¿Alemania desnazificada? : una falsificación histórica que no se sostiene

Cancilleres del Gobierno alemán, Generales del Ejército, fiscales, jueces, altos oficiales de la policía, científicos … todos ellos con responsabilidades criminales no juzgadas, permanecían agazapados en los entresijos del Estado de la RFA

   En 1965, – hace ya 42 años – el profesor  Albert Norden, presentó ante la opinión pública de la República Democrática Alemana, el «Libro Pardo» en el que  aparecen extensos listados los nombres, apellidos y actuales empleos de 1.900 dirigentes nazis y criminales de guerra, que en aquellas fechas manejaban  desde posiciones decisivas en el aparato estatal de la RFAaspectos claves de la política y la economía  germanooccidental.

     A través  de las páginas de su libro, el profesor Norden demostraba, con todo lujo de detalles, como en la República Federal alemana,  en 1965, en el aparato del Estado de ese país figuraban  personajes puntales  de la dictadura de Hitler, entre los  se encontraban:

 – 21 ministros o subsecretarios del gobierno de la República Federal,
100 generales y almirantes de la Bundeswehr,
828 altos funcionarios de justicia, fiscales y jueces,
245 funcionarios dirigentes del Ministerio de Relaciones Exteriores, de las embajadas y consulados de la RFA,

y 291 altos oficiales de la policía y del cuerpo de Defensa de la Constitución.

     En el Llbro Pardo  sólo  contiene en sus páginas, los nombres de aquellas personas que por su actividad dirigente en la preparación y realización de crímenes nazis y actos de agresión y por su participación directa o indirecta o como autores intelectuales de asesinatos en masa, de los que son efectivamente fueron responsables. El  profesor Albert Norden renunció intencionadamente a incluir a aquellas personas sobre las que no existe cargo alguno, como era el caso, por ejemplo, del presidente del Partido CSU, Franz Josef Strauss, que aunque  apoyó activamente al gobierno de Hitler como economista experto, no fue responsable de ningún tipo de crimen . El libro no contiene, pues, exclusivamente los nombres de miembros nominales del Partido nacionalsocialista alemán, sino de aquellos miembros de ese Partido que desempeñaron el papel de instigadores de los crímenes nazis.

     Con el análisis «Libro Pardo», el digital Canarias Semanal.org  abre un nuevo espacio  en el que con el significativo título de «Destripando las entrelineas de los libros»,   se pretende  lograr  que estos no sean objetos pasivos de nuestros análisis, sino que  podamos establecer  con ellos,  igualmente, una suerte de  conversación o interrogatorio con los que poderlos escrutar desde cerca.  El «Equipo Nixor»,  que será el encargado de esta sección, presentará  el contenido de los libros analizados, en forma de entrevista,  con la finalidad de hacerlos accesibles  a todo tipo de lectores.

«EQUIPO NIXOR» PARA CANARIAS SEMANAL:

EL «LIBRO PARDO» : ENTREVISTA.

–  En España y otros países se suele poner a Alemania como arquetipo de lo que debería ser un proceso de desnazificación.  Pero, ¿es históricamente correcto afirmar que en la República Federal de Alemania se produjo durante la posguerra un auténtico proceso de desfasticisación, que acabó con la presencia de nazis en el aparato del Estado de ese país?

    -Sí, es cierto.  Muchos han presentado históricamente la República Federal alemana como el ejemplo de lo que debería ser un correcto proceso de desnazificación debido a sus supuestos esfuerzos  durante postguerra para eliminar la influencia nazi y reconciliarse con su pasado.

     Diferentes factores han contribuido a que muchas personas tengan esa generalizada percepción. Por una parte,  la perseverante campaña desplegada por los medios de comunicación occidentales desde que acabó la II Guerra Mundial, para transmitir la idea de que la República Federal de Alemania era un país «nuevo», carente de vínculos ideológicos  con su  pasado tenebroso.

    Por otra parte, en la memoria de generaciones enteras ha quedado impresa la foto histórica de los Juicios de Nuremberg. Ambos elementos conjuntados, han hecho creer a un sector social importante que en la Alemania del Oeste se había procedido a realizar una auténtica «desnazificación». Sin embargo,  tal creencia  no corresponde a la verdad histórica.

    –  Pero ¿qué datos prueban que eso no fue realmente así? ¿Qué nombres y apellidos de nazis continuaron insertos en el aparato del Estado de la República Federal de Alemania?

     La verdad es que hay miles, repetimos miles, de nombres de nazis que permanecieron incrustados en el aparato burocrático de la República Federal, que nunca respondieron ante los tribunales. por los crímenes que cometieron durante el Régimen nazi.

