirección de las militantes Concordia Samoilova e Inesa Armand. Sin embargo, la entrada de Rusia en la Primera Guerra Mundial truncó el auge de las huelgas del momento y obligó a los bolcheviques (que se oponían a la guerra) a pasar a la clandestinidad, por lo que se cerró la revista hasta 1917; hasta las vísperas de la Revolución de Febrero[19].

Esta guerra empeoró aún más las vidas de los obreros rusos y, en consecuencia, las oleadas de protestas se enrarecieron aún más. El papel de las trabajadoras fue importante en estos. En febrero de 1917 aproximadamente el 47 % de la clase obrera de Petrogrado estaba formada por mujeres, ya que muchos hombres estaban en el frente. Éstas eran mayoría en la industria textil, de cuero y caucho; y abundantes también en los trabajos que antes ocupaban generalmente los hombres: tranvías, imprentas o industria metálica. Iban a las fábricas, pero hacían las primeras colas inacabables para poder conseguir comida, pasando la noche allí muchas veces. El 23 de febrero (8 de marzo en nuestro calendario) varias mujeres de las empresas textiles de Vygorg decidieron iniciar[20] la huelga, reuniéndose para la mañana siguiente unas 20.000. A esta convocatoria se sumaron trabajadores de varias fábricas, llevando a cabo[21] una huelga de unas 90.000 personas. En los días siguientes aumentó el movimiento, sobre todo, cuando en el 25 se unieron los obreros de la fábrica Putilov iniciando la huelga general. Aunque Nicolás II dio la orden de acabar con los disturbios las manifestaciones no pararon, pidiendo los trabajadores a los cosacos que se unieran. Éstos se niegan al fin a movilizarse contra los obreros: primero el regimiento Pavlovsky, después Volynski, Semyonovsky, Izamaylovsky, etc[22]. El 2 de marzo, Nicolás II abdicó, estableciendo un Gobierno provisional.

En febrero de 1917 aproximadamente el 47 % de la clase obrera de Petrogrado estaba formada por mujeres, ya que muchos hombres estaban en el frente

En el próximo número de la revista Pravda alabaron la iniciativa de las mujeres en la Revolución de Febrero. Mariia y Anna Ulianov escribieron:

«El Día Internacional de las Mujeres, el 23 de febrero, fue declarada una huelga en la mayoría de las fábricas y plantas. Las mujeres estaban con un estado de ánimo muy militante -no solo las mujeres trabajadoras, sino las masas de mujeres que hacían largas filas por pan y kerosene. Organizaron actos políticos, salieron a las calles, se movilizaron hasta la Duma con la demanda de pan, pararon los tranvías. “¡Camaradas, afuera!”, gritaban con entusiasmo. Fueron a las fábricas y convocaron a los trabajadores para que se sumaran a la huelga[23]».

En torno a la oposición a la guerra también afloraron los choques entre los intereses de las mujeres burguesas y trabajadoras. Muchas organizaciones formadas por mujeres burguesas veían en la guerra una oportunidad para aumentar la participación de las mujeres en la vida pública. Estos organizaron diversas actividades políticas para que el Gobierno provisional, proclamado en marzo de 1917, aceptara sus demandas (que no incluyó la igualdad sexual en el primer programa). Finalmente, el Gobierno aceptó algunos de estos requisitos: tener[24] derecho al voto, a la abogacía, a la participación en un tribunal y a la igualdad en la administración civil. De este modo, el gobierno obtuvo el apoyo de las mujeres burguesas, incluido el de mantener a Rusia en la guerra. Sin embargo, las trabajadoras dejaron claro que no compartían la visión favorable de la guerra[25]. Sus exigencias eran muy diferentes: entre ellas jornada de 8 horas, salario mínimo y acabar con la guerra[26]. Las trabajadoras participaron en el movimiento revolucionario de febrero a octubre, al tiempo que se organizaron de forma autónoma para llevar a cabo sus propias reivindicaciones. Durante este período el número de éstos aumentó mucho tanto en el partido bolchevique como en la Guardia Roja.

Mientras tanto, el partido bolchevique iba ganando fuerza y el Gobierno provisional se debilitaba. En Petrogrado, Lenin promulgó la Tesis de abril bajo la consigna: «¡Todo el Poder para los Soviets!». Para junio dominaban los bolcheviques en el Soviet de Petrogrado. El 25 de octubre se da la toma del Palacio de Invierno con el lema «pan, paz y tierra», derribando al gobierno. La II edición del Soviet de toda Rusia. El Congreso se apresuró a ratificar la toma de poder. Una vez perdido el apoyo del Ejército y la Marina en manos de soldados y marineros organizados en soviets revolucionarios, el Gobierno de Kérenski cayó[27].

3. LEYES DE GÉNERO EN LOS PRIMEROS AÑOS DEL GOBIERNO SOVIÉTICO:

La Revolución Rusa destacó en muchos sentidos el camino para acabar con la opresión femenina y liberarse del modelo familiar hasta entonces. Los primeros meses de la Revolución de 1917 impulsaron un proceso de cambio de las relaciones familiares que se pudieron profundizar mientras se daban las condiciones efectivas para liberar a las mujeres de las tareas domésticas, empezando por la igualdad legal[28]. En diciembre el Comisionado Popular convirtió el divorcio en un derecho general[29]. La cuestión de la construcción de nuevas relaciones familiares y, con ella, la liberación de las mujeres de las tareas domésticas, estaban muy ligadas desde el punto de vista soviético. Se suponía que la emancipación de la mujer se traduciría en la incorporación al trabajo asalariado en beneficio del Estado y de toda la sociedad, así como en la pérdida de las tareas domésticas, que debían socializarse. Estas leyes de urgencia postrevolucionarias fueron ampliadas al año siguiente en el Código de Familia de 1918[30].

Los primeros meses de la Revolución de 1917 impulsaron un proceso de cambio de las relaciones familiares que se pudieron profundizar mientras se daban las condiciones efectivas para liberar a las mujeres de las tareas domésticas, empezando por la igualdad legal

3.1 Código de Familia de 1918

El primer texto legal del ESESF[31] tras la revolución fue el «Código de ley de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia sobre el Estado Civil, las relaciones domésticas, el matrimonio, la familia y la tutela». El preámbulo dice que a estas leyes se les da un carácter dialéctico y transitorio: «El poder del proletariado reconoce abiertamente que sus leyes no deberían ser eternas, que están hechas para satisfacer las necesidades de un período de transición cuya duración se desea apasionadamente cortar». Clasifican así tres clases principales de leyes para esta transición: primero, las medidas revolucionarias encaminadas a destruir el antiguo orden; segundo, los recursos temporales para hacer desaparecer las antiguas condiciones dentro del nuevo orden; tercero, los que serían formas socialistas. Al mismo tiempo, no creían que la cuestión de género se resolviera mediante cambios legales[32].

El primer epígrafe, dedicado al estado civil y las relaciones domésticas, explica las formas de completar los registros (por ejemplo, los de matrimonios y divorcios) y los sistemas de estadísticas demográficas. El título segundo pertenece a la institución del matrimonio, y en esto busca el matrimonio civil en una sola forma válida, dándole un carácter laico. Entre otras cosas, se establece que el matrimonio debe celebrarse de mutuo acuerdo (art. 70), así como que el matrimonio no representaba la suma de bienes, por lo que el marido no podría apropiarse de los bienes de la esposa (art. 105). Se declararía nulo cualquier acuerdo que perjudique los derechos de alguno de los miembros de la pareja[33] (art. 106), el divorcio podía solicitarse en cualquier momento (art. 86). Puede decirse que por estas leyes se equiparan los derechos del matrimonio, y protege a las mujeres de las antiguas costumbres, que le sometían enteramente al marido, tanto legal como económicamente.

El tercer título es el de los derechos de familia, en el que no se establece el matrimonio como base de la familia y se establecen los mismos derechos entre los padres casados y los hijos de padres solteros (art. 133). Al mismo tiempo, la madre protegía a los hijos, nacidos dentro o fuera del matrimonio. Además, establecía que ambas partes estaban obligadas a pagar las costas relativas al niño (art. 143). El último epígrafe habla de la tutela y fideicomiso de menores y «discapacitados»[34].

