¿Fue, en realidad, el filósofo griego Aristóteles un «marxista infiltrado»?

Máximo Relti

De ninguna manera se puede afirmar que Aristóteles fuera ni un «marxista infiltrado», ni tampoco un «marxista metodológico precoz» en el sentido estricto, ya que el marxismo como teoría y metodología no surgió hasta el siglo XIX, con Karl Marx y Friedrich Engels.  Y no solo por ello, sino sobre todo porque  en la época de Aristóteles tampoco se daban las condiciones sociales, científicas, políticas y económicas que le permitieran al gran filósofo griego realizar las formulaciones que realizaría Marx en el siglo XIX.

El pensamiento de Marx fue el resultado del acopio de los conocimientos acumulados por los hombres a lo lago de su historia y, también, del desarrollo económico, social y político alcanzado en la época en la que tuvo la posibilidad de realizar sus interpretaciones.   No obstante, lo que sí se puede hacer es identificar ciertos aspectos en el pensamiento de Aristóteles que «resuenan» a las ideas marxistas, particularmente en lo que se refiere a su genial análisis sobre la sociedad, la economía y las relaciones de poder.

Aristóteles y el Análisis Social

Veamos por qué razones nos atrevemos a hacer esta afirmación. Aristóteles, en su obra la “Política”, hace un análisis profundo de las estructuras sociales y económicas de su tiempo. Él observa que la forma de gobierno de una polis (ciudad-estado) está intrínsecamente ligada a la estructura socioeconómica y a quién controla la propiedad y la riqueza.

Aristóteles, además, distingue entre las formas de gobierno que favorecen a los ricos (oligarquía) y las que favorecen a los pobres (democracia), y señala que las tensiones y luchas entre estos grupos son una constante en la política griega.

Economía Natural vs. Economía Monetaria

Aristóteles distingue también entre la economía natural, que está orientada a satisfacer las necesidades básicas, y la economía monetaria, que busca la acumulación de riqueza sin límites. Critica la usura y otras prácticas económicas que considera antinaturales y perjudiciales para la sociedad, ya que fomentan la desigualdad y el conflicto. Marx, en su análisis del capitalismo, va mucho más allá en la crítica a la acumulación ilimitada de capital y sus consecuencias deshumanizantes, exponiendo también las posibilidades que sus contradicciones intrínsecas abre para la superación de un sistema que genera también a sus potenciales «sepulteros». 

La Política de Aristóteles

Aristóteles describe tres formas de gobierno clásicas: monarquía, aristocracia y politeia (una suerte de tipo de gobierno mixto). Cada una de estas tiene su forma degenerada: tiranía, oligarquía y democracia, respectivamente. Aunque Aristóteles analiza estas formas de gobierno en detalle, no se compromete con ninguna como ideal.

Pese a las lógicas limitaciones de un filósofo que desarrolló su aportaciones en una sociedad esclavista, y en la que sólo los hombres libres podían aspirar a dedicarse a la cosa pública,  el  pensamiento político de Aristóteles ofrece también un interesante punto de partida para posteriores desarrollos. Mientras, aún en la actualidad, son mayoritarias las concepciones sobre la democracia que identifican esta forma de gobierno con aspectos puramente procedimentales – como la celebración de elecciones o la existencia de partidos políticos – el filósofo griego tiene claro que hay democracia única y exclusivamente si «gobiernan los pobres». Requisito que, incluso sin recurrir al análisis marxistas de la sociedad occidental contemporánea, bastaría para cuestionar su supuesto carácter democrático.

El análisis de Aristóteles se centra en cómo las formas de gobierno reflejan las contradicciones sociales de su tiempo, enfocándose en cómo las tensiones entre diferentes grupos sociales ifluyen en la política y la gobernanza.

Formas de Gobierno o Estructuras Sociales

  Aristóteles no propone un estado ideal, y esto es crucial para entender su trabajo. Intentar extraer un «estado ideal» de sus escritos es un error metodológico. Lo importante en su obra es cómo analiza las sociedades reales y sus contradicciones internas.

