El Revisionismo en el Partido Comunista Peruano

José Sotomayor Pérez

ÍNDICE

I

II

III

IV

V

VI

VII

NOTAS

Es cierto que el revisionismo y  todas las formas del oportunismo, no constituyen un fenómeno nacional. Surgió en Europa  a fines del  siglo XIX y comienzos del siglo XX, formando una sola familia. En la lucha contra esta plaga, la obra  de Lenin, “Marxismo y Revisionismo” desempeñó un rol de gran importancia, tanto en el  campo de la Filosofía como de  la Economía Política y el Socialismo científico, las  tres partes y tres fuentes integrantes del marxismo. Igual que ese primer revisionismo, el surgido en la Unión Soviética después de la muerte de Stalin, se extendió rápidamente formando una sola tribu en todo el mundo, como lo demuestra la historia del  revisionismo  en nuestro país.

I

Después de la fundación del Partido  de la clase obrera peruana por José Carlos Mariátegui, con el nombre de Partido Socialista, el curso seguido por este Partido lleva la impronta de una grave orfandad de principios a causa del desconocimiento del marxismo leninismo por sus dirigentes. Esta ignorancia  doctrinaria y la extracción de clase de sus dirigentes, llevó al Partido a reiteradas posiciones oportunistas, que desembocaron en un franco  revisionismo contrarrevolucionario. Desde los años de la Segunda Guerra Mundial, hasta el día de hoy, ninguna de  las corrientes revisionistas internacionales dejó de tener  presencia e influencia decisiva en la línea y programa del Partido Comunista Peruano. De aquí que sea justo decir  que la historia de este Partido es  la historia de un Partido típicamente revisionista,  dirigido por un grupo  cerrado, desde la muerte de   Mariátegui y la fuga de Ravines.

La falta de un núcleo conocedor del marxismo leninismo, con un mínimo de experiencia en la lucha de clases, estrechamente vinculado al proletariado, determinó que el oportunismo primero, y el revisionismo después, se enquistaran en la dirección del P.C.P., culminando con su conocido seguidismo incondicional y lacayuno a  los dictados del revisionismo contemporáneo, exportado y divulgado desde Moscú  después de la muerte de Stalin. Sin embargo, no puede negarse que  su misma fundación tuvo serias deficiencias. No había experiencia ni capacidad para elaborar documentos fundacionales que sirvieran de base al nacimiento de un auténtico Partido proletario de nuevo tipo, por su ideología y su estructura orgánica. Su fundador  no contaba con la experiencia necesaria ni los conocimientos de la doctrina que le corresponden al Partido de la clase obrera. No es extraño, por eso, que a la muerte de Mariátegui, surgieran problemas que no permitieron su  desarrollo y arraigo en el seno del proletariado y las masas trabajadoras en general.

En el plano de la ideología, el grupo fundador del Partido tenía la in fluencia del Amauta y sus concepciones no marxistas sobre el mito, la religión, el “comunismo incaico”, el “socialismo sin calco ni copia”  y la necesidad de crear  el “socialismo peruano”. No es honesto negar que Mariátegui haya tenido  fuerte influencia de Sorel y del mismo Trotski. El grupo que se afianzó en la dirección del Partido, después del corto periodo encabezado por el renegado Ravines , pronto cayó en posiciones oportunistas que lo pusieron al servicio del régimen de Manuel Prado Ugarteche, después de haberse doblegado ante la dictadura gobernante, como lo prueba el hecho de que  el año de 1938, Eliseo García Lazo , dirigente  nacional del PCP, pronunciara un discurso de apoyo y alabanza  al entonces dictador del país, Oscar R. Benavides.Al año siguiente  daba a conocer su apoyo a la candidatura   de Manuel Prado Ugarteche que tenía como Jefe de su Oficina Política a Ricardo Martínez de la Torre, quien financiaba e imprimía “Democracia y Trabajo”, órgano central del Partido.

Pocos años después el browderismo le sirvió a la dirección del PCP, para justificar y fundamentar su oportunismo. Es sabido que Earl Browder, secretario general del Partido Comunista de los EE.UU., interpretando los intereses del imperialismo norteamericano y bajo su auspicio, llegó al extremo de plantear la necesidad de que los partidos comunistas se  convirtieran en simples “asociaciones” de carácter cultural. Las tesis “teóricas” de este renegado, fueron acogidas y aprobadas por los Partidos Comunistas, especialmente de la América Latina, entre ellos el peruano, dirigido por una camarilla encabezada por Jorge del Prado Chávez, redomado oportunista que terminó defendiendo al vendepatria Gorbachov y maldiciendo a Stalin, fundador de la URSS y constructor del socialismo, acusándolo de algo realmente inaudito: ser  el “verdadero autor” de la desaparición de la URSS

No había terminado la Segunda Guerra Mundial, y Browder dio a luz su conocida obra titulada “Teherán, nuestro camino en la guerra y la paz”, defendiendo tesis abiertamente revisionistas, antimarxistas, que fueron acogidas ,aplaudidas y aplicadas por el Partido Comunista Peruano. En su Primera Conferencia Nacional , realizada  en  septiembre de 1944, precedida de conferencias preparatorias regionales del norte, centro y sur del país, se aprobó los Informes de Juan Barrio y Jorge Acosta, asesorados por Jorge del Prado que, en resumen, sostienen las siguientes tesis:

1. Después de la Segunda guerra mundial se iniciará un largo período de paz y convivencia pacífica entre el los dos sistemas : el capitalista y el socialista;

2. El Partido  debe convertirse en una organización en la que afluyan grandes masas de ciudadanos sin distinción de clases;

3. A la política internacional entre el mundo capitalista y el mundo socialista deberá corresponder una política de colaboración entre la burguesía y el proletariado;

4. La clase obrera en su conjunto debe luchar consecuentemente por la Unidad Nacional. Independientemente de sus vinculaciones partidarias los obreros tienen en conjunto la tarea histórica de luchar por una  alianza con la burguesía” (1)

En primer lugar hay que señalar que existen fuerzas pradistas que han crecido y se han organizado alentadas por la política  del actual mandatario. Toda apreciación a negar la base popular del pradismo es falsa. Asimismo  pretender organizar la Unidad Nacional sin el pradismo es hacer el juego a la reacción pro-nazi”. (2).