«Claro que las leyes no bastan, y nosotros no nos contentamos, de ninguna manera, con las realizaciones en el plano legislativo del que acabamos de hablar sino que hemos hecho todo lo necesario para dar igualdad a la mujer, y tenemos derecho a estar orgullosos. […] Para que la mujer sea completamente liberada y realmente igual al hombre, hay que hacer que los trabajos del hogar sean una cuestión pública y que la mujer participe en la producción general[35]».

3.2 Ley sobre el aborto de 1920

Mediante una ley especial de 1920 se legalizaron los abortos y se integraron en el sistema sanitario gratuito del Estado. Rusia se convirtió así en el primer país soviético en ofrecer un aborto legal y gratuito.

«I. El aborto, la interrupción del embarazo por medios artificiales, se llevará a cabo gratuitamente en los hospitales del estado, donde las mujeres gocen de la máxima seguridad en la operación[36]».

No es casualidad que la Rusia soviética fuera el primer país en legalizar la interrupción voluntaria del embarazo: Lenin y los bolcheviques defendían el derecho al aborto antes de la revolución de octubre. Al mismo tiempo, varias asociaciones médicas (como la sección rusa de la Unión Internacional de Criminólogos) también hablaron del tema. En las organizaciones feministas, sin embargo, este tema no formaba parte de su agenda política. Entre abril y julio de 1929 el Departamento de Trabajo de la Mujer del Partido Comunista organizó reuniones para debatir el tema del aborto con la Comisaría Popular de Salud Pública y representantes de la División de Protección a la Maternidad e Infancia. Participaron, entre otros, Nikolai Semashko, Vera Lebedeva, Inessa Armand, Alexandra Kollontai, Nadezhda Krupskaia, Olga Kameneva y Vera Golubeva Zhenotdel. A pesar de que para diciembre se firmó el edicto, tanto en el seno de la Comisaría como de las secciones de mujeres del partido existían opiniones contradictorias[37].

La mayoría de los participantes en las discusiones declararon que la criminalización del aborto suponía graves riesgos para la salud de la mujer, ya que se hacía en secreto. Sin embargo, no todos los miembros de la reunión estaban a favor de legalizar el aborto, argumentando que el orden soviético no debía[38] proteger nada que pudiera llevar a «la destrucción del embarazo». El decreto de legalización del aborto fue publicado el 18 de diciembre de 1920 en la revista Noticias del Comité ejecutivo general de los soviets. El decreto oficial fue firmado por la Comisaría Popular de Justicia con el fin de «proteger la salud de las mujeres». El decreto dice que el aborto es una «lacra» a la que hay que hacer frente mediante propaganda masiva contra el aborto. Por tanto, aunque el decreto se comprometió a permitir que «este tipo de operaciones se realicen de forma libre y sin ningún cargo en los hospitales soviéticos», el gobierno soviético también expresó su intención de luchar contra este fenómeno a través de la planificación del embarazo[39].

3.3 Protección legal de las mujeres trabajadoras

Junto a las citadas legislaciones cabe mencionar la protección legal de la mujer trabajadora. Por un lado, el Decreto de la jornada de ocho horas del 29 de octubre de 1917 prohibió el trabajo nocturno y las horas adicionales de las mujeres. Por otra parte, el Código de Trabajo de 1918 estableció el derecho de las trabajadoras a una licencia de maternidad de dos meses. Mientras tanto, la mujer que debía recibir el sueldo íntegro y a las lactantes se les concedió el derecho a una pausa cada tres horas.

El cambio más importante en este campo fue el programa de seguro de maternidad, diseñado e impulsado por Kollontai. Esta ley concedía una licencia de maternidad de ocho semanas totalmente retribuidas, así como los períodos de descanso para la incentivación, así como las instalaciones de las fábricas para su ejecución, los servicios médicos gratuitos y los bonos dinerarios. Este programa estaba gestionado por la Comisión de Protección a la Madre e Infancia, presidida por el médico bolchevique Vera Lebedeva. Además de las medidas legales se construyó una red formada por clínicas de maternidad, consultorios, suministros de alimentos, enfermería y residencia para madres[40].

A pesar de que el Código de Trabajo de 1918 estableció un jornal mínimo y unas restricciones en el trabajo asalariado, no se estableció una ley de igualdad salarial. En junio de 1920 se materializó la promulgación legal en un decreto sobre precios salariales[41]: «Las mujeres que trabajan en la misma cantidad y calidad que los trabajadores varones deben percibir el mismo salario que los hombres[42]».

3.4 Socialización de los trabajos domésticos:

La Revolución Rusa llevó a cabo en muchos sentidos los cambios para acabar con la opresión de las mujeres y con el modelo de familia que las situaba en ese nivel. Además de las leyes que les daban igualdad jurídica, en los primeros meses de la Revolución de 1917 ya allanaron el camino para cambiar las relaciones familiares. Hubo poca discusión sobre el trabajo doméstico asalariado, pues el fin de los bolcheviques era librar a las mujeres de estos trabajos. El acuerdo entre los revolucionarios rusos fue que la liberación de las mujeres de los trabajos domésticos era indispensable, siendo para ello inevitable la socialización de estos trabajos.

Para ello, los soviets emprendieron la política de crear una amplia red de guarderías, servicios de comedor y lavanderías colectivas, liberando progresivamente a las mujeres de las tareas domésticas y de cuidados Para poder liberar a las mujeres del trabajo doméstico privado había que organizar una red de servicios sociales asumida por la sociedad proletaria y organizada por el Estado soviético: casas para madres, cunas, guarderías, comedores, lavaderos, consultorios, hospitales, etc.[43]

El acuerdo entre los revolucionarios rusos fue que la liberación de las mujeres de los trabajos domésticos era indispensable, siendo para ello inevitable la socialización de estos trabajos

3.5 Organización y educación política de las mujeres

Aunque queda fuera del ámbito legal, no se pueden dejar de mencionar los avances en la organización y educación política de las mujeres: la creación de Zhenotdel (Departamento de Mujeres) en 1919 es un claro ejemplo. Era la primera vez que surgía una organización femenina escindida en el Partido Bolchevique, así como en su predecesor, en el Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia. La función del departamento era acercar a las mujeres al Partido y a los sindicatos, así como implicarlas directamente en el trabajo de los soviets y en la administración estatal de los trabajadores[44].

La creación de una organización de mujeres fue un tema a menudo discutido incluso antes de la Revolución. Nikolaeva y Kollontai ya fundaron en 1907 la Asociación de Ayuda Recíproca de Mujeres a pesar de la oposición del partido socialdemócrata. Tanto la creación de la revista Rabotnitsa como los actos del Día de la Mujer Trabajadora deben enmarcarse en este proceso. Vera Slutskaya hizo un nuevo intento de crear una organización de mujeres después de la Revolución de febrero, cuando propuso al Comité del Partido de Petrogrado la creación de la «Oficina de Mujeres Trabajadoras». En este caso la respuesta también fue negativa.

El 12 de diciembre de 1917 miembros de Rabotnitsa organizaron una conferencia en la que participaron 500 delegados representantes de 80.000 mujeres de los soviets locales. En dicha conferencia se rechazaron las peticiones de Kollontai de crear una organización separada de mujeres, que las mujeres bolcheviques más notables consideraban innecesaria y divisoria esta visión. Ya al año siguiente, cuando se llevó a cabo el Congreso de Mujeres Trabajadoras, Armand, Samoilova y Krupskaya aceptaron que había que dar pasos formales para crear una organización orientada a la cuestión de género[45]. En un principio, fueron los Comités de agitación y propaganda organizados en torno a los comités del partido los que realizaron este trabajo. El objetivo principal de estas comisiones era profundizar en la formación política de las mujeres, para lo que crearon asambleas de representantes que unían a las grandes masas de mujeres trabajadoras el partido. A medida que aumentaba la participación de las mujeres, surgió la necesidad de organizar el trabajo. En otoño de 1919 el partido reorganizó las asambleas obreras en Zhenotdel[46].