     Empecemos por citar sólo algunos de los apellidos más destacados que desempeñaron altísimos cargos durante el Régimen nazi y que luego continuaron ejerciendo similares funciones durante el periodo de la RFA. Vayamos con algunos ejemplos notorios, para luego desplazarnos a otros que no fueron tan conocidos.

      Uno de ellos fue Heinrich Lübke,  que fuera nada menos que Presidente de la Alemania Occidental entre 1959 y 1969.  Durante el régimen nazi, Lübke estuvo directamente involucrado en la explotación del llamado trabajo esclavo. 

     Otro personaje muy popular en la RFA fue Kurt Georg Kiesinger. Desempeñó entre 1966 y 1969 la destacadísima función de Canciller de la República Federal de Alemania. Pero antes de eso, durante el Régimen nazi, Kiesinger había trabajado para el Ministerio de Asuntos Exteriores del III Reich, como responsable de la difusión de la propaganda nazi en el extranjero.

    Hans Globke,  que había desempeñado la función de jefe de gabinete bajo el primer canciller de Alemania Occidental, Konrad Adenauer, antes  participó en la elaboración de las conocidas Leyes de Núremberg,  durante el régimen hitleriano.

     Sigamos. Walter Hallstein, que había sido primer presidente de la «Comisión de la Comunidad Económica Europea», precursora de lo que hoy es la todopoderosa «Comisión Europea», fue un miembro destacado del Partido Nacionalsocialista  sirviendo, asimismo, en el Ejército alemán durante la guerra. De manera que con aquellos mimbres se ayudó a construir  la actual urdimbre de la Unión Europea.

    Pero hubo un destacadísimo científico alemán  Wernher von Braun, que los medios de comunicación convirtieron en una estrella durante la «Guerra fría», que trabajó para la cohetería espacial estadounidense,  y que antes había trabajado para los  nazis en los  proyectiles conocidos por V1 y V2, que arrasaron durante la guerra la ciudad de LondresVon Braun, a pesar de su pasado nazi, fue trasladado a los Estados Unidos como parte de la «Operación Paperclip».

– ¿En qué consistió la «Operación Paperclip»?

   –  La «Operación Paperclip» fue un programa secreto de los Estados Unidos que tuvo lugar durante las etapas finales y después de la Segunda Guerra Mundial. El objetivo principal de esta «operación» fue reclutar y llevar a científicos de la Alemania nazi a los Estados Unidos, para allí poner sus conocimientos y habilidades en diversas áreas, -especialmente en la tecnología de cohetes y en otras áreas de la ciencia militar- al servicio de los Estados Unidos

      Los antecedentes nazis de esos científicos fueron ignorados, minimizados o, incluso, borrados para facilitar su traslado a los Estados Unidos y, de esa forma, evitar ruidosas controversias. El papel estelar que los medios de comunicación hicieron que representara von Braun en el mundo Occidental, hizo que ningún medio se atreviera a mencionar nada  que tuviera que ver con sus antecedentes ideológicos. Von Braun fue presentado en la sociedad occidental como un personaje simpático e inmaculado .    

  –   Según el autor del «Libro Pardo», Albert Norden , muchos jueces que habían sido autores de sentencias criminales durante el nazismo continuaron posteriormente actuando como tales durante los años de la posguerra mundial. ¿Qué casos significativos  proporcional libro al respecto?

 Hubo muchos, muchísimos jueces nazis que pronunciaron sentencias condenatorias de todo tipo y continuaron ejerciendo su misma función durante la República Federal de Alemania. Tal fue el caso, por ejemplo, de Carl Friedrich Roemer, un juez nazi que llegó a convertirse nada menos que en presidente del Tribunal Constitucional Federal de Alemania durante  la posguerra. O el de Kurt Rothenberger, un magistrado nazi que, después de la guerra, fue convertido en flamante presidente del Tribunal Supremo de Hamburgo.

    Pero no sólo fueron jueces nazis los que continuaron ejerciendo como si nada hubiera ocurrido durante la RFAErnst Lautz, que había sido un furibundo fiscal durante el régimen nacionalsocialista, fue convertido después de la guerra   en juez del Tribunal Supremo Federal de Alemania.

– Además  de los que se citan, ¿hubo más casos similares?

    – ¿Qué si hubo más casos? Mire, hubo centenares de casos. Pero no parece útil desde el punto de vista periodístico añadir aquí todo el listado que puede leerse con pelos y señales, a lo largo de las  300 páginas del «Libro Pardo». Para ilustrar a los lectores añadamos sólo algunos más. 