Esta capitulación, hizo del PCP un Partido divorciado de los grandes intereses de la clase obrera y de las mismas masas populares. Sin embargo, el enorme prestigio  ganado por la Unión Soviética durante los años de la Segunda Guerra Mundial , le permitieron aumentar significativamente sus militancia, pese a que en su  Segundo Congreso  realizado en 1946 ,  ratificó la validez  de su línea  revisionista de “unidad  nacional”, con la única observación de que había que “superar los errores y debilidades que en su aplicación cometieron ciertos camaradas y determinados organismos de nuestro Partido” , sin atreverse a señalar que  tales “camaradas eran Jorge del Prado, Juan Barrio y Jorge Acosta, “comunistas”, que ejercieron presión para  hacer aprobar una resolución  que dice:

“El Segundo Congreso Nacional del Partido Comunista Peruano declara que subsiste EN TODO SU VALOR LA LINEA DE UNIDAD NACIONAL”(3)

No es difícil  encontrar la influencia nefasta del revisionismo browderista en esta larga etapa de la historia del Partido Comunista Peruano. La unidad de clases, la renuncia a la defensa de los intereses del proletariado, la connivencia pacifica de clases y sistemas , el apoyo lacayuno al gobierno de Prado, etc. ,etc. ; tales son los viejos antecedentes del revisionismo que se identificó posteriormente ,en forma incondicional, con el revisionismo soviético, cuya carrera destructora  comenzó después de la muerte de Stalin el año de 1953 ,con la reagrupación de todas las corrientes contrarrevolucionarias que se opusieron a la construcción del socialismo en la Unión Soviética durante todo el tiempo anterior a la agresión de la Alemania, y  a cuyo servicio actuaban , como lo demostraron los procesos de Moscú  de 1936 a 1938

II

La dictadura de Odrìa que se inició en Octubre de 1948 con el golpe militar que derrocó al régimen  de Bustamante y Rivero,  puso al desnudo el carácter capitulador  de la línea de ”unidad nacional”, por encima de las clases sociales y opuesta a la ley de lucha de clases. Pero las enseñanzas  de esta etapa de clandestinidad y represión, vividas por el PCP durante 8 años, no sirvieron de nada a su camarilla dirigente, que en todos estos los años  hicieron abandono cobarde  de sus cargos  o huyeron al extranjero.

En 1956, después del 11 Pleno del Comité Central, volvieron a enquistarse en la dirección nacional del Partido, Y ese año el proletariado y el movimiento comunista internacional, fueron sorprendidos por el violento viraje  a la derecha del PCUS en su XX Congreso. Los abyectos ataques de Jruschov a Stalin y la falsificación de la historia de la URSS, provocaron la indignación y rechazo de  los comunistas auténticos y honrados. Sin embargo, otra fue la reacción de los viejos browderistas; estos recibieron con alborozo el nuevo giro del PCUS, poniéndose al margen de los principios y la misma moral comunista. Desde entonces, fue inevitable la lucha entre marxistas leninista y revisionista en el seno del PCP.

Se iniciaba así un nuevo “browderismo”, y sus actores, representantes y defensores eran los mismo que aplaudieron  al renegado norteamericano y  aplicaron sus tesis.La camarilla de Jorge del Prado y Juan Barrio ,  se identificó totalmente con todas las tesis del XX Congreso revisionista del PCUS y tuvieron la osadía de acusar de  “trotskistas”,”aventureros”, “infiltrados”, agentes de la CIA , etc. a todos los comunistas que defendían el pasado glorioso de la Unión Soviética  y a quien simboliza el triunfo de la construcción del socialismo en la URSS y la derrota del nazifascismo en la Segunda Guerra Mundial: Stalin.

La defensa  enconada y furiosa del XX Congreso y el “discurso secreto” de Jruschov, por los revisionistas,  hizo crisis en el XVIII Pleno del Comité Central del PCP realizado el mes de Octubre de 1963.Jorge del Prado, Juan Barrio y su entorno pidieron la ayuda de los comunistas chilenos para defender las tesis  del revisionismo soviético. Su S.O.S. fue rápidamente atendido y esos jruschovistas  destacaron a Volodia Teitelboim para asesorarlos.

Fue en ese Pleno que se produjo la escisión del PCP.  Los miembros del Comité Central que defendieron las posiciones marxistas leninistas y  rechazaron las tesis revisionistas del jruschovismo, quedaron excluidos y separados de sus cargos. El grupo revisionista y su asesor chileno, se declararon triunfantes y prepararon la expulsión de los “dogmáticos antisoviéticos”, partidarios de la “línea aventurera china y albanesa”.

Los revisionistas  triunfantes, gracias a maniobras típicas de todos los oportunistas, duchos  en el manejo de congresos y conferencias del Partido para asegurarse  la mayoría en las votaciones, se impusieron  y la dirección del Partido siguió, como siempre, en sus manos. No se permitió destapar los malos manejos económicos y el estado de extrema putrefacción en que se encontraba sumida  la camarilla dirigente. Se escudó hábilmente en su apoyo lacayuno al revisionismo soviético, exigiendo que el Pleno del Comité Central debía dar preferencia a la discusión de las divergencias en el seno del Movimiento Comunista Internacional. En este debate los revisionistas tomaron una posición rabiosamente jruschovista. Antes ya habían prohibido la circulación y conocimiento de los documentos  de los partidos Comunistas de China y Albania. Mao Tse Tung y Enver Hokha, eran presentados como la encarnación del antisovietismo y el anticomunismo, verdaderos renegados utilizados por el imperialismo. De este modo el revisionismo  del PCP adquirió un carácter lacayuno y reaccionario. En su periódico “Unidad” se publicaban artículos con pasajes como los siguientes:

“”El fraccionalismo se ha cubierto en esta oportunidad de ropaje doctrinario, “ideológico”…Sotomayor oficia de pontífice detractor de la línea  del movimiento comunista internacional, detractor de las tesis del XX Congreso del PCUS sobre la posibilidad de evitar nuevas guerra mundiales, sobre la necesidad de combatir hasta erradicar las nocivas consecuencias que engendró el culto a la personalidad de Stalin y sobre la posibilidad del tránsito pacífico al socialismo, tesis que son la médula de las declaraciones de Moscú de 1957 y 1960”

Refiriéndose a las “tendencias”   del “grupo fraccionalista antipartido”  se dijo:

“La primera encabezada por Sotomayor, acentuadamente dogmática y sectaria en el aspecto ideológico y liquidacionista en lo organizativo. Sotomayor, impenitente dogmático y sectario nunca se avino con las tesis marxistas leninistas de valor histórico universal aportadas por el XX Congreso del PCUS. Se identificó con las posiciones erróneas del Partido Albanés del Trabajo, hoy sustentadas por los dirigentes del  Partido Comunista Chino.”(4)

En la etapa que se inicia al finalizar el año 1963, los documentos de los Partidos Comunistas de China y Albania jugaron un rol de enorme importancia. Del estudio de esos documentos salía a luz todo el contenido  antimarxista, revisionista y contrarrevolucionario de la línea y tesis defendidas por el PCUS y todos sus seguidores. Los comunistas honrados, leales a sus principios y a su mismo pasado, rechazaron con indignación el giro a la derecha  del PCUS desde su XX Congreso: repudiaron  y arrojaron a la basura  el “Informe Secreto» de Jruschov, sucio libelo redactado por un grupo de infiltrados contrarrevolucionarios para falsificar la historia de la edificación del socialismo en la URSS y difamar a Stalin. Estos comunistas honrados  vieron con claridad que en la Unión Soviética se iniciaba un proceso de restauración del capitalismo. Pero los viejos browderistas encabezados por Jorge del Prado Chávez pensaron y actuaron como les ordenaban los usurpadores  del poder del Partido y del Estado en la URSS.