Entre los trabajos del departamento, además de las asambleas, fueron miembros de los Zhenotdel los que planteaban al partido y a los órganos soviéticos problemas y propuestas sobre la cuestión de género. Así, de las propuestas de estas mujeres derivaron tanto la citada ley del Aborto como las políticas de socialización del trabajo doméstico. Estas últimas, en definitiva, permitieron que las trabajadoras tuvieran condiciones reales de participación en la vida política[47]. Además, Zhenotdel tenía una revista mensual propia, Kommuniska (Mujer Comunista), que imprimía 30.000 ejemplares en 1921.

Fueron miembros de los Zhenotdel los que planteaban al partido y a los órganos soviéticos problemas y propuestas sobre la cuestión de género

Así describió Inessa Armand los logros de Zhenotdel antes de su muerte (1920):

«Podemos decir sin ninguna exageración (independientemente de los defectos y lagunas de nuestra acción) que los resultados obtenidos durante este año han sobrepasado nuestras expectativas. Hace un año no existía más que un pequeño grupo de obreras conscientes; el espíritu del resto de la masa obrera era revolucionario, pero todavía instintivo, inconsciente, desorganizado. Actualmente, hemos formado cuadros suficientemente numerosos de obreras conscientes -miembros del partido comunista– que en el curso de este año han conseguido cumplir este o aquel trabajo soviético o del partido».

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NOTAS

1. Marco Serra, 2016.

2. Para profundizar, Smith, K. A. (2010). The shifting place of women in Imperial Russia’s social order, Cahiers du monde russe, 52/2-3.

3. Spartacist 34 (noviembre de 2006).

4. Pibernat, 2017.

5. Mishina, 2017.

6. Semyonova Tian-Shanskaia, 1993.

7. Pinebart, 2017. Para profundizar: Uretra Redshaw, S. (2016). Educación e independencia de las mujeres en Rusia antes de la Revolución de 1917 (Tesis doctoral). Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, UCM.

8. La cantidad de mujeres que en 1904 trabajaban en la industria incrementó sobre todo en la Guerra Japón Rusia y en la Gran Guerra de 1914, el trabajo femenino subió del 22,7 % al 29,9 %. Para profundizar: Glickman, Russian Factory Women… p.86.

9. Pinebart, 2017; Ilic, 2018.

10. Ilic, 2018.

11. Kollontai, 1978.

12. Hablo de las mujeres en general porque antes la mayoría de los revolucionarios eran ricos que tenían la posibilidad de recibir educación.

13. En este sentido destacan: Anna Jaclard, mujer rusa que participó en la Comuna de París; Anna Kuliscioff, cofundadora del Partido Socialista Italiano; Yekaterina Dimitriyevna Kuskova, que subrayó la necesidad del marxismo; Vera Zasulich, que escribía a Marx sobre el futuro de la Comuna en el proceso de industrialización de Rusia; Nadezhda Krupskaya, del primer socio social ruso.

14. Kollontai, 1920.

15. Bengoetxea eta Cruz Santos, 2017.

16. Kollontai, 1919.

17. Pinebart, 2017.

18. Es de recordar el II Congreso de Mujeres Socialistas de 1910. Que en la Conferencia Internacional, en Copenhague, se concretó el 8 de marzo como día de la Mujer Trabajadora. En ella participó Kollontai como representante de las trabajadoras y socialistas rusas.

19. De Pablo, 2017.

20. Salas, 2017.

21. En torno al orden de estos acontecimientos hay diferentes relatos, sobre todo a raíz del discurso extendido por la historiografía liberal, que les ha privado tanto de la escasa presencia de las mujeres en la revolución de febrero como del carácter político de sus reivindicaciones. Los testimonios de la época (revistas, palabras del personal, informes policiales) indican lo contrario. En consecuencia, hoy comienzan a aflorar nuevos enfoques historiográficos en torno a la implicación de las mujeres en la Revolución de Febrero. Para profundizar en el debate: McDermid, J. y Hillyar, A. (1999). Midwives of the Revolution. Female Bolsheviks and women workers in 1917. London: UCL Press.

22. Salas, 2017.

23. L. Martínez, 2017.

24. El movimiento feminista ruso, según se explica en la revista Spartacist (2006), formaba parte de la amplia corriente democrático-burguesa: los que se oponían al zarismo y pretendían convertir a Rusia en una sociedad capitalista industrial.

25. Las mujeres socialistas fueron las primeras en participar en el III Congreso de Mujeres Socialistas. Condenando la guerra en la Conferencia Internacional, pero antes la Conferencia de Zimmerwald.

26. Pibenart, 2017.

27. Barros, 2018: Reed, J. (1974). Diez días que estremecieron al mundo, La Habana, Editorial de ciencias sociales.

28. Soria, 2017.

29. Декрет ВЦИК и СНК о расторжении брака. 16 декабря 1917 г. [Decreto del Comité Ejecutivo Central de toda Rusia y del Consejo de Comisarios del Pueblo sobre el divorcio (diciembre de 1917)].

30. Pinebart, 2017.

31. La Unión Soviética se constituyó en 1923 mediante un tratado de Estado, ratificado por el décimo Congreso Pan-Ruso de los Soviets, que proclamó el Primer Congreso de los Soviets de la Unión.

32. Pibenart, 2017.

33. Es un importante cambio, porque las familias solían establecer acuerdos económicos sobre la boda.

34. En la primera redacción de este cuerpo legal se nombraron como órganos tutelares a los dependientes de la Comisaría de Previsión Social; pero mediante Decreto de 2 de diciembre de 1920 se restablecieron los órganos: Comisariado Popular de Educación, Comisariado Popular de Salud Pública y Comisariado Popular de Asuntos Internos (Córdova del Olmo, 1930).

35. Lenin, «Las tareas del movimiento obrero femenino en la República soviética». Discurso leído en la IV. Conferencia de Mujeres Trabajadoras sin Partido de Moscú el 23 de septiembre de 1919. Publicado en Pravda el 25 de septiembre de 1919.

36. «Decreto del Comisariado Popular para la Sanidad y el Bienestar Social y el Comisariado Popular para la Justicia soviética», Die Kommunistische Fraueninternationale, 34 (primavera 1988).

37. Frencia eta Gaido, 2018.

38. Para los debates sobre el aborto: Engelstein, L. (1991). Abortion and the Civic Order: The Legal and Medical Debates. In B. Evans Clements et al. (Eds.). Russia’s Women (185-207. or.), Berkeley, CA: University of California Press.

39. La traducción castellana del decreto: Frencia, C. eta Gaido, D. (2018). Los orígenes del decreto soviético de legalización del aborto (1920). Anuario de la Escuela de Historia Virtual, 14, 26-52.

40. Spartacist 34 (noviembre de 2006).

41. Ilic, 2018.

42. Obshchee polozhenie o tarife, Sobranie uzakonenii i rasporyazhenii RSFSR, 1920, 61–2/276.

43. Soria, 2017. Ver: Itaia (diciembre 2019). Experiencia soviética de colectivización del trabajo doméstico.

44. Areal, 2020.

45. McShane, 2019.

46. Kollontai, 1921, in Frencia eta Gaido, 2018.

47.  Para profundizar en el debate sobre Zhenotdel: McShane, A. (2019). The will to liberate, Weekly.

48. Armand, 1920.

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Errusiako emakumea eta Iraultza: lehen genero-politika sobietarretara hurbilpen bat

1917ko Urriko Iraultzaren ondoren sortu zen sobietar zuzenbide gisa ezagutzen den fenomenoa; aurreko erregimenarekin zerikusia zuen guztia ezabatzeko asmoz, boltxebikeek zuzenbidearen arlo guztiak eraldatu zituzten. Lege-aldaketa horien artean familia eta generoaren ingurukoek berebiziko garrantzia izan zuten, egin-eginean ere, horiek izan ziren aldarrikatzen lehenengoetarikoak. Bada, erreportaje honen xedea aurrenengo genero-politika sobietarretara lehen hurbilketa bat egitea da. Horren baitan, 1918ko Familia Kodea, 1920ko Abortuaren Legea zein emakume langileen lege-babesa bezalako zuzenbidearen esparruak landu ditut, bai eta etxeko lanen zein emakumeen antolakuntza politikoaren eremuetan izan ziren aldaketak ere. Alabaina, irakurleek sobietar emakumeen inguruko politiken ulermen integralago bat lor dezaten, onuragarria iruditu zait Iraultzaren aurretik Errusiako emakumeek bizi zuten egoeraz eta haiek Iraultzan zehar izan zuten paperaz aritzea. Hori izango da, beraz, lan honen abiapuntua.