Para Aristóteles, los tipos de constitución no son realidades estáticas, sino herramientas analíticas. La sociedad está en constante movimiento, y lo que realmente existe son estados con características oligárquicas o democráticas en mayor o menor medida. Esto depende, en efecto, de si son los ricos o los pobres quienes tienen el control.

En lo que debe reconocerse también como una aportación teórica importante, Aristóteles señala que la estructura socioeconómica de una sociedad determina su forma de gobierno. Por ejemplo, una polis con una economía marítima tenderá hacia la democracia, mientras que una con grandes propiedades agrícolas será más oligárquica. Este enfoque dialéctico es clave para entender su análisis.

Estado y Propiedad

Aristóteles observa que las diferentes polis griegas oscilan, así, entre la oligarquía y la democracia. Las constituciones tienen elementos de ambas en proporciones variables. La clave está en la propiedad: la oligarquía se basa en la riqueza, mientras que la democracia en la pobreza.

Para Aristóteles, lo esencial no es cuántos gobiernan, sino quién tiene la propiedad. Donde los gobernantes deben su poder a la riqueza, hay oligarquía, y donde los pobres gobiernan, hay democracia. Esta visión coloca la cuestión de la propiedad en el centro del análisis político.

Poder y Lucha de Clases

Aristóteles entiende que las tensiones sociales se originan en la desigualdad de la propiedad. Estas tensiones se manifiestan en una lucha política por el control del Estado. La clase que obtiene el poder adapta la constitución a sus necesidades y utiliza al Estado en su beneficio propio.

En la práctica, el poder nunca está completamente en manos de una sola clase. Aristóteles reconoce que la relación de fuerzas entre las clases determina la forma de la constitución. La lucha de clases, entonces, es una característica fundamental de la política.

Estructura Económica y Clases Sociales

Aristóteles también nos ofrece una teoría sobre la existencia y el poder de las clases sociales. Él atribuye la existencia de diferentes clases a la estructura económica. Las formas de producción determinan qué clases existen y cómo interactúan.

Por ejemplo, una sociedad marítima como Atenas tendrá una clase de marineros que impulsa la democracia, mientras que una sociedad agrícola tenderá hacia la oligarquía. Aunque Aristóteles no llega a una comprensión completa de cómo la estructura económica determina las clases sociales,- como no podía ser de otro modo-, su análisis es notablemente avanzado para su tiempo.

Lucha de Clases y Economía Monetaria

Aristóteles también aborda el origen histórico de la lucha de clases. Observa que en las primeras etapas de la sociedad, la propiedad era compartida dentro de la familia. Con el tiempo, el trueque y la economía monetaria introducen nuevas dinámicas. El dinero permite acumular riqueza sin límites, lo que intensifica la lucha de clases.

Aristóteles critica la usura y otras prácticas que considera contrarias a la naturaleza. Para él, la economía natural busca satisfacer necesidades, mientras que la economía monetaria busca acumular riqueza, lo que lleva a conflictos sociales.

Las limitaciones de Aristóteles

Aunque Aristóteles identifica correctamente las causas de los conflictos sociales, no ofrece soluciones efectivas. Su enfoque está limitado por el contexto histórico en el que vivía. No pudo prever que la abolición de la propiedad privada podría resolver estos conflictos, ya que su sociedad no ofrecía las condiciones necesarias para imaginar tal solución.

Aristóteles, en realidad, se queda en el análisis de la realidad de su tiempo. Y no podía ser de otro modo. Sus propuestas para la estabilidad política, como la mezcla de elementos democráticos y oligárquicos o la educación de los ciudadanos, son más idealistas que prácticas.

En cualquier caso, lo que sí hizo Aristóteles fue ofrecernos una  sorprendente comprensión de las dinámicas sociales y políticas de su tiempo. Su análisis sobre la propiedad y la lucha de clases es avanzado y relevante, aunque las condiciones sociales y económicas de su época le impidieran proponer soluciones más avanzadas. Su enfoque dialéctico nos permite ver la historia como un proceso en constante movimiento, y su legado continúa siendo valioso para entender la política y la sociedad.

Fuentes:

https://canarias-semanal.org/art/36237/fue-en-realidad-el-filosofo-griego-aristoteles-un-marxista-infiltrado

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