La identificación total del grupo dirigente del PCP  con las posiciones del revisionismo  nacido en el XX Congreso del PCUS, llegó al extremo de haber protestado airadamente  por la caída de Jruscshov, creyendo que constituía una amenaza de retorno a las posiciones bolcheviques del tiempo de Stalin. En su vocero “Unidad”, se encuentran alabanzas increíbles a su amado Nikita, como las siguientes:

“Los camaradas peruanos consideramos su vida como un ejemplo viviente de lealtad y consecuencia comunista, de desvelo constante por el progreso de la humanidad, entre otros por los siguientes rasgos imborrables y ya históricos: por vuestra valiosa contribución a las tareas organizativas del PCUS y a la derrota del fascismo en la Gran Guerra Patria; por vuestra  fecunda y creadora participación en el XX  y el XXII Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, especialmente en lo que concierne al esclarecimiento sobre el culto a la personalidad y a la elaboración del Programa de la Construcción del Comunismo en la URSS; por vuestros firme y decididos aportes a la causa de la paz mundial, de la coexistencia pacífica y al plan de desarme general y completo; por vuestro apoyo en todos los frentes a los movimientos nacional liberadores de Asia, África y nuestra querida Cuba en la América Latina; por vuestra tesonera lucha en pro de la unidad del movimiento comunista internacional, CONTRA LAS DESVIACIONES SECTARIAS, RACISTAS  Y SISMATICAS Y FINALMENTE POR VUESTROS TRABAJOS EN EL CAMPO IDEOLOGICO CONTENIDOS EN OBRAS TAN IMPORTANTES COMO “EL IMPERIALISMO ENEMIGO DE LOS PUEBLOS, ENEMIGO  DE LA PAZ”, “SOCIALISMO Y COMUNISMO”(5)

Todas estas abyectas alabanzas se le dirigían a  Jruschov, al mismo tiempo que se repetían todas las infamias que el “querido camarada Nikita” escribió en su informe secreto insultando y calumniando a Stalin con la farsa  de “la lucha  contra  culto a la personalidad”.

III

Como es de suponer, el revisionismo del PCP  tuvo consecuencias nefastas en su política interna. En las elecciones  del año 1962 propugnaron la formación de un Frente de Liberación Nacional para tomar el poder “con votos o con balas”, porque, según decían, “existía una típica situación revolucionaria”. Ese “Frente de Liberación Nacional” estaba dirigido, no por el Partido, sino por tres personajes ajenos a él: un general retirado, un periodista y un sacerdote. que hicieron  del Frente su propio Partido, después de una clamorosa derrota electoral, en la que no hubo  votos ni balas.

Después de esta derrota , que sirvió para demostrar la incapacidad y el oportunismo de los revisionistas peruanos , siempre capitaneados por Jorge del Prado Chávez,  el Partido sufrió una dura represión que sirvió para que  la militancia experimentara las consecuencias  nefastas de una línea política  oportunista , improvisada, sin principios, producto de  una dirección revisionista que creyó que se podía llegar al poder  “por vía pacífica” , a través un  remedo de  frente de liberación nacional.

El año de 1968,  un golpe de Estado  dirigido por el Gral. Velasco Alvarado derrocó al régimen de Belaunde Terry. Se inició una etapa de cambios de carácter antifeudal y antiimperialista, bajo la dirección de las fuerzas armadas del país. Este acontecimiento, inédito, en nuestra historia, sirvió para demostrar, una vez más, que el PCP dirigido por Jorge del Prado, era ajeno al marxismo leninismo.  El revisionismo peruano se  plegó al golpe y lo apoyó total e incondicionalmente, con el argumento de que las Fuerzas Armadas y Velasco Alvarado, en persona, eran los dirigentes indiscutidos de la revolución peruana.

En el VI Congreso del PCP, realizado en noviembre de 1973, después de ensalzar “la construcción triunfante del comunismo en la URSS”, Jorge del Prado en su Informe político  dijo:

“Al ratificar este acertado enfoque sobre los factores que han posibilitado  el inicio y el avance de la primera etapa de la revolución peruana, y  de su orientación no capitalista durante estos cinco años, el Congreso ha reconocido solemnemente y ha saludado con alborozo, la ventaja estratégica invalorable que significa para los intereses de la patria y del pueblo peruano contar en este lado de la trinchera, en el lado de la revolución, a la fuerza armada dirigida por un equipo lúcido y honesto de patriotas revolucionarios, a cuya cabeza se encuentra un hombre de temple especial, un hombre abnegado, infatigable y ya heroico, como el Gral. Juan Velasco Alvarado jefe indiscutido e indiscutible de  esta revolución en marcha”. (6)

Nadie puede dudar que las reformas  de fondo realizadas por el régimen de Juan Velasco Alvarado tuvieron un carácter definidamente  antiimperialista y antifeudal. Sin embargo, era imposible que las Fuerzas Armadas dirigidas por este valiente militar, condujeran el proceso revolucionario a la etapa socialista, como lo pregonaban los revisionistas  y su jefe, Jorge del Prado Chávez. Ese paso histórico y complejo, solo puede realizarse  bajo la dirección del Partido del proletariado, después de que instaura su propio poder, en alianza con el campesinado pobre. Esta es una cuestión básica y elemental  que ningún auténtico Partido de la clase obrera puede  olvidar sin traicionar su misión histórica y traicionar a la misma revolución, como lo demostró después el camino seguido por el mismo  “proceso peruano”.

El grupo de asesores de ese “proceso” no tardó mucho en hacer público y defender el “modelo” de sociedad “ni capitalista ni comunista”, que el “proceso peruano” se proponía construir, modelo que según sus ideólogos no tenía necesidad de partidos políticos para cumplir sus objetivos.

Una sociedad que, habiendo superado sus rezagos feudales y su sometimiento al imperialismo, no avanza ni se transforma en socialista, se queda como capitalista en forma inevitable. En ese proceso histórico, no hay ni habrá  sociedades “ni capitalistas  ni socialistas”, como pretendían los asesores  del  Gral. Velasco Alvarado, “jefe indiscutido e indiscutible del proceso revolucionario en marcha”, de acuerdo a Jorge del Prado Chávez, jefe del revisionismo peruano.

En  los grandes virajes de la historia, cuando surgen situaciones nuevas que exigen serios análisis de clase,  el rostro  de los revisionistas sale a luz. No pueden ocultar su fea cara de renegados y se ponen al servicio  de intereses ajenos a la clase obrera y la revolución. Inventan teorías para ocultar su traición y  justificar su oportunismo. Durante el régimen de Velasco Alvarado esta fue la conducta de los revisionistas peruanos. No fueron capaces de hacer un  detenido análisis del proceso democráticos nacionalista que venía ocurriendo en el país y  descubrir sus limitaciones de clase, desenmascarando el grosero diversionismo ideológico del equipo de “asesores” del régimen velasquista. Su seguidismo  solo sirvió para dar aliento a los “críticos” del marxismo y enemigos del leninismo; contrarios a la participación activa de la clase obrera y su Partido  en el proceso de cambios iniciados con el golpe de Estado de 1968.

No se puede negar que Juan Velasco Alvarado fue un militar  honesto, valiente y nacionalista antiimperialista; pero tenía limitaciones político ideológicas que  no le permitían conducir el proceso revolucionario peruano hasta una etapa realmente socialista. Representaba  las aspiraciones  del pueblo peruano de poner fin al atraso derivado de la semifeudalidad y la dependencia del imperialismo en que se encontraba el Perú. No era difícil constatar esta verdad; pero el revisionismo de los dirigentes del PCP les hizo pensar y creer  que el “proceso peruano” constituía una prueba irrefutable de que la vía pacífica al socialismo  tenía, en el caso peruano, una comprobación indiscutible. Sin embargo, era suficiente  tener en cuenta el contenido del “Plan Inca”  para desmentir y desenmascarar a los oportunistas del grupo revisionista encaramado en la dirección del PCP.