1. EMAKUME ERRUSIARRAK 1917KO IRAULTZA AURRETIK

Errusiako emakumeek 1917. urtearen aurretik bizi zuten egoera, hein handi batean, Errusiaren atzerapen sozioekonomikoaren testuinguruan ulertu behar da, non ez zen ekoizpen modu feudala eta horrek zekarren morrontza desagertu 1861era arte, ezta iraultza liberalik gertatu ere. Landa eremuko soldatapeko lanean emakumezkoen eskulan eskaria txikia zen, hain zuzen, gizonezkoena ugaria eta merkea zelako. Ondorioz, emakumearen jarduna etxeko eremuan egin beharreko lanetara mugatzen zen[1]. Egoera hori ez zen aldatu emakumeak arian-arian soldatapeko lanean sartu ziren arte, gizartearen eta Estatuaren garapen kapitalista eta industrial hasiberriarekin batera, hain zuzen.

Errusia tsaristan populazioa estamentu-sistema konplexu baten bidez antolatzen zen, ez soilik maila sozialean oinarrituta, baita bizilekuaren kokapenaren arabera ere (hiria edo landa). Sistema horren bidez osatzen ziren sosloviya deituriko komunitateak. Horien bidez zergen ordainketak gauzatzen ziren, eta emakumeek ez zuten ia partaidetzarik[2]. Landa eremuko zenbait emakume esklabo-baldintzetan bizi ziren ia; adibidez, batrachka deiturikoak «emazte» gisa alokatzen zituzten denboraldi baterako, eta haurdun gelditzean botatzen zituzten[3].

Ikuspuntu legal eta sozialetik, paralelismo bat atzematen zen familiaren eta Estatuaren artean: egitura sozialaren mailarik baxuenean zegoen gizonak ere autoritate legala zuen emaztearen gain. Hala zioen legeak: «emakumeak bere senarra obeditu behar du familiaburu bezala, maitalea eta adeitsua izan, otzana izan eta berekiko konplazentzia eta estimu mota guztiak adierazi». Bere emazteak eduki edo jarauntsi zezakeen denaren jabea zen senarra, eta haren baimena behar zuen lan egiteko zein pasaporte bat edukitzeko[4].

Ezkontzak ahaideen interes sozio-ekonomikoen arabera gauzatzen ziren, industrializazioak familia eta komunitate loturak gainbeheratu zituen arte. Errusiako Inperioan familia zuzenbideak ez zuen alor juridiko bereizi bat osatzen, eta soilik Elizak ezarri zezakeen ezkon-lotura. Bestetik, ezkontza-hausteak lortzeko zailak eta garestiak ziren, eta Elizak zein gizarteak gaitzetsi egiten zituzten[5], hala ere, gizonek haien emazteak ez onartzeko eskubidea zuten.

Legezko esparrutik kanpo, sexualitatearen alorrean gehienbat, emakumeek kontrol sozial handia jasaten zuten haien portaerari zegokionez. Izan ere, ezkondu aurretik sexu-harremanak baldin bazituzten, publikoki apaldu eta jipoitu zitzaketen, haien etorkizuneko egonkortasun ekonomikoa arriskuan jarriz. Horren moduko ohiturak, besteak-beste, Semiyonova Tian-Shanskaiaren (1863-1906) lan etnografikoetan daude dokumentatuta[6].

Emakumeen hezkuntza ere aipatzekoa da, batez ere, sobietar garaian edukiko duten ­parte-hartzea hobeki ulertzeko. XIX. mendeko ustea zen emakumeen garuna ez zela gai jakintza bereganatzeko, eta Elizaren helburua zen hezkuntza ­erlijio-irakaskuntzara mugatzea. 1861an morrontzaren deuseztatzeak eta hezkuntza laikoak, berriz, zenbait aldaketa sortu zituzten goi-estratuetako neskatilen hezkuntzari dagokionez. Aldaketa horiek hezkuntza-aldien arabera joan ziren lortzen XIX. mende amaiera eta XX. mende hasiera bitartean: oinarrizko hezkuntzatik bigarren mailakora, eta hortik, goi-mailakora. Hezkuntza izateko aukera zuten emakumeen helburua lana bilatzea eta independentzia ekonomikoaren kotak handitzea zen, baina lan feminizatuetan sailkatuta gelditu ohi ziren. Emakumeek (osotasunean) ez zuten berdintasun baldintzetan ikasteko eskubiderik lortu Iraultza ostera arte[7].

Industrializazioak eta emakumezkoen eskulanaren sarrerak[8] haien lana aldatu zuen hein handi batean. Hirietan, emakume langileen fabriketako beharra lanaldi luzeetakoa zen (hamalau ordura iritsi zitezkeen, asteko zazpi egunetan), ­soldata-arrakala handiarekin eta baldintza lazgarrietan egina. Haurdun geratzen baziren kaleratu egiten zituzten, eta ondorioz, amaierara arte ezkutatzen zuten haurdunaldia. 1912. urtera arte ez zen egon industrian amatasuna babesten zuen legerik. Lantegietatik kanpo, landa eremutik mugitu ziren emakume gehienak enplegatu zituen beste sektore bat izan zen etxeko lanena. Neskameen baldintzak ere deitoragarriak ziren: lanaldi amaigabeak zein abusu mota oro jasaten zituzten. Emakume langile askok beren soldata urriak prostituziora jota osatu behar izaten zituzten, prostituzio-etxeak elizak bedeinkatuta zeudelarik[9]. Soldata baxuek esan nahi zuten, halaber, emakume langile gehienek ez zutela nahikoa diru edo denborarik sindikatuetan afiliatzeko edo haien jardueretan parte hartzeko. Beraz, emakumeentzat ia ezinezkoa zen beren enplegu-baldintzak hobetzeko kanpaina kolektiboak egitea, eta, askotan, horretarako, gizonezko lankideen beharrean egon behar izaten zuten[10]. Horrela deskribatzen zuen Kollontaik (1978) Errusiako emakumeen egoera:

«Emakume ezkonduak, langilea den emakumeak, gorriak ikusten ditu bere gain erortzen diren hiru egitekoak betetzeko: lanerako ordu nahikoa eduki, bere gizonak egiten duen bera, industria edo merkataritza establezimenduren batean; ondoren, etxeko lanak ahal den hobekien gauzatu; eta azkenik, bere haurrak zaindu. Kapitalismoak emakume langilearen gain zanpatzen duen zama bat jarri du; langile bilakatu du, etxekoandre eta ama izatearen zaintzaz libratu gabe».[11]

Beraz, morrontzaren abolizioarekin gizartearen antolaketa feudala ahultzen hasi zen. Ekoizpenari dagokionez, hazkunde industrialak (1861ean libratutako eskulanaren helmuga) aldaketa demografikoa ekarri zuen, landa eremutik hirirako beharrezko migrazioarekin eta ondoriozko aldaketa sozio-ekonomikoekin; langile klase berria kokatzen zen hiriguneen sorrerarekin lotuta. Emakumeentzat ere, hiriak eta soldatapeko lanak egitura feudaletatik ihes egiteko aukera ziruditen arren, errealitatea beste bat izango zen; haien egoeraren nolakotasuna formaz soilik aldatu zelako, hiriko burgesiaren menpe gelditu zirelako. Horren aurrean, testuinguru berriak beren egoera hobetzeko eskaintzen zizkien abaguneak baliatu zituzten emakumeek. Preseski, aipaturiko hezkuntzaren zabalkuntzak emakume[12] askok XIX. mende amaieran Errusian eta Europan loratzen ari ziren mugimendu iraultzaileetan parte hartzea eragin zuen[13]. Gainera, ekintzaile horietako askoren ardura nagusietako bat emakume langileak mobilizatzea eta politikoki heztea izan zen.

