Editorial del periódico soviético Pravda del 24 de agosto de 1940
El telégrafo nos trajo la noticia de la muerte de Trotsky. Según los periódicos estadounidenses, Trotsky, quien pasó sus últimos años en México, fue víctima de un ataque. Su asesino, Jacques van den Mornard Dreschd, (1) uno de sus colaboradores más cercanos.
Se va a la tumba un hombre cuyo nombre los trabajadores de todo el mundo pronuncian con total desprecio y repulsa, y que durante muchos años combatió las banderas de la clase obrera y de su vanguardia, el Partido Bolchevique.(2) Las clases dominantes de los países capitalistas perdieron a un fiel servidor, y los servicios de inteligencia extranjeros fueron privados de un viejo y feroz agente que no elegía los medios para alcanzar sus objetivos contrarrevolucionarios.
Trotsky tiene una larga trayectoria de traición y deslealdad, de duplicidad política y de hipocresía. No en vano, Lenin, en 1911, le había apodado “Iúduchka“,(3), apodo al que Trotsky(4) nunca dejó de hacer justicia.
Trotsky comenzó su actividad política como un menchevique antirrevolucionario.(5) En 1903, en el II Congreso del POSDR,(6) atacó a Lenin furiosamente, defendiendo y apoyando los puntos de vista de Mártov y de otros dirigentes mencheviques antirrevolucionários.(7) Poco después, al comienzo de la guerra Ruso-Japonesa, Trotsky mostró aún más su cara renegada y antirrevolucionária (8) al caer en un empedernido defensismo, es decir, la defensa de la “patria” del zar, de los terratenientes y de los capitalistas.
Trotsky (9) recibió la revolución de 1905 con la famosa teoría de la teoría de la revolución “permanente”, teoría que desarma al proletariado y desmoviliza sus fuerzas.(10) Tras la derrota de la revolución de 1905, Trotsky comenzó a apoyar a los mencheviques liquidacionistas. Vladimir Ilyich Lenin escribió entonces estas palabras sobre Trotsky:
“Trotsky se comportó como el más vil arribista y fraccionista… habla mucho del partido, pero se comporta peor que cualquier otro fraccionista“. (11)
Como se sabe, Trotsky fue el organizador del antirrevolucionario “bloque de agosto”, (12) que reunía a todos los grupos y corrientes (13) que lucharon contra Lenin.
En agosto de 1914, iniciada la guerra imperialista, Trotsky, como era de esperar, se colocó al otro lado de las barricadas, en las huestes de los defensores de la guerra(14). Para engañar a la clase obrera, enmascaró su traición al proletariado con palabrería “izquierdista” anti-guerra. En todo lo que se refiería a las cuestiones más importantes sobre la guerra y el socialismo, Trotsky se oponía a Lenin y al Partido Bolchevique.
El menchevique Trotsky juzgó a su manera la enorme popularidad de los actos de Lenin con las masas y el fortalecimiento de la influencia de los bolcheviques sobre la clase obrera y las masas de soldados después de la revolución democrático-burguesa de febrero. Se unió a nuestro partido en julio de 1917, junto con un grupo de seguidores, declarando estar completamente “desarmado”. (15)
Los acontecimientos posteriores han demostrado, (16) sin embargo, que el menchevique Trotsky no estaba desarmado, (17) ni siquiera por un minuto había dejado de luchar contra Lenin (18) y entró en nuestro partido para demolerlo desde dentro.
Algunos meses después de la Gran Revolución de Octubre, (19) desde la primavera de 1918, Trotsky, junto con un grupo de comunistas llamados de “izquierda” y de socialistas revolucionarios de izquierda, organizó una criminal conspiración contra Lenin, Stalin y Sverdlov, líderes del proletariado, con el objetivo de arrestarlos y aniquilarlos físicamente. Y, como siempre, el mismo Trotsky -el provocador, el organizador de asesinos, el intrigante y aventurero- se mantuvo en las sombras. Su papel principal en la preparación de este delito que, afortunadamente fracasó, sólo fue revelado en toda su plenitud dos décadas más tarde, en el proceso del “bloque derechista-trotskista” anti-soviético, en marzo de 1938. Sólo después de veinte años fue finalmente descubierto el sórdido enredo de los crímenes de Trotsky y de sus cómplices.
Durante la Guerra Civil, mientras que el país de los Soviets rechazaba el ataque de numerosas hordas de guardias blancos y demás invasores, Trotsky, con sus actitudes traicioneras y sus órdenes saboteadoras, debilitaba por todos los medios el poder de la resistencia del Ejército Rojo, lo que llevó a Lenin prohibirle asistir a los frentes del este y del sur. Todo el mundo sabe que Trotsky, debido a sus relaciones hostiles con los viejos cuadros bolcheviques, intentó fusilar a toda una formación de importantes combatientes comunistas que no le gustaba, actuando, así, de manera favorable al enemigo.