En las” Bases ideológicas de la Revolución peruana” se dice que esta  revolución  “es un proceso autónomo que se desarrolla para transformar el sistema político, económico y social del país y cancelar nuestra condición de sociedad subdesarrollada ,capitalista, oligárquica y sometida a los intereses del imperialismo, a fin de construir una democracia social en que todos los peruanos puedan realizarse a través de la plena participación en el ejercicio del poder social dentro de una comunidad nacional verdaderamente soberana”.

La participación de  todos los peruanos en el ejercicio del poder social, es una utopía, mientras  existan clases opresoras y clases oprimidas, explotadoras y explotadas. Esto enseña el marxismo, pero los revisionistas hicieron suyas las “enseñanzas” del equipo del “jefe indiscutido e indiscutible de la revolución peruana”.

El “proceso peruano” lo encabezaba el Gral. Velasco, pero su equipo de “asesores”, le daba la línea política y le señalaba los objetivos a cumplir, de acuerdo a toda una concepción  pequeño burguesa utópica y, en el fondo, anticomunista, sobre la revolución peruana. Destacaba como uno de sus principales ideólogos, Carlos Franco, en cuya obra  titulada “La Revolución Participatoria”, se  dice lo siguiente:

“La norma  directriz de un modelo de socialismo participatorio conduce al proceso peruano a implementar en su vía nacional un tipo de copropiedad y cogestión de los trabajadores y los capitalistas privados…,la comunidad industrial  boceta el proyecto de la propiedad social autogestionaria generalizada”(7)

En pocas palabras,  al “socialismo participatorio” se llegaría en el Perú a través de la “comunidad industrial”, producto de la copropiedad y la cogestión de obreros y capitalistas. Esto equivale a proponer que obreros y capitalistas convivan pacíficamente, sin contradicciones ni antagonismos de clase y edifiquen juntos un “socialismo participatorio.” Una verdadera utopía pequeño burguesa reaccionaria El viejo PCP.  y su líder inamovible, , aplaudieron este modelo, y siguieron lacayunamente  el desarrollo del “proceso peruano”, dirigido por un “hombre de temple especial”; una revolución que nos llevaría a una sociedad “ ni capitalista ni comunista”.

IV

El largo camino de seguidismo lacayuno del revisionismo peruano, se hizo más patente  que nunca  con motivo de la “Prestroika” de Gorbachov. Con este individuo el revisionismo soviético  ingresó a una etapa final, culminando su larga labor de restauración del capitalismo, no solo en el campo económico y social  sino en la superestructura político jurídica. La nueva burguesía, nacida  a la sombra del Poder soviético y fortalecida durante los  años  posteriores a la Segunda Guerra Mundial,  se propuso tomar por asalto todo el poder político y reconstruirlo. Ya había  dado los pasos  necesarios para consolidar su dominación, desde los años  en que la pandilla de Jruchov  usurpó el Poder del Partido y del Estado. Ahora le era necesario destruir los últimos vestigios de socialismo y dar comienzo a un sistema capitalista completo y cabal. Al renegado Gorbachov se le encargó esta tarea, y  para fundamentarla y cumplirla,  este inventó el “Nuevo pensamiento” y la “Perestroika”, agitando la consigna demagógica de  “más socialismo” y “más democracia”, con el fin de  encubrir sus objetivos  contrarrevolucionarios.

El revisionismo internacional, pero en forma especial el revisionismo peruano, aplaudió de inmediato a Gorbachov por su “Nuevo pensamiento” y la “Perestroika”. Jorge del Prado, entrevistado por la redacción de la “Revista Internacional”,  manifestó lo siguiente:

“… el más grande mérito del camarada Mijaíl Gorbachov y la dirección del PCUS que le acompaña, la más valiosa contribución de ellos al enriquecimiento del marxismo leninismo – y no solo a la construcción del socialismo en la URSS_ consiste precisamente en haber tomado plena conciencia del momento y de las circunstancias concretas en que les ha correspondido actuar como auténticos continuadores del legado de Lenin, al frente del PCUS y del Estado soviético”(8)

El  mismo “Secretario general “ del PCP , ante la pregunta que se le hizo sobre “el proceso de  reestructuración( perestroica) que se opera en la URSS”,  contestó : “… este fenómeno debe juzgarse a la luz de aquella ley objetiva del desarrollo social descubierta por el marxismo, según la cual las fuerzas productivas(materiales e intelectuales) tienden a desarrollarse más rápidamente que las relaciones de producción o relaciones sociales hasta el punto de convertir a estas  en un obstáculo insoslayable al avance social, momento en que se hace  imperioso un cambio de estas relaciones.”(9)

Las relaciones de producción no son otras que las relaciones de propiedad de los instrumentos y medios de producción. Si en el socialismo estas relaciones de propiedad  entran en contradicción con el desarrollo de las fuerzas productivas, la única forma de conseguir la armonía o correspondencia entre ambas, es avanzar a la sociedad comunista en la cual, a cada uno  le corresponde lo que necesita y cada uno da a la sociedad lo que le permite su capacidad. Pero con la “perestroika” se hizo todo lo contrario; esta “reestructuración”  determinó el retroceso a formas capitalistas  de producción, con el pretexto de “democratizar” las empresas. Ignorando esta cuestión elemental Jorge del Prado  dijo:

“Consideramos que la “Perestroika” y el “glasnot” fueron necesarios y oportunos en Unión Soviética, ya que las relaciones económicas, sociales y políticas vigentes desde hace 60 años se habían convertido en pesadas trabas al desarrollo de las fuerzas productivas y al crecimiento de las necesidades materiales, culturales y espirituales de los pueblos soviéticos, así como su creatividad. A la democracia económica lograda en este lapso en cuanto a necesidades materiales básicas, había que agregar una vigencia plena de la democracia política y empresarial”.(10)

De acuerdo a esta formulación  de Jorge del Prado, la contradicción surgida entre  las relaciones de producción y el carácter de las fuerzas productivas  en un sistema socialista, debe superarse mediante la “democracia política y empresarial”, la misma que en la URSS debía seguir el  ejemplo de las empresas autogestionarias peruanas del tiempo de Velasco Alvarado. En efecto, a otra pregunta que la redacción de la misma revista soviética le hizo  sobre la Perestroika, el dirigente revisionista peruano respondió:

“Juzgo que en todo ello tienen que ver tanto las reformas en sí y principalmente las de tipo autogestionario, como el rompimiento enérgico de las trabas burocráticas y conservadoras que engrilletaban la capacidad creadora, individual y colectiva de los trabajadores en el proceso productivo.” Y agregó:

“Cabe anotar que en nuestro país las reformas empresariales de tipo autogestionario emprendidas por el gobierno del General Velasco, continúan demostrando su eficacia en el contexto nacional , no obstante el entorno capitalista dependiente que aun predomina y la fuerte resistencia opuesta a ella por el empresario privado y ciertas dependencias estatales.” (11)

El jefe del revisionismo peruano defendió hasta el final la desventurada Perestroika de los renegados soviéticos:

“Los cambios sustantivos operados por la perestroika y el glasnot en la URSS corresponden a un país donde el partido comunista es gobernante desde hace 70 años”( 12)

Todo esto decía el capitoste del revisionismo peruano faltando apenas  unos meses para la desaparición de la Unión Soviética, como culminación inevitable de la Perestroika y el glasnot , que  dio libre curso y estimuló el anticomunismo y el antistalinismo más rabiosos de toda la historia de  la URSS. Olvidando que el PCUS no era un partido más, como en los regímenes  burgueses, sino el Partido de la  clase obrera en el Poder, el jefe del revisionismo criollo, sugería que  era tiempo de que  el PCUS cediera lugar a otro Partido  en forma democrática  o que el mismo Partido cambiara “democráticamente”.