Emakumeentzat ere, hiriak eta soldatapeko lanak egitura feudaletatik ihes egiteko aukera ziruditen arren, errealitatea beste bat izango zen; haien egoeraren nolakotasuna formaz soilik aldatu zelako, hiriko burgesiaren menpe gelditu zirelako

2. IRAULTZA ETA EMAKUMEEN PAPERA / EMAKUMEAK ETA IRAULTZA

Esan bezala, bizitza politikoan parte hartzen hasi ziren emakume gehienak goi-estratuetakoak izan ohi ziren hasieran. Industrializazioarekin eta hirirako migrazioekin, emakume langile asko ekintzaileekin harremanetan jartzen hasi ziren fabriketan; batzuek, Nadezhda Krupskayak bezalako militanteek antolaturiko gaueko eskoletan parte hartzen zuten.

XIX. mende amaieran emakume langileek zenbait lantegitan gauzatutako grebetan parte hartu zuten: Krenholmen 1872an, Lazeryeven 1874an, Petrogradon 1878an eta Orekhovo-Zuyevoko ehuleen greban. Ondorioz, tsarraren gobernuak emakume eta haurrentzako gaueko lana debekatuko zuen legedia azkartu behar izan zuen, 1885eko ekainaren 3an sartu zena indarrean. 1890eko hamarkadaren amaiera eta XX. mende hasiera bitartean altxamendu eta greba ugari izan iren eskulanaren gehiengoa emakumezkoena zen lantegietan: tabako lantegiak, iruteko eta ehuntzeko lantegiak, eta abar. Kollontairen (1919) hitzetan: «Errusiako langile klaseak indarra irabazten du, antolatzen da, forma hartzen du. Eta emakume proletarioen artean ere bai»[14]. Hala ere, Errusiako lehen iraultzara arte mugimenduaren izaera ekonomikoa izan zen oinarrian.

1905eko Iraultzan emakume langileek mugimenduan aktiboki hartu zuten parte. Tsarraren erregimena zuritzera behartu zuen Iraultzak, eta urtebete geroago aldarrikatu zuen konstituzio bat lehen aldiz. Tsarrak zuen botere handia kontsakratzen zuen testuak, baina, kapitulu batean ez zen generoen arteko bereizketarik egiten, aberriaren defentsari erreferentzia egitean izan ezik, pertsona guztiei baitzegokien, baina gizonentzako derrigorrezko zerbitzu militarra ezartzen baitzuen. Konstituzio horren bidez emakumeek euren ondasunak kudeatzeko eta edukitzeko eskubidea nabarmentzen zen, besteak beste[15]. 1906an hiru antolakunde feminista nagusien helburuak («Emakumeen Eskubide Berdinen aldeko Batasuna», «Emakumeen Alderdi Aurrerakoia» eta «Emakumeen Elkarrenganako Laguntza Elkartea») berdintasun eskubideen legeak eta emakumeen sufragioa lortzea ziren. Kollontaik azaltzen duenez, emakume langile askok sinatu zituzten eskakizun horiek, baina errealitatean ez ziren haien premiazko beharrak, azkenik «klase senak eta «dama finekiko» mesfidantzak langileak feminismora erakartzetik salbatu zituen, eta sufragista burgesekin aliantza luze edo egonkorrak egitea eragotzi zuen[16]».

Lehen Mundu Gerraren testuinguruan industrian lan egiten zuten emakumeen kopurua eurrez igo zenean, alderdi boltxebikeko iraultzaileek indar handia ikusi zuten emakume langileengan. Haien eragin teorikoak, besteak beste, August Bebel eta Clara Zetkinen «emakumearen auziaren» inguruko lanak ziren, gainera, 1909. urterako Kollontaik Emakumeen Auziaren Oinarri Sozialak argitaratu zuen[17]. Jada 1914an emakume langileen masak ekintza politikora bideratzen saiatu ziren, eta horretarako bidean, emakume langileei zuzendutako Rabotnitsa aldizkaria sortu zuten, Concordia Samoilova eta Inesa Armand militanteen zuzendaritzapean[18]. Alabaina, Errusia Lehen Mundu Gerran sartzeak momentuko greben gorakada eten eta klandestinitatera igarotzera behartu zituen boltxebikeak (gerraren aurka zeudenak), beraz, aldizkaria itxi zuten 1917ra arte; Otsaileko Iraultzaren bezperara arte[19].

Gerra horrek are gehiago okertu zituen Errusiako langileen bizitzak, eta ondorioz, ­protesta-boladak are gehiago harrotu. Emakume langileen eginkizuna garrantzitsua izan zen horietan. 1917ko otsailean Petrogradoko langile klasearen % 47 inguru ziren emakumeak, gizonezko asko frontean baitzeuden. Gehiengoa ziren haiek ehun, larru eta kautxu industrietan; eta ugariak aurretik orokorrean gizonek betetzen zituzten lanetan ere: tranbietan, inprimategietan edo metal industrian. Lantegietara joan aurretik ilara bukaezinak egiten zituzten janaria lortu ahal izateko, gaua bertan pasatzen askotan. Otsailaren 23an (martxoaren 8a gure egutegian) Vygorgeko ehungintza enpresetako zenbait emakumek grebari ekitea erabaki zuten, eta 20.000 langile inguru bildu ziren jada goizean. Deialdi horretara zenbait fabriketako langileak batu ziren, eta 90.000 pertsona inguruk gauzatu zuten greba[20]. Hurrengo egunetan mugimendua areagotu zen, batez ere, 25ean Putilov fabrikako langileak batu zirenean greba orokorrari hasiera emanez[21]. Nikolas II.ak istiluekin amaitzeko agindua eman zuen arren manifestaldiak ez ziren gelditu, eta kosakoei ere eskatu zieten batzeko langileek. Haiek, azkenean, uko egin zioten langileen aurka mobilizatzeari: Pavlovsky erregimentuak lehenik; Volynski, Semyonovsky eta Izamaylovskyk ondoren, eta abar[22]. Martxoaren 2an abdikatu zuen Nikolas II.ak, behin-behineko gobernu bat ezarriz.

1917ko otsailean Petrogradoko langile klasearen % 47 inguru ziren emakumeak, gizonezko asko frontean baitzeuden

Pravda aldizkariaren hurrengo alean emakumeek Otsaileko Iraultzan izan zuten iniziatiba goretsi zuten. Hala idatzi zuten Maria eta Anna Ulianovek:

«Emakumeen Nazioarteko Egunean, otsailaren 23an, greba bat aldarrikatu zen lantegi eta instalazio gehienetan. Emakumeak aldarte militante handian zeuden -ez soilik lantegietakoak, ogia eta kerosenoa lortzeko ilara handiak egiten zituztenak baizik-. Ekimen politikoak antolatu zituzten, kalera atera ziren, Dumaraino mobilizatu ziren ogiaren eskakizunarekin, tranbiak gelditu zituzten. “Kamaradak, kanpora”, egiten zuten oihu gogo handiz. Fabriketara joan ziren eta langileak deitu zituzten grebara batzeko».[23]

Gerraren aurkako oposizioaren inguruan ere azaleratu ziren emakume burges eta langileen interesen arteko talkak. Emakume burgesek osaturiko antolakunde askok aukera modura ikusten zuten gerra, hain zuzen, emakumeek bizitza publikoan zuten parte-hartzea handitzeko. Hainbat jarduera politiko antolatu zituzten behin-behineko gobernuak, 1917ko martxoan aldarrikatu zenak, haien eskaerak onartu zitzan (lehen programan ez baitzuen sexu-berdintasuna sartu). Azkenean, eskakizun horietako batzuk onartu zituen gobernuak: botoa emateko, abokatutzarako eta epaimahai batean parte hartzeko nahiz administrazio zibilean berdintasun eskubideak izatea[24]. Horrela, emakume burgesen sostengua lortu zuen gobernuak, Errusia Gerran mantentzeko babesa barne. Emakume langileek, ordea, argi utzi zuten ez zutela gerraren aldeko ikuspegia partekatzen[25]. Haien eskakizunak oso ezberdinak ziren: zortzi orduko lanaldia, gutxieneko soldata zein gerrarekin amaitzea, adibidez[26]. Otsailetik urrira mugimendu iraultzailean hartu zuten parte emakume langileek, eta aldi berean, modu autonomoan antolatu ziren haien aldarrikapen propioak gauzatzeko. Aldi horretan haien kopurua asko handitu zen alderdi boltxebikean zein Guardia Gorrian.