    El «Libro Pardo» cita otros muchos casos, como el de los jueces Bommels y Hucklenbroich. Según  Albert Norden ,  ambos magistrados  desempeñaron altas funciones en el Tribunal especial nazi en Posen (Poznan). Pero, sorpréndase. Bommels,  que fue presidente del Senado en Saarbrücken y Hucklenbroich, llegó a convertirse tambien en presidente del Tribunal provincial en Wuppertal.  Ambos pudieron evitar cualquier tipo de persecución judicial contra de ellos. Y cuando el libro que nos está sirviendo de referencia fue publicado, ambos eran todavía receptores de altísimas pensiones.

    El Dr. Siegfried Wehdeking,  por ejemplo, fue juez de la 999 Brigada de Castigo y, después de la guerra, desempeñó la función de burócrata en el Tribunal Supremo provincial de Hamm Josef Schwarze fue Consejero de Tribunal provincial de primera instancia en el Ministerio nazi de Justicia. Después de la guerra llegó a ser nada menos que presidente del Senado de la RFA. ¿Realmente desean que continuemos con el enorme listado?

     – De acuerdo con la documentación que aporta el «Libro Pardo» muchísimos miembros del Ejército nazi, de la SS y de la Gestapo también continuaron ejerciendo sus carreras durante la postguerra en la Alemania Occidental… ¿Es cierto eso?

–   ¡Ya lo creo que es cierto!  Le daré un botón de muestra, de manera telegráfica, para no aburrir a sus lectores:

Miembros de las SS y de la Gestapo en la Policía de Berlín Oeste:

        Johannes Altmann: Antes de 1945, era secretario de la policía secreta en el departamento IV A 3 de la Oficina Central de Seguridad del Reich. Después de 1945, no se especifica su posición o rol, pero continuó desempeñando sus funciones en el mismo lugar.

        Fritz Zipfel: Antes de 1945, era jefe de las SS y miembro del Partido nazi. Después de 1945, se convirtió en inspector de policía y jefe de distrito en Friburgo (p. 65).

        Walter Zirpins: Antes de 1945, era Sturmbannführer SS y director de la policía secreta en el departamento IV (Gestapo) de la Oficina Central de Seguridad del Reich. Después de 1945, se convirtió en consejero superior gubernamental y jefe de la oficina provincial de la policía criminal de la Baja Sajonia (p. 65).

    Otros Ejemplos:

        Hans-Ulrich Werner: Antes de 1945, era primer oficial del Estado Mayor del jefe de la SS y de la policía en la Alta Italia (centro). Después de 1945, se convirtió en consejero superior de policía, subdirector del instituto de policía en Hiltrup, y más tarde comandante de la policía de protección de Berlín Oeste (p. 65).

        Josef Wittek: Antes de 1945, era asistente de policía secreta de la central directiva de la Gestapo en Berlín. Después de 1945, continuó siendo asistente de policía secreta (p. 65).

    Estos son solo unos pocos ejemplos, escogidos al azar, que les servirán para ilustrar a los lectores sobre cómo individuos que estuvieron involucrados en la policía nazi, cometiendo crímenes  pudieron continuar tranquilamente sus carreras en la Alemania de la posguerra. Y en no pocas ocasiones, en posiciones de considerable influencia.

 – ¿A qué factores atribuye el «Libro Pardo» el hecho de que piezas tan esenciales de la máquina del Estado continuarán quedando en manos de personajes de esta catadura?

La continuidad de ciertos individuos y estructuras del régimen nazi en la República Federal de Alemania de la posguerra, especialmente en los ámbitos de la Administración pública, la judicatura, la policía y otros sectores del Estado, puede atribuirse a diferentes factores.

    En principio, al hecho de que en la Alemania del Oeste se produjo un muy incompleto proceso de desnazificación. Después de la guerra, las potencias aliadas se pronunciaron inicialmente por poner un fuerte énfasis en la desnazificación de Alemania. Pero, sin embargo, en cuanto se inició la «Guerra Fría», las prioridades cambiaron hacia la estabilización y reconstrucción de la Alemania Occidental como un fuerte baluarte contra el comunismo.

   En realidad, los procesos de desnazificación se limitaron frecuentemente a los criminales de guerra de alto perfil, mientras que muchos nazis de menor rango, o colaboradores directos de crímenes y delitos, pudieron evitar la investigación y continuar en sus profesiones.

    Por otra parte, muchos de los individuos que habían trabajado para el Régimen nazi poseían habilidades, conocimientos y experiencia que se estimaban fundamentales para la reconstrucción de la Administración de ese país. Con la iniciación de la «Guerra Fría», personajes de la catadura de los citados, furibundamente anticomunistas, estaban en condiciones de sintonizar perfectamente con el perfil político que iba adquiriendo la RFA. Recuérdese que en la República Federal de Alemania el Partido Comunista fue rápidamente puesto fuera de la ley.