“En cuanto al PCP – dijo del Prado- la democratización de su vida interna, la apertura hacia un acercamiento y coordinación con otros partidos y la concepción de un gobierno y un poder multipartidario y no unipartidario, constituyen modificaciones y reformas de línea y de conducta que comenzaron a adoptarse en el VII Congreso nacional de nuestro Partido y avanzaron en el IX Congreso” ( 13)

El mes de noviembre de 1991, en carta dirigida  al X Congreso Nacional del PCP , Jorge del Prado, firmando como Senador de la República, dice:

“El enfoque de la “Perestroika” fue igualmente maduro y razonable, apoyamos sus principios iniciales de renovación democráticos y de modernización pero censuramos al mismo tiempo el mal manejo de esos principios que lejos de fortalecer y perfeccionar el socialismo han terminado favoreciendo al capitalismo”( 14) .

Los culpables de que la Perestroika haya conducido a la total restauración del capitalismo en la URSS, según Jorge del Prado , son los que la aplicaron mal, porque sus principios y sus objetivos estaban destinados a perfeccionar el socialismo. Es su mala aplicación la que  condujo al capitalismo.En otras palabras, todo salió al revés porque la triple A, es decir la autogestión, la autofinanciación y la autonomía se manejaron mal , dice el capitoste de revisionismo peruano. Pero la verdad es otra. Los usurpadores del  poder del Estado y del Partido en la URSS , se opusieron desde un principio a la obra científica de Stalin , “Problemas económicos del socialismo en la URSS” , en la que se explica con  claridad meridiana y científica los objetivos que deben cumplirse para continuar el avance del socialismo hasta llegar al comunismo. Las reformas de Jruschov y la Perestroika  de Gorbachov hicieron todo lo contrario a lo señalado por Stalin  en su obra citada. Eran conscientes de los resultados que tendrían  sus reformas, todas opuestas a las enseñanzas de Stalin.

El apoyo del revisionismo criollo a la “Perestroika” fue abierto y franco: pero cuando fracasó y demostró que su objetivo era restaurar totalmente el capitalismo, los dirigentes revisionistas, atribuyeron estos nefastos resultados a una “mala aplicación  de sus principios”. Se llegó al extremo de defender al traidor vendepatria, M. Gorbachov. Calificado por los  ultra renegados  como “conservador” , Jorge del Prado, haciendo constar en su firma que era Senador de la República , escribió:

“El calificativo de “traidor” endilgado a Gorbachov, procedió precisamente de los llamados “renovadores” y no de los supuestos “conservadores”(15) .

Esta defensa  del que  simboliza la restauración del capitalismo y la destrucción de la Unión Soviética, fue seguida, inevitablemente por la renuncia franca y sin tapujos al marxismo leninismo, como veremos a continuación.

V

Preparando su total abandono de la ideología del proletariado, el PCP dirigido por Jorge del Prado Chávez , viejo y experimentado browderista, aprobó e hizo circular  un documento que retrata de cuerpo entero al revisionismo criollo, titulado “Hacia la renovación partidaria”, con el subtitulo de “Lineamientos ideológicos”. En ese documento, entre otras barbaridades, se dice lo siguiente:

“Los objetivos fundamentales de la Conferencia Nacional son:

Dinamizar en todas sus instancias, la vida del partido a través de una profunda renovación y modernización de sus concepciones ideológicas, políticas, programáticas y orgánicas, rescatando su identidad nacional”

Dando cumplimiento a estos objetivos, el XI Congreso del PCP  acordó:

“Definir nuestra concepción ideológica como la teoría del socialismo científico, concepto  que se sustenta en el marxismo leninismo y los aportes del pensamiento revolucionario nacional y mundial, destacando el aporte del pensamiento de José Carlos Mariátegui”(16)

Que el marxismo tiene 3 partes y 3 fuentes integrantes,  es cuestión elemental  que  todo marxista principiante conoce .Si solo se toma una de esas partes y se desecha las demás, el marxismo queda castrado y monstruosamente deformado. Ha dicho Lenin con sobrada razón:

“La doctrina de Marx es omnipotente porque es exacta y armónica, dando a los hombres una concepción del mundo integra, irreconciliable con toda superstición, con toda reacción y con toda defensa de la opresión humana, Es la legítima heredera de todo lo mejor que creó la humanidad en el siglo XIX: la filosofía alemana, la economía política inglesa  y el socialismo francés”(17).

El marxismo leninismo como concepción exacta y armónica del mundo, no admite mutilaciones, como la que pretenden hacer nuestros revisionistas delpradistas, herederos de todas las aberraciones browderianas En los pasajes siguientes salta a la vista  que estamos frente a renegados que nada tienen que hacer  con el “socialismo científico”

“Considerando las modificaciones ocurridas en la estructura de la sociedad… el partido debe definirse hoy no solo como un partido de la clase obrera, sino como un partido de los trabajadores que aspira a representar los intereses históricos de los trabajadores, en la acepción más amplia de este concepto, que incluye a los obreros fabriles, técnicos, campesinos, empleados, trabajadores informales, trabajadores de la cultura, pequeños empresarios, etc. , renovando el concepto tradicional de la alianza obrero campesina”

Cuestión elemental del socialismo científico es su teoría sobre las contradicciones de clase, la lucha de clases  y el rol histórico universal del proletariado, Quien  revisa esta  cuestión básica  del socialismo científico es un simple  apostata  y renegado. Y esto, precisamente esto, es lo que son Jorge del Prado y su pandilla en el Perú, por haber  rebajado a la clase obrera  al nivel de los empleados y los “pequeños empresarios” y la pequeña burguesía en general El socialismo científico penetra en la misma esencia del modo de producción capitalista  y las leyes de su desarrollo, poniendo al desnudo la explotación de la clase obrera por la burguesía. Por eso, señala que el proletariado es la única clase revolucionaria hasta el fin, una clase que vive  de la venta de su fuerza de trabajo al capital y que no tiene nada que perder, excepto sus cadenas que lo atan a sus explotadores.

El leninismo enseña que el proletariado debe tener un partido dotado de una teoría revolucionaria, porque “sin teoría revolucionaria no hay movimiento revolucionario”. La teoría revolucionaria del proletariado es precisamente el marxismo leninismo, y el que renuncia a èl es simplemente un renegado que se ha pasado a  las filas de la burguesía y la reacción. Es imposible que un movimiento revolucionario triunfe si no está guiado y dirigido por un Partido proletario revolucionario, marxista leninista. Hasta ahora, esto es lo que enseña la historia. Solo este Partido puede combinar la verdad universal del marxismo leninismo con la práctica concreta de su país. No hay otro Partido que, en las diversas etapas del proceso revolucionario, pueda determinar y señalar los objetivos que deben cumplirse y las fuerzas que deben aglutinarse para derrotar al enemigo.