Emakume burgesen sostengua lortu zuen gobernuak, Errusia Gerran mantentzeko babesa barne. Emakume langileek, ordea, argi utzi zuten ez zutela gerraren aldeko ikuspegia partekatzen

Bitartean, alderdi boltxebikea indar handia lortzen ari zen eta behin-behineko gobernua, berriz, ahultzen. Petrogradon, Leninek Apirileko Tesiak aldarrikatu zituen, «Botere guztia sobietentzat!» lemapean. Ekainerako boltxebikeak nagusi ziren Petrogradoko Sobietean. Urriaren 25an hartu zuten Neguko Jauregia «Ogia, bakea eta lurra» goiburuarekin, eta gobernua eraitsi zuten. Errusia guztiko Sobieten II. Kongresuak berehala berretsi zuen botere-hartzea. Behin Armadaren eta Marinaren babesa sobiet iraultzaileetan antolatuta zeuden soldaduen eta marinelen eskuetan galduta, Kérenskiren gobernua erori egin zen[27].

3. GENERO LEGEAK SOBIETAR GOBERNUAREN LEHEN URTEETAN:

Errusiako Iraultzak, zentzu askotan, emakumeen zapalkuntzarekin amaitzeko eta ordura arteko familia eredutik askatzeko bidea nabarmendu zuen. 1917ko Iraultzaren lehen hilabeteek familia-harremanak aldatzeko prozesua bultzatu zuten, emakumeak etxeko lanetatik askatzeko baldintza eraginkorrak ematen ziren bitartean sakondu ahal izan zirenak, lege-berdintasunetik hasita[28]. Abenduan Herri Komisariotzak pertsona ororen eskubide bilakatu zuen dibortzioa, esaterako[29]. ­Familia-harreman berriak eraikitzearen auzia eta, horrekin batera, emakumeak etxeko lanetatik askatzearena oso lotuta zeuden sobietarren ikuspegitik. Uste zen Estatuaren eta gizarte osoaren onurarako soldatapeko lanean hasteak ekarriko zuela emakumeen emantzipazioa, bai eta etxeko lanak galtzeak ere, sozializatu egin behar baitziren horiek. Iraultzaren ostean ezarritako urgentziazko lege horiek zabaldu egin zituzten hurrengo urtean, 1918ko Familia Kodean[30].

1917ko Iraultzaren lehen hilabeteek familia-harremanak aldatzeko prozesua bultzatu zuten, emakumeak etxeko lanetatik askatzeko baldintza eraginkorrak ematen ziren bitartean sakondu ahal izan zirenak, lege-berdintasunetik hasita

3.1 1918ko Familia Kodea

Iraultzaren osteko ESESFeko[31] lehen lege-testua izan zen Errusiako Sobietar Errepublika Sozialista Federatiboaren lege-kodea Estatu Zibilari, etxeko harremanei, ezkontzari, familiari eta tutoretzari buruz. Hitzaurreak dionez, lege horiei izaera dialektiko eta iragankorra ematen zaie: «Proletalgoaren botereak garbi onartzen du bere legeak ez liratekeela betierekoak izan behar, trantsizio aldi bateko beharrak asetzeko eginak daudela, zeinaren iraupena moztea kartsuki desiratzen den». Horrela, hiru lege mota nagusi sailkatzen dituzte trantsizio horretarako: lehenik, ordena zaharra suntsitzeko bideratutako neurri iraultzaileak; bigarrenik, ordena berriaren barruko baldintza zaharrak desagerrarazteko aldi baterako baliabideak; hirugarrenik, forma sozialistak liratekeenak. Aldi berean, ez zuten uste genero auzia lege aldaketen bidez konponduko litzatekeenik[32].

Lehen idazpurua egoera zibilaren eta etxeko harremanen ingurukoa da, eta erregistroak (ezkontza eta dibortzioenak, adibidez) gauzatzeko moduak zein estatistika demografikoen sistemak azaltzen ditu. Bigarren idazpurua ezkontzaren instituzioarena da, eta horretan ezkontza zibila bilakatzen da forma baliagarri bakar, izaera laiko bat emanez. Besteak beste, ezkontza bi aldeen adostasunarekin gauzatu behar dela zehazten da (70. art.); baita ezkontzak ez duela ondasunen batura ordezkatzen eta, beraz, senarrak ezingo duela emaztearen ondasunen jabe egin ere (105. art.). Baliogabetzat jotzen dira bikoteko kideren baten eskubideak kaltetuko lituzkeen akordio oro[33] (106. art.), eta dibortzioa edozein unetan eska daitekeela zehazten du (86. art.). Esan daiteke lege horien bidez senar-emazteen eskubideak parekatzen direla, eta hala, emakumeak antzinako ohituretatik babesten ditu, senarraren mende jartzen baitzuten erabat, bai legalki, bai ekonomikoki.

Hirugarren idazpurua familia-eskubideena da, eta han ez da ezkontza ezartzen familiaren oinarri gisa, eta guraso ezkonduen eta guraso ezkongabeen seme-alabei eskubide berberak ematen zaizkie (133. art.). Aldi berean, amak babesten ditu seme-alaben ardura har dezaten, ezkontza barruan edo ezkontzatik kanpo jaiota ere. Gainera, ezartzen du bi aldeak derrigortuta daudela haurraren kostuak ordaintzera (143. art.). Azken idazpuruak adingabeen eta desgaitasuna dutenen tutoretza eta fideikomisoaz hitz egiten du[34].

Esan bezala, lege horiek guztiak iragankortzat jotzen ziren, eta boltxebikeen iritziz emakumeek ezin zuten emantzipazioa lortu etxetik askatuko zituzten baliabide materialik gabe, independentzia ekonomikoa bermatuko zien soldatarik gabe eta berme juridikoetara sarbiderik gabe. Lehen dekretuetatik boltxebikeek hori bete ahal izateko baldintza materialak sortzea izan zuten lehentasun; haien hitzetan, sozialisten araudia ezin zen izan asmo onak erakusteko dekoratu hutsa.

«Noski legeak ez direla aski, eta gu ez gara inola ere konformatzen aipatu berri dugun legegintza-arloko gauzatzeekin, baizik eta emakumeari berdintasuna emateko behar den guztia egin dugu, eta harro egoteko eskubidea dugu. […] Emakumea erabat askatua eta gizonarekin benetan berdina izan dadin, etxeko lanak publikoak izan daitezen eta emakumeak ekoizpen orokorrean parte har dezan lortu behar da[35]».

3.2 1920ko abortuaren inguruko legea

1920. urteko lege berezi baten bitartez abortuak legeztatu eta Estatuak dohainik eskaini beharreko osasun sistemaren barruan sartu zituzten. Horrela, Errusia sobietarra munduko lehen herrialdea izan zen legezko eta doako abortua eskaintzen.

«Lehen abortua, bitarteko artifizialen bidez haurdunaldia etetea, dohainik gauzatuko da Estatuko ospitaleetan, non emakumeek ebakuntzan segurtasun handiena edukiko duten[36]».