En el mismo proceso del “bloque derechista-trotskista” anti-soviético, fue revelada la trayectoria pérfida y traicionera de Trotsky. Juzgado en ese proceso, sus más cercanos colaboradores confesaron que, junto con su jefe, ya trabajaban desde 1921 como agentes de los servicios secretos extranjeros, como espías internacionales. Con Trotsky al frente, servían con celo a los servicios secretos y a los estados mayores de Inglaterra, Francia, Alemania y Japón
En 1929, cuando el gobierno soviético expulsó de nuestra patria al traidor y contrarrevolucionario Trotsky, los círculos capitalistas de Europa y América lo tomaron en sus brazos. Esto no fue algo casual, pero era de esperar, ya que Trotsky había pasado hacía mucho tiempo al servicio de los explotadores de la clase obrera. (20)
Trotsky cayó en su propia red, llegando a la altura de la degradación humana: sus propios adeptos lo mataron. Le dieron fin aquellos a los que enseñó a matar por la espalda, (21) a traicionar y atentar contra la clase trabajadora y el país de los Soviets. Después de haber organizado el perverso asesinato de Kirov, de Kúibychev y de M. Gorki, Trotsky fue víctima de sus propias intrigas, traiciones, injurias y crímenes. (22)
Terminó, así, de una manera poco gloriosa la vida de este hombre despreciable, que se va a la tumba con la marca de espía internacional y de asesino estampada en su frente. (23)
Notas:
(1) NT – Este es el caso más frecuente, en las lenguas occidentales, de uno de los nombres clave de Ramón Mercader, a pesar de que esté escrito “Jak Mortan Vandendraich” (Жак Мортан Вандендрайш) en el documento, en el que esta forma parece ocurrir por vez única.
(2) Stalin tachó el final de la frase “en contra de Lenin y Stalin” y unió en un mismo párrafo las dos frases, que estaban separadas.
(3) NT – Ver el manuscrito llamado, en sus obras completas, “El stydá Kraske u iúduchki Trótskogo” (traducción libre: “Acerca de la enrojecimiento del iúduchka Trotsky”). “Iúduchka“, traducido como “Pequeño Judas” o simplemente “Judas” fue el epíteto dado, en controversia entre los siglos XIX y XX en Rusia, a la gente considerada mezquina, egoísta y traicionera, en referencia al personaje Porfiri Golovliov, o “Iúduchka Golovliov“, de la novela “La familia Golovliov” (1880), del escritor ruso Mikhail Saltykov-Schedrin.
(4) En el original: “al cual él…“.
(5) “Antirrevolucionario”: Añadido por Stalin.
(6) NT – Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, de donde saldrían el partido bolchevique (futuro Partido Comunista) y menchevique. Acrónimo en ruso: RSDRP.
(7) “Antirrevolucionários”: Añadido por Stalin.
(8) “Renegada y antirrevolucionária“: en el original, “oportunista”.
(9) Stalin tachó “No creyendo en las fuerzas del proletariado“, del principio de la frase.
(10) Stalin tachó “y energías” del final de la frase.
(11) Stalin separó la cita de Lenin en un nuevo párrafo. [NT – La traducción de esta cita fue tomada de forma independiente, pero consultada en la versión citada en la traducción brasileña de la historia del PC (b) de la URSS (Recife, Centro Cultural Manoel Lisboa, 1999), justo al comienzo de la parte 4 del Capítulo IV.]
(12) “Antirrevolucionario”: Añadido por Stalin.
(13) Stalin tachó el adjetivo “anti-bolcheviques” que venía a continuación.
(14) Stalin tachó la expresión “apologistas y” que venía después.
(15) Redacción original de la última frase: “Él entró en el Partido Bolchevique en julio de 1917, junto con un grupo de seguidores, con el fin de arrasarlo desde dentro“.
(16) En el original: “mostraron muy claramente“.
(17) “No se había desarmado“: Añadido por Stalin.
(18) El resto de la frase fue añadida por Stalin.
(19) En el original: “Gran Revolución Socialista de Octubre”.
(20) “A los explotadores de la clase obrera“: en el original: “en el campo de los opresores y explotadores“.
(21) “A matar por la espalda“: añadido en la redacción final de Pravda.
(22) Esta última frase no está escrito en el original ni en la corrección manual de Stalin.
(23) Stalin sustituyó con este párrafo el final que estaba en el original. “Con la muerte de Trotsky, desaparece de la escena política del mundo capitalista un viejo espía y agente, un enemigo mortal de los trabajadores” La expresión “y de asesino” fue añadida en la redacción final de Pravda.
Traducido por “Cultura Proletaria” de materialismo.net
Fuentes:
https://culturaproletaria.wordpress.com/2015/06/06/la-muerte-de-un-espia-internacional/