Siguiendo las enseñanzas del revisionismo contemporáneo jruschovista gorbachista, nuestros revisionistas criollos pretenden convencer a la clase obrera y el pueblo que se puede  llegar al socialismo sin revolución, por “vía “pacífica”, sin necesidad de la dirección de un Partido revolucionario de la clase obrera. Ante esta situación, los auténticos comunistas deben mantener con firmeza sus principios marxistas leninistas, revolucionarios proletarios, sin hacer concesiones que rebajen su nivel ideológico o debiliten su lucha política.

Prosiguiendo con su “modernización”, el XI Congreso del revisionismo peruano, “después de una rica y renovadora discusión acordó”  SUSTITUIR EL TERMINO DICTADURA DEL PROLETARIADO POR EL DE DEMOCRACIA POPULAR”.  a causa de que “ no expresa adecuadamente el contenido que en su momento le dieron Marx y Lenin. Se anotó que el término dictadura se encuentra profundamente desprestigiado por el contenido concreto que le han dado los gobiernos dictatoriales de la burguesía…”(18)

Ignoran nuestros revisionistas  que las democracias populares, surgidas en la Europa oriental después de la Segunda Guerra Mundial, fueron formas de la dictadura del proletariado, ajenas por completo a la democracia burguesa que es democrática solo para las clases explotadoras.

Es oportuno recordar lo que Marx dijo a propósito de la transición del capitalismo al comunismo:

“…Entre la sociedad capitalista y la sociedad comunista media el período de la transformación revolucionaria de la primera en la segunda, a este período corresponde también un período político de transición, y el Estado de este período no puede ser otro que la dictadura revolucionaria del proletariado” (19)

Comentando este pasaje de Marx Lenin ha señalado que se basa en “ el carácter irreconciliable de los intereses antagónicos del proletariado y de la burguesía. Precisamente ese carácter le otorga  las cualidades de clase dirigente de todo proceso revolucionario, incluido el democrático burgués  que se transforma en socialista Pero he aquí que los revisionistas  criollos de Jorge del Prado niegan a esta clase revolucionaria hasta el fin el derecho de organizar su propio partido y conquistar el poder , que no puede ser otro que una dictadura del proletariado. Esta tesis marxista elemental es negada y rechazada por los revisionistas, con argumentos tan disparatados  como los siguientes:

“El término de dictadura se encuentra profundamente desprestigiado “  por culpa de “los gobiernos dictatoriales de la burguesía”…”Igualmente la necesidad de tener en cuenta TAMBIÈN QUE LOS ESFUERZOS POR DAR UNA EXPLICACIÒN TEORICA CONVINVENTE SOBRE LA IDEA DE MARX DE QUE LA DICTADURA DEL PROLETARIADO ERA MAS DEMOCRÀTICA QUE CUALQUIER DEMOCRACIA BURGUESA NO HA TENIDO EXITO,CONSTITUYENDO POR EL CONTRARIO, EN UN OBSTACULO PARA EL TRABAJO DE CREAR CONCIENCIA POLÌTICA EN FAVOR DE LA LUCHA POR EL SOCIALISMO”(20)

El revisionismo siempre ha rechazado la dictadura del proletariado con una serie de argumentos falaces, como los que aspiran a crear un Partido Comunista moderno en el Perú. Refiriéndose a la teorización barata de estos modernizadores que  pretenden pasar por encima de la “dictadura del proletariado”, Lenin dijo:

“Rehuir una definición de la dictadura del proletariado, limitándose a elucubraciones  sobre el despotismo, es o extrema necedad o muy torpe bellaquería”(21)

Lenin también enseño que la dictadura del proletariado quiere decir que “solo una clase determinada “ , es decir la clase obrera está  en condiciones de dirigir a toda la “masa de los trabajadores y los explotados en la lucha por derrocar el yugo del capital” …en la lucha por mantener y consolidar la victoria, en la creación de un nuevo orden social, en toda la lucha por la supresión total de clases”.

No cabe ninguna duda de que, el grupo revisionista de Jorge del Prado, es extremadamente necio y , además,  padece de torpe bellaquería  por sus esfuerzos reaccionarios, no solo de soslayar, sino de oponerse a la dictadura del proletariado con argumentos tan triviales, como los que hemos señalado. Los revisionistas jamás  comprendieron ni aceptaron el papel del proletariado en la sociedad capitalista  ni el carácter antagónico de esta clase con la burguesía. Por eso han renunciado al Partido comunista como  representante de la clase obrera, y lo han convertido en un conglomerado de clases, incluyendo a los “pequeños empresarios”, es decir a una capa de la burguesía.

VI

La degeneración del revisionismo  criollo  llegó al extremo de poner en duda  cuestiones teóricas que son fundamentales en el marxismo leninismo.  Ha divulgado folletos en los que se dice  lo  siguiente:

“¿Continúa vigente la definición de marxismo leninismo entendido como una doctrina que constituye un conjunto único y armónico? ¿Qué opinión tenía Marx sobre la utilización del término marxista o Lenin sobre el leninismo?

“¿El concepto marxismo leninismo podría ya no corresponder a la experiencia y realidad de la época y debemos asumirlo mas bien como el reconocimiento del marxismo y de los aportes de otros revolucionarios?”

“¿Cómo se plantea  hoy el problema del gobierno, el poder y de la violencia en la lucha por la revolución con referencia a las concepciones desarrolladas fundamentalmente por Lenin?

“Continua o no teniendo vigencia la concepción de la lucha de clases como motor  del cambio social?”(22)

Su XI Congreso se encargó de dar las respuestas que Jorge del Prado y Cia esperaban, convirtiendo al viejo PCP en un Partido socialdemócrata común y corriente, como cualquier partido socialista de los que abundan en los países capitalistas.

El cinismo de la banda de Jorge del Prado llegó al extremo de afirmar lo siguiente:

“En vida de Lenin la decisión política de construir el socialismo pese a que las condiciones económicas objetivas no eran las previstas por Marx, determinó la adopción de medidas que no se plantearon como principios permanentes e invariables: LA DICTAUDRA DEL PROLETARIADO OPERADA POR EL PARTIDO, LA LIMITACIÒN DE LOS DERECHOS POLITICOS DE LA BURGUESIA PRIVADA DE SUS PRIVILEGIOS ECONÒMICOS… NO HUBO PUES EN ESA ETAPA, POR RAZONES AJENAS AL MODELO SOCIALISTA, UN DESARROLLO ARMONICO ENTRE EL CRECIMIENTO DE LAS FUERZAS PRODUCITIVAS Y LAS RELACIONES DE PRODUCCION…ESTE FUE EL MODELO DE TRANSITO AL SOCIALISMO QUE SE DESNATURALIZO Y SE BUROCRATIZO ACELERADAMENTE CUANDO STALIN ASUMIO LA DIRECCION DE LA  URSS!”(23)

De esta parrafada revisionista se desprende que, de acuerdo a Lenin, la dictadura del proletariado en la URSS no debió ser permanente ni dirigida por el Partido Bolchevique; tampoco debieron limitarse los derechos políticos de la burguesía que se encontraba privada de sus derechos  económicos. Se llega al extremo de afirmar que no hubo un desarrollo armónico entre el crecimiento de las fuerzas productivas y las relaciones de producción en la URSS porque se trató de  un “modelo de tránsito al socialismo que se burocratizó aceleradamente  desde que Stalin asumió la dirección de la URSS.”