Errusia sobietarra haurdunaldiaren borondatezko etetea legeztatu zuen lehen herrialdea izatea ez zen kasualitatea izan: Leninek eta boltxebikeek abortatzeko eskubidea defendatzen zuten Urriko Iraultza baino lehen. Aldi berean, medikuntza esparruko zenbait elkartek ere (Kriminologoen Batasun Internazionalaren Errusiako saila adibidez) ahotan eduki zuten gaia. Antolakunde feministetan, ordea, gai hori ez zen agenda politikoaren parte. 1929ko apiriletik uztailera bitartean Alderdi Komunistako Emakumearen Lanerako Sailak abortuaren gaia eztabaidatzeko bilerak antolatu zituen Osasun Publikoko Herri Komisariotzarekin eta Amatasunaren eta Haurtzaroaren Babeserako Dibisioko ordezkariekin. Han hartu zuten parte, besteak beste; Nikolai Semashko, Vera Lebedeva, Inessa Armand, Alexandra Kollontai, Nadezhda Krupskaia, Olga Kameneva eta Vera Golubeva Zhenotdel-eko kideek. Abendurako ediktua sinatu zen arren, Komisariotzaren zein alderdiko emakumeen sekzioen barnean iritzi kontrajarriak zeuden[37].

Eztabaidetan parte hartu zuten gehienek abortua kriminalizatzeak emakumearen osasunerako arrisku larriak zekartzala adierazi zuten, ezkutuan egiten baitzen. Hala ere, bilerako kide guztiak ez zeuden abortua legezko bihurtzearen alde, argudiatuta, sobietar ordenak ez zuela «haurdunaldia suntsitzera» eraman zezakeen ezer babestu behar[38]. Abortua legeztatzeko dekretua 1920ko abenduaren 18an argitaratu zen Sobieten Komite Exekutibo Nagusiaren Berriak aldizkarian. Dekretu ofiziala Justiziaren Herri Komisariotzak sinatu zuen «emakumeen osasuna babesteko» asmoz. Abortua «gaitz» bat dela dio dekretuak, eta gaitz horri abortuaren aurkako propaganda masiboaren bidez aurre egin behar zaiola. Hortaz, nahiz eta dekretuak «horrelako operazioak Sobietar Batasuneko ospitaleetan modu askean eta inolako kargurik gabe egitea» baimentzeko konpromisoa hartu, sobietar gobernuak haurdunaldiaren plangintzaren bidez fenomeno horren aurka borrokatzeko asmoa ere adierazi zuen[39].

3.3 Emakume langileen lege-babesa

Aipaturiko legediekin batera emakume langilearen lege-babesa ere aipatzekoa da. Batetik, 1917ko urriaren 29ko zortzi orduko lanaldiaren dekretuak emakumeen gaueko lana eta ordu gehigarriak debekatu zituen. Bestetik, 1918ko Lan-Kodeak emakume langileek bi hilabeteko amatasun lizentzia izateko eskubidea ezarri zuen. Bitarte horretan soldata osoa jaso behar zuen emakumeak, eta bular-emaileei hiru orduro bularra emateko eten bat egiteko eskubidea eman zitzaien.

Alor horretan izan zen aldaketarik garrantzitsuena amatasun aseguruaren programa izan zen, Kollontaiek diseinatu eta bultzatu zuena. Lege horrek guztiz ordaindutako zortzi asteko amatasun lizentzia ematen zuen, baita bularra emateko atsedenaldiak zein hori gauzatzeko fabriketako instalazioak, doako mediku zerbitzuak eta diru-bonuak eskaini ere. Programa hori Ama eta Haurren Babeserako Batzordeak kudeatzen zuen, Vera Lebedeva mediku boltxebikea buru zuela. Neurri legalez gain amatasun klinikek, kontsultategiek, elikagai hornitegiek, erizaindegiek eta amentzako egoitzek osatutako sare bat eraiki zuten[40].

Soldatapeko lanari dagokionez, 1918ko Lan-Kodeak gutxieneko jornala eta murrizketa batzuk ezarri zituen arren ez zen soldata berdintasunari lotutako legerik ezarri. 1920ko ekainean soldata prezioen inguruko dekretu batean gauzatu zen lege-aldarrikapen hau[41]: «gizonezko langileen kantitate eta kalitate berean lan egiten duten emakumeek gizonezkoek adina soldata jaso behar dute»[42].

3.4 Etxeko lanen sozializazioa

Errusiako Iraultzak zentzu askotan gauzatu zituen emakumeen zapalkuntzarekin eta maila horretan kokatzen zituen familia ereduarekin amaitzeko aldaketak. Berdintasun juridikoa ematen zieten legeez gain, 1917ko Iraultzaren osteko lehen hilabeteetan erraztu zuten familia-harremanak aldatzeko bidea. Eztabaida gutxi izan zen soldatapeko etxeko lanari buruz, boltxebikeen helburua emakumeak lan horietatik libratzea baitzen. Errusiako iraultzaileen arteko adostasuna izan zen emakumeak etxeko lanetatik askatzea ezinbestekoa zela, eta horretarako, halabeharrezkoa zen lan horien sozializazioa.

Errusiako iraultzaileen arteko adostasuna izan zen emakumeak etxeko lanetatik askatzea ezinbestekoa zela, eta horretarako, halabeharrezkoa zen lan horien sozializazioa

Horretarako, sobietek haurtzaindegien, jantoki zerbitzuen eta garbitegi kolektiboen sare zabal bat sortzeko politikari ekin zioten, pixkanaka emakumeak etxeko eta zaintza lanetatik askatuz. Emakumeak etxeko lan pribatutik libratu ahal izateko, gizarte proletarioak bere gain hartu eta estatu sobietarrak antolatuko lukeen gizarte-zerbitzuen sare bat antolatu behar zen: amaetxeak, sehaska-etxeak, haurtzaindegiak, jantokiak, garbitegiak, kontsultategiak, ospitaleak, eta abar[43].

3.5 Emakumeen antolakuntza eta heziketa politikoa

Esparru legaletik kanpo gelditzen den arren, ezin dira aipatu gabe utzi emakumeen antolakuntza eta heziketa politikoan emandako aurrerapausoak: adibide garbia da 1919an Zhenotdel (Emakumeen Saila) sortu izana. Alderdi Boltxebikean emakumeen antolakunde bereizi bat sortzen zen lehen aldia zen, baita bere aurrekari zen Errusiako Langile Alderdi Sozialdemokratan ere. Sailaren funtzioa emakumeak alderdira eta sindikatuetara hurbiltzea zen, baita sobieten lanean eta langileen estatuko administrazioan zuzenean inplikatzea ere[44].

Emakumeen antolakunde bat sortzea sarritan eztabaidatutako gai bat izan zen Iraultzaren aurretik ere. Nikolaevak eta Kollontaik 1907an sortu zuten Emakumeen Elkarrenganako Laguntza Elkartea, alderdi sozialdemokrata kontra egon arren. Rabotnitsa aldizkariaren sorrera zein Emakume Langilearen egunean eginiko ekitaldiak ere prozesu horren barruan kokatu behar dira. Emakumeen antolakunde bat sortzeko beste saiakera bat egin zuen Vera Slutskayak Otsaileko Iraultzaren ondoren, Petrogradoko Alderdiko Batzordeari Emakume Langileen Bulegoa sortzea proposatu zionean. Kasu horretan ere erantzuna ezezkoa izan zen.

1917ko abenduaren 12an Rabotnitsa-ko kideek konferentzia bat antolatu zuten, non tokian tokiko sobietetako 80.000 emakumeren ordezkari ziren 500 ordezkarik parte hartu zuten. Konferentzia horretan atzera bota ziren Kollontaik emakumeen erakunde bereizi bat sortzeko egin zituen eskaerak, emakume boltxebikerik nabarmenenek ikuspegi hori beharrezkoa ez zela eta zatitzailea zela uste baitzuten. Hurrengo urtean, Emakume Langileen Kongresua gauzatu zenean, Armand, Samoilova eta Krupskayak onartu egin zuten genero auzira bideratutako erakunde bat sortzeko urrats formalak eman behar zirela[45]. Hasiera batean, alderdiko batzordeen inguruan antolatutako agitaziorako eta propagandarako batzordeak izan ziren lan hori egin zutenak. Batzorde horien helburu nagusia emakumeen heziketa politikoan sakontzea zen, eta horretarako, emakume langileen masa zabalak eta alderdia lotzen zituen ordezkarien batzarrak sortu zituzten. Emakumeen parte-hartzea handitu ahala, lana antolatzeko beharra azaleratu zen. 1919ko udazkenean emakume langileen batzarrak Zhenotdel-en berrantolatu zituen alderdiak[46].