Además, había una tendencia en la sociedad alemana de la postguerra a negar o minimizar la extensión de la complicidad y colaboración con el Régimen nazi. «Nadie sabía nada de lo que había ocurrido», se decía con notoria hipocresía social  Por ello, muchos alemanes estimaban que los juicios y castigos deberían limitarse a los principales líderes nazis, y no a aquellos que simplemente «cumplían órdenes» o colaboraban a un nivel menor con el Régimen .

   –  Pero la complicidad con los nazis no sólo se produjo en el aparato del Estado. También los grandes magnates de las finanzas y de la industria fueron cómplices del Régimen nazi en Alemania. Ese es también un aspecto muy destacado del «Libro Pardo».

   La cuestión es que el Partido Nacionalsocialista fue, en realidad, una creación de la clase dominante germana. Los magnates de la Banca y de los consorcios, incluyendo a AEG, Siemens, Krupp, Haniel, Banco Alemán, Banco de Dresde, y Banco de Comercio, entre otros, desempeñaron un papel crucial en determinar la política del Régimen hitleriano y son señalados como principales responsables de los crímenes nazis y de guerra (p. 9).

        Estos magnates financieros e industriales proporcionaron significativos fondos al movimiento nazi, financiando sus campañas electorales y subvencionando a las bandas de terror fascistas para reprimir el Movimiento obrero y todas las fuerzas democráticas (p. 9).

     Los magnates alemanes, además, se beneficiaron de la «arianización», -un proceso mediante el cual los negocios y propiedades de los judíos fueron arrebatados y transferidos a no judíos, a menudo a precios subvaluados-, así como de los lucrativos negocios de armamento. Los grandes monopolios empresariales, especialmente Krupp, IG-Farben, Flick, Thyssen, y otros, contribuyeron significativamente a  la financiación del Partido nazi, y también de la  SS y otros órganos del aparato de terror nazi (p. 10).

     Por otra parte , los grandes monopolios y empresarios industriales también estuvieron involucrados en la preparación directa para la guerra de agresión. Enviaron expertos a las instituciones armamentistas del Estado, donde, conjuntamente con los militares, elaboraron planes de agresión para beneficio de sus empresas (p. 11). Ellos mismos también participaron en el saqueo y explotación de los países ocupados durante la guerra, beneficiándose enormemente de los recursos y la mano de obra de esos territorios.

   –  ¿Cuáles son los apellidos de los grandes industriales y banqueros alemanes que más vinculados estuvieron con el apoyo al Régimen nacionalsocialista?

  En el «Libro Pardo» se citan los apellidos de individuos y entidades que estuvieron vinculados y apoyaron al Régimen nazi. Son los casos, por ejemplo, de AEG, Siemens, Krupp, Haniel.  Según el libro que nos sirve de guía, magnates de la Banca y los consorcios determinaron en gran medida la política del Régimen hitleriano y son señalados como principales responsables de los crímenes nazis y de guerra. Tal es el caso del Banco Alemán, del Banco de Dresde o del  Banco de Comercio.

    También se mencionan otras entidades que tuvieron un papel crucial en la política del Régimen nazi, como  IG-Farben y Flick. Los directores de estas empresas, que luego formaron parte del grupo de hombres más poderosos de la Alemania occidental después de la guerra, fueron también responsables de crímenes de guerra y nazis (p. 17). O Mannesmann, un consorcio que participó en la «arianización» de talleres y negocios judíos. Fritz Berg, presidente de la Unión Federal de la Industria Alemana (BDI) fue también un personaje destacado en la restauración del capital financiero alemán después de la guerra.  

– ¿Se establece en el «Libro Pardo» algún tipo de vínculo entre a la aristocrática familia alemana de «von der Leyen» y el Régimen nacionalsocialista?

–  No. En el «Libro Pardo» no se menciona específicamente a la aristocrática familia alemana «von der Leyen» como vinculada directamente con el Nacional socialismo. Pero Úrsula von der Leyen, la actual Presidenta de la Comisión Europea, -entendemos que la pregunta va por ahí-, es miembro de una familia de sangre azul. Su padre, Ernst Albrecht, fue un político prominente y también sirvió como funcionario en la Unión Europea. En cuanto a las conexiones de su familia con el Régimen nazi,  en el «Libro Pardo» no se cita una evidencia clara de que ello fuera así, aunque proporciona datos polémicos  sobre los que si ustedes lo desean, hablaremos en otra ocasión.

Fuentes:

https://canarias-semanal.org/art/35098/alemania-desnazificada-una-falsificacion-historica-que-no-se-sostiene

Uso di Cookies

Questo sito utilizza i cookies per voi di avere la migliore esperienza utente. Se si continua a navigare si acconsente all'accettazione dei cookie di cui sopra e l'accettazione della nostrapolitica dei cookie, fai clic sul link per maggiori informazioni. Cookie Policy

ACEPTAR
Aviso de cookies