Quien conozca un mínimo de la historia de la Unión Soviética tendrá que  calificar a nuestros revisionistas como descarados falsificadores de la historia y defensores  grotescos de los llamados “nepman” y “kulaks de los tiempos de la NEP., sin cuya liquidación como clase hubiera sido imposible la edificación del socialismo en la sexta parte del mundo. La  defensa de la NEP, por los restauradores del capitalismo en la URSS, no es casual; ellos siempre preconizaron su permanencia y “desarrollo”, y se opusieron al gran viraje que se inició con el Primer Plan Quinquenal elaborado bajo la dirección de Stalin el año de 1929. Desde entonces comenzó la construcción desplegada de la economía socialista en la URRS convirtiéndola  en una gran potencia.  Se comprobó en la práctica que, cuando las relaciones de producción  armonizan con el desarrollo de las fuerzas productivas, un modo de producción  se fortalece y desarrolla. Esto es lo que ocurrió en la Unión Soviética de Lenin y Stalin. La burocratización y el retorno a la economía de mercado capitalista, desde los tiempos de Jruschocv, destruyeron desde sus bases económicas a la Gran Unión Soviética. Por eso, es un farsa disparatada  afirmar que desde que Stalin asumió la dirección de la URSS se burocratizó el “modelo de tránsito al socialismo”. Esta es una de las tantas mentiras de la pandilla de Gorbachov repetida por todos sus epígonos en el mundo, pero en forma reiterada por la pandilla de Jorge del Prado en el Perú.

El revisionismo criollo no se contentó con atribuir a Stalin el “fracaso del socialismo” y la desaparición de la URSS. Estos renegados dicen que ese fracaso y desaparición se deben  “a la concepción de socialismo que puso como cuestión central la toma del poder estatal y la estatización de los medios de producción que condujo a un totalitarismo burocrático con una visión que concebía el socialismo como una necesidad inscrita en la historia a plazo fijo, en cuyo nombre podían conculcarse las libertades individuales y colectivas, limitar la democracia auténtica en nombre de una falsa democracia  directa pero que era suplantada, en los hechos, por el dominio del partido. ¿Qué factores condujeron a esa deformación?”(24)

Esta es una condena abierta a la Gran Revolución de Octubre y una defensa descarada de la  famosa “vía pacífica”, que nunca  tuvo vigencia en la historia de las  grandes revoluciones. Es también un rechazo de la socialización de los instrumentos y medios de producción, después de la conquista del Poder por la clase obrera, de acuerdo a la marcha de  cada proceso revolucionario.  Para estos renegados, las clases explotadoras derrocadas del Poder debieron gozar  de “libertades individuales y colectivas”. Nunca estuvieron de acuerdo con las enseñanzas de Lenin:

“El paso del capitalismo al comunismo llena toda una época histórica. Mientras esta época histórica no finalice, los explotadores siguen abrigando inevitablemente esperanzas de restauración, esperanzas que se convierten en tentativas de restauración.. Después de la primera derrota seria, los explotadores derrocados, que no esperaban su derrocamiento ni creían en él, que no aceptaban si siquiera la idea de él, se lanzan con energía decuplicada, con pasión furiosa y odio centuplicado a la lucha por la restitución del paraíso que les ha sido arrebatado…”(25)

Los difíciles años de la construcción del socialismo en la Unión Soviética, bajo el cerco  capitalista, demostraron toda la verdad que encierra este pasaje de Lenin. Las clases derrocadas del Poder, conspiraron permanentemente para restaurar sus privilegios y destruir el poder soviético recurriendo al terror. La firme respuesta a las conspiraciones de  estos contrarrevolucionarios, hoy es condenada por los revisionistas de todo pelaje, repitiendo el viejo cuento de que se reprimió  a los “mejores bolcheviques”, abusando del poder y violando  normas y principios   democráticos de “valor universal”. Se dice esto, como si pudiera  existir una democracia para explotados y explotadores, en una situación y período` histórico que se distingue porque surge y pugna por consolidarse el sistema socialista, en lucha contra la resistencia feroz de  las clases que han   perdido todos sus privilegios y recurren a todos los medios para recobrarlos. Al referirse a esta cuestión Lenin ha escrito:

“¿Puede mantenerse la democracia para los ricos y los explotadores en un período histórico en que se derriba a los explotadores y su Estado es sustituido por el Estado de los explotados?”(26)

Los que vociferan contra la dictadura del proletariado en la URSS de Lenin y Stalin , jamás  respondieron directamente a esta pregunta, pero en la práctica  exigieron y siguen exigiendo ,  “mantener la democracia para los ricos y explotadores”  en la etapa de edificación del socialismo, en que se   agudiza inevitablemente la lucha de clases. Es de esta cuestión que siempre se han derivado dos posiciones radicalmente opuestas : la revolucionaria proletaria que  aplasta todo intento contrarrevolucionario , y la revisionista que pretende otorgar  todos los derechos y garantías a las clases  explotadoras derrocadas del Poder, para dar carácter “democrático y participativo” al socialismo. Esta es una verdadera utopía pequeño burguesa que la ley de la lucha de clases se encarga de desmentir y desechar.

VII

El revisionismo contemporáneo, que devoró a los Partido comunistas, con pocas excepciones, oculta su anticomunismo detrás de lo que denomina “lucha contra el culto a la personalidad de Stalin”. Hoy  decir  revisionismo es decir antistalinismo; pero este antistalinismo lo que realmente pretende ocultar es  un antimarxismo leninismo rabioso y reaccionario, responsable de la destrucción  de la Unión Soviética y del Campo socialista, surgido después de la Segunda Guerra Mundial. No hay Partido Comunista seguidor de la línea general y de las tesis del XX Congreso del PCUS. que no sea antistalinista.Su  antistalinismo está profundamente arraigado, a tal punto que la misma desaparición de la URRS y el Campo socialista lo atribuyen a Stalin.Esta corriente putrefacta la ha representando siempre Jorge del Prado Chávez en el Perú. Nunca perdió oportunidad para expresar su  antistalinismo, después de conocer el “Discurso secreto” de Jruschov” y todos los documentos  aprobados por el PCUS en tiempos de este siniestro payaso.

La “Perestroika” y el “glasnot”, le dieron oportunidad al jefe del revisionismo peruano para difundir su antistalinismo. Distorsionando la historia del PCP, llegó a decir que la expulsión de Ravines se debió a que utilizaba métodos “stalinistas” en el trabajo del Partido, pero que desde entonces, adelantándose a la democratización y el glasnot gorbachoviano, él, Jorge del Prado, practicó la democracia dentro del Partido durante el medio siglo que ofició de jefe “indiscutido e indiscutible” de los comunistas peruanos. Este  oportunista, sostiene que es un concepto equivocado “confundir el leninismo con el autoritarismo y burocratismo que deformaron la conducta del PCUS y de otros PP.CC, de Europa bajo la INFLUENCIA NOCIVA DEL STALINISMO”. La deformación fue “en Europa”, no en la América Latina ni menos en el Perú, según este liquidador de oficio, que jamás permitió una sana promoción de cuadros, inventando pretextos de toda índole para eliminar posibles rivales. No se contentó con liquidar cuadros, cuando creyó necesario, este furioso antistalinista, destruyó organismos enteros del PCP.