Sailaren lanen artean, batzarrez gain, Zhenotdel-eko kideak izan ziren alderdiari eta sobietar organoei genero auziaren inguruko arazo eta proposamenak mahaigaineratzen zizkietenak. Hala nola, emakume horien proposamenetatik eratorri ziren aipaturiko Abortuaren Legea zein etxeko lanen sozializaziorako politikak. Azken horiei esker, finean, emakume langileek bizitza politikoan parte hartzeko baldintza errealak lortu zituzten[47]. Gainera, Zhenotdel-ek hilabetekari propio bat zuen, Kommuniska (Emakume Komunista), 1921ean 30.000 ale inprimatzen zituena.

Zhenotdel-eko kideak izan ziren alderdiari eta sobietar organoei genero auziaren inguruko arazo eta proposamenak mahaigaineratzen zizkietenak

Horrela deskribatu zituen Inessa Armandek Zhenotdel-en lorpenak bere heriotzaren aurretik (1920):

«Inolako esajeraziorik gabe esan dezakegu (gure ekintzaren akats eta hutsuneak alde batera utzita) urte honetan zehar lorturiko emaitzek gure aurreikuspenak gainditu dituztela. Duela urtebete emakume langile kontzienteen talde txiki bat soilik zegoen; gainontzeko langile masaren izaera iraultzailea zen, baina oraindik instintiboa, inkontzientea, desantolatua. Egun, emakume langile kontzienteen nahikoa koadro osatu ditugu -alderdi komunistako kideak- urte honetan zehar sobietarren edo alderdiaren hainbat lan betetzea lortu dutenak»[48].

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8. Industrian lan egiten zuten emakumeen kopurua 1904ko Errusia-Japonia gerran eta 1914ko Gerra Handian areagotu zen bereziki. Emakumezkoen lana % 22,7tik % 29,9ra igo zen. Sakontzeko: Glickman, Russian Factory Women…86. or.

9. Pinebart, 2017; Ilic, 2018.

10. Ilic, 2018.

11. Kollontai, 1978.

12. Emakumeez orokorrean ari naiz, lehen iraultzaile gehienak dirudunak zirelako, hain zuzen, hezkuntza jasotzeko aukera zutenak.

13. Zentzu horretan aipatzekoak dira, besteak beste: Anna Jaclard, Parisko Komunan parte hartu zuen emakume errusiarra; Anna Kuliscioff; Italiako Alderdi Sozialistaren sortzaileetako bat; Yekaterina Dimitriyevna Kuskova, marxismoaren beharrezkotasuna azpimarratu zuena; Vera Zasulich, Marxi Errusiako industrializazio prozesuan komunaren etorkizunaren inguruan idazten ziona; Nadezhda Krupskaya, Errusiako Langile Alderdi Sozialdemokrataren aurreneko kideetako bat.

14. Kollontai, 1920.

15. Bengoetxea eta Cruz Santos, 2017.

16. Kollontai, 1919.

17. Pinebart, 2017.

18. Gogora ekartzekoa da 1910. urteko Emakume Sozialisten II. Konferentzia Internazionalean, Kopenhagen, martxoaren 8a zehaztu zutela Emakume Langilearen egun gisa. Bertan Kollontaik hartu zuen parte Errusiako emakume langile eta sozialisten ordezkari bezala.

19. De Pablo, 2017.

20. Salas, 2017.

21. Gertaera horien hurrenkeraren inguruan kontaketa ezberdinak daude, batez ere, historiografia liberalak hedatutako diskurtsoaren ondorioz, zeinak Otsaileko Iraultzan emakumeek izan zuten presentzia gutxietsi duen eta haien aldarrikapenen izaera politikoa kendu dien. Garaiko testigantzek (aldizkariak, langileen hitzak, polizia-txostenek…) kontrakoa ematen dute aditzera. Ondorioz, egun ikuspegi historiografiko berriak azaleratzen hasi dira emakumeek Otsaileko Iraultzan izan zuten inplikazioaren inguruan. Eztabaidan sakontzeko: McDermid, J. eta Hillyar, A. (1999). Midwives of the Revolution. Female Bolsheviks and women workers in 1917. London: UCL Press.

22. Salas, 2017.

23. L. Martínez, 2017.

24. Errusiako mugimendu feminista, Spartacist aldizkarian (2006) azaltzen denez, korronte demokratiko burges zabalaren parte zen: tsarismoaren aurka zeudenak eta Errusia gizarte kapitalista industrial bilakatu nahi zutenak.

25. Emakume sozialistak izan ziren lehenak Emakume Sozialisten III. Konferentzia Internazionalean gerra kondenatzen, Zimmerwaldeko Konferentzia baino lehen.

26. Pibenart, 2017.

27. Barros, 2018. Sakontzeko: Reed, J. (1974). Diez días que estremecieron al mundo, La Habana, Editorial de ciencias sociales.

28. Soria, 2017.

29. Декрет ВЦИК и СНК о расторжении брака. 16 декабря 1917 г. [Decreto del Comité Ejecutivo Central de toda Rusia y del Consejo de Comisarios del Pueblo sobre el divorcio (1917ko abendua)].

30. Pinebart, 2017.

31. Sobietar Batasuna 1923an eratu zen, estatu hitzarmen baten bidez, Sobieten Hamargarren Kongresu Pan-Errusiarrak berretsia, Batasuneko Sobieten Lehen Kongresua aldarrikatu zuena.

32. Pibenart, 2017.

33. Aldaketa garrantzitsua da, familiek ezkontzaren inguruko akordio ekonomikoak ezartzeko ohitura zutelako.

34. Lege-kidego horren lehen idazketan, Gizarte Aurreikuspeneko Komisariotzaren mendekoak izendatu ziren tutoretza organo gisa; baina 1920ko abenduaren 2ko dekretuaren bidez organoak berrezarri ziren: Hezkuntzarako Herri Komisariotza, Osasun Publikorako Herri Komisariotza eta Barne Arazoentzako Herri Komisariotza (Córdova del Olmo, 1930).

35. Lenin, «Las tareas del movimiento obrero femenino en la República soviética» Moskuko Alderdirik gabeko emakume langileen IV. Konferentzian irakurritako diskurtsoa 1919ko irailaren 23an. Pravda-n argitaratua 1919ko irailaren 25an.

36. «Herri Komisariotzaren dekretua Osasun eta Ongizate Sozialerako eta Herri Komisariotzarena Sobietar Errusiako Justiziarentzat», Die Kommunistische Fraueninternationale, 34 (1988ko udaberria).

37. Frencia eta Gaido, 2018.

38. Abortuaren inguruko eztabaidetarako: Engelstein, L. (1991). Abortion and the Civic Order: The Legal and Medical Debates. In B. Evans Clements et al. (Eds.). Russia’s Women (185-207. or.), Berkeley, CA: University of California Press.

39. Dekretu osoa gaztelerara itzulia: Frencia, C. eta Gaido, D. (2018). Los orígenes del decreto soviético de legalización del aborto (1920). Anuario de la Escuela de Historia Virtual, 14, 26-52.

40. Spartacist 34 (2006ko azaroa).

41. Ilic, 2018.

42. Obshchee polozhenie o tarife, Sobranie uzakonenii i rasporyazhenii RSFSR, 1920, 61–2/276.

43. Soria, 2017. Ikus: Itaia (2019ko abendua). Lan domestikoaren kolektibizazio esperientzia sobietarra.

44. Areal, 2020.

45. McShane, 2019.

46. Kollontai, 1921, in Frencia eta Gaido, 2018.

47. Zhenotdel-en inguruko eztabaidetan sakontzeko: McShane, A. (2019). The will to liberate, Weekly Worker, 1233. Asia Zentralean Zhenotdel-ek eginiko lanean sakontzeko: McShane, 2019 (Doktorego Tesia).

48. Armand, 1920.

Fuentes:

IRATI ZURIARRAIN. La mujer rusa y la revolución: una aproximación a las primeras políticas soviéticas de género

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