Ha dicho Lenin que el oportunista, por su misma naturaleza, “esquiva siempre plantear los problemas de un modo preciso y definido, busca la resultante, se arrastra como una culebra entre puntos de vista que se excluyen mutuamente, esforzándose por estar de acuerdo con uno y con otro, reduciendo sus discrepancias a pequeñas enmiendas, a dudas, a buenos deseos inocentes, etc.”. Este es un retrato fiel del jefe del revisionismo peruano. Estuvo plenamente de acuerdo con la Perestroika, pero como esta resultó restaurando el capitalismo y no perfeccionó el socialismo, el jefe revisionista culpó de  este fracaso a los que la aplicaron mal.

El método preferido de los revisionistas criollos siempre ha sido el falseamiento y la adulteración de los hechos, con la justificación increíble de que ellos son defensores de los “sagrados intereses del Partido”. Y a todos los que se oponen y desenmascaran sus pillerías, traiciones y atropellos, los califican de “agentes del enemigo, “infiltrados policiales”. Todas las luchas internas del PCP, fueron presentadas por Jorge del Prado, como “operativos policiales”, dirigidos a “destruir el Partido”. Nunca pudo sostener un debate doctrinario, una discusión de  línea general y programa. Los que se oponían a su reformismo inveterado, eran “agentes”, “infiltrados” “anticomunistas”. Y así  se rodeó de politicastros farsantes y oportunistas  que los puso a su servicio. Stalinista cuando Stalin estuvo vivo, antistalisnista  cuando  Jruschov  usurpó el poder, breznevista  en tiempos de Bréznev, y gorbachista  antiBreznev en tiempos de Gorbachov; siempre fue un seguidista lacayuno del revisionismo soviético que utilizó a Mariátegui para justificar y hasta fundamentar sus cambios y acomodos oportunistas.

Los revisionistas criollos , arrojando al canasto su  furibunda  lucha contra los “cismáticos” , “desviacionistas” “antileninistas y antisoviéticos” chinos ; cuando desapareció la Unión Soviética, y tenían apremios económicos, volvieron los ojos a la R.P.Ch. Jorge del Prado ,pidiendo perdón por su pasado antichino, solicitó un viaje a Pekín  para estirar la mano y pordiosear  la “ayuda “ que los revisionistas del PCUS , borrados del mapa, ya no podían darle. Este individuo, seguidor incondicional del revisionismo  soviético, refiriéndose a los dirigentes chinos escribió:

“CONFORME LO ESTABLECE EL XIX PLENO, LA LABOR ESCISIONISTA DE LOS DIRIGENTES CHINOS Y SUS COMPLICES CRIOLLOS, TANTO POR SU CONTENIDO COMO POR SU FORMA, CONSTITUYEN EL ELEMENTO MAS PELIGROSO UTILIZADO ACTUALMENTE POR EL IMPERIALISMO Y LA OLIGARQUIA NATIVA YA QUE DESEMPEÑAN EL PAPEL DE CABALLO DE TROYA DENTRO DEL MOVIMIENTO OBRERO Y POPULAR.LA IV CONFERFENCIA  NACIONAL DESTACA ,NO OBSANTE QUE NUESTRO PARTIDO HA SIDO CAPAZ DE DERROTAR A ESTE VIL INSGTRUMENTO REACCIONARIO GRACIAS A QUE LA INMENSA MAYORIA DE SUS MILIANTES  Y LA TOTALIDAD DE SUS CUADROS OBREROS SE HA MANTNEDO FIRME EN LA LUCHA IDEOLOGICA, DEFENDIENDO LA UNIDAD DEL PARTIDO Y LA DEL MOVIMIENTO COMUNISTA INTERNACIONAL, EMULADOS POR EL GLORIOSO PARTIDO COMUNISTA DE LA UNION SOVIETICA” (27)

No cabe duda: el revisionismo es “una máquina infernal de degeneración” ; una verdadera fragua de dirigentes  de tipo especial : politiqueros sin principios, rastreros y farsantes que se acomodan rápidamente  al que mejor paga. De seguidores y sirvientes del revisionismo soviético se han convertido en seguidores y lacayos del revisionismo chino y sus teorías del socialismo de mercado  y la “triple representatividad”, que son una verdadera traición a la dictadura del proletariado y al socialismo.

Ahora ningún revolucionario proletario auténtico puede  dudar que la línea divisoria entre  marxistas leninistas y revisionistas de toda laya, es su enfoque  y valoración opuestos sobre la construcción del socialismo  en la Unión Soviética de Lenin Stalin, y el rol histórico que jugó Stalin  durante los 30 años de su liderazgo tanto en la URSS como en el movimiento comunista internacional. Es en torno a estas cuestiones  que sale a luz, sin máscara, la verdadera faz traidora del revisionismo.

NOTAS

1. En defensa de los principios marxistas leninistas del PCP- folleto del        OIR.- Ed. Los Andes. Lima 1962  pgs  26 ,27 y 28

2. Ibid Ibid  Ibid

3. Ibid  pg. 36

4. Periódico “Unidad” del  30 / 1 / 64

5. Id   Id

6. Documento Nº 1 VI Congreso del PCP pg. 71

7. Carlos Franco. La Revolución Participatoria.- Mosca Azul Edit. pg.290

8. Jorge del Prado .Ideología y Eolítica . 1988  pg 6

9. Jorge del Prado. Ibid ibid

10. Jorge del Prado.. El Partido y la Perestroika pg 18

11. Jorge del Prado.- Ideología y Política  Nª 7 pg.12

12. Jorge del Prado Tres temas de debate pg. 19

13. Jorge del Prado  Id Id  pg. 20

14. Jorge del Pado.  Un deslinde necesario    pg. 7

15. Jorge del Pado .  Ibid ibid

16. Documento  Por un Partido Moderno, Combativo y Creador pg 34

17. LENIN .Tres Fuentes y Tres Partes Integrantes del Marxismo.Obras TI

18. Documento   Id Id   pg  . 35

19. MARX. Critica al Programa de Gotha. Obras Escogidas T.II pg. 25

20. Documento “Por un Partido Moderno…..pag 34

21. Ibid Ibid   .    pgs  34  35

22. LENIN. L Revolución Proletaria y el Renegado K. Ed. china pg 10

23. Documento. Conferencia Ideológica… pgs   6  7

24. Documento .Hacia la renovación partidaria   pg. 14

25. Ibid Ibid   pag 13.

26. LENIN.  La Revolución Proletaria y el renegado K.  Ed. china pg. 3

27. Jorge del Prado.- Cuatro Facetas de la Historia del PCP-pg 289

Fuentes:

https://liberacindelmanantial.blogspot.com/2012/11/el-revisionismo-en-el-partido-comunista.html

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