La autopista de datos
Por Fernando Bonsembiante
El gobierno de los Estados Unidos, desde la
administración Clinton - Gore, lanzó un proyecto
ambicioso que pretende cambiar toda la cara de las
telecomunicaciones del país, y, por que no, del mundo. El
proyecto se llama informalmente 'la autopista de datos',
y más oficialmente, Infraestructura Nacional de
Información. La palabra 'autopista' tiene mucho
signficado para los Estados Unidos. Un país tan grande
nunca habría sobrevivido sin una estructura de autopistas
que permitiera comunicaciones tan rápidas y confiables.
Las comunicaciones son lo que hicieron a los Estados
Unidos uno de los líderes del mundo. En este momento el
mundo está enfrentando una encrucijada. Las
comunicaciones están empezando a hacerse digitales en
todo sentido. Ya hay telefonía digital, televisión
digital, correo electrónico, etcétera. Como diría Al
Gore, el vicepresidente de los Estados Unidos, y uno de
los principales promotores de la autopista de datos, las
industrias de la información se acercan a un 'big
crunch', una unión de todas en un solo medio. Es fácil
ver que la distancia entre las industrias se está
achicando cada vez más. Las películas digitales son una
realidad, basta mirar el catálogo de CD Mundo, por
ejemplo, y ver que por $49 podemos comprar una versión en
CD ROM de A hard day's night, la película de Los Beatles.
La música ya se vende casi exclusivamente en CD, un medio
digital. Los videodiscos se están empezando a hacer
populares. Es posible comprar el Martín Fierro, junto con
otros libros clásicos de la literatura hispanoamericana,
en CD ROM. En los Estados Unidos algunas compañías de
televisión por cable ya ofrecen conexión a Internet como
otro de sus servicios.
Esta conexión de industrias y servicios es algo natural y
necesario. En este momento, una persona más o menos
metida en el tema de las comunicaciones, cada vez que
llega a su casa debe chequear su correo, su contestador
automático, su máquina de fax, y su correo electrónico.
Lo ideal sería tener todo junto en un servicio que
combine todos esos medios en uno solo. El correo va a
seguir existiendo, ya que todavía no hay forma de
digitalizar cosas materiales, aunque las cartas y
telegramas normales pueden ser reemplazadas por el correo
electrónico. El teléfono puede ser reemplazado por un
servicio digital de transmisión de voz, que ofrecería
servicios de contestador telefónico, aumentado hasta
convertirse en un sistema personalizado de mensajes. El
fax dejaría de existir, ya que el correo electrónico lo
transformaría en obsoleto. El correo electrónico sería
aumentado para permitir mensajes con sonido, imagen y
animación.
Todas estas cosas, que parecen sacadas de un cuento de
ciencia ficción, son las que prometen Al Gore y Bill
Clinton para un futuro cercano. Este 'big crunch', o gran
colisión, será seguida por un 'big bang', o gran
explosión, donde surgirán nuevos servicios en este nuevo
medio. Ya se habla de televisión interactiva, donde el
usuario podrá elegir qué publicidades quiere ver, además
de qué película o programa quiere ver. La televisión
interactiva le permitirá decidir si está interesado en
ver un anuncio del último automóvil de Toyota, y dejar
sus datos al anunciante para participar en un concurso
para ganarse uno. También va a poder ver un video de U2
en MTV y comprarse unos anteojos iguales a los que usa
Bono, simplemente accediendo a un menú en la pantalla.
Otro de los servicios prometidos por la autopista de la
información es el de películas a pedido. Si tenemos ganas
de ver una película de acción, y ninguno de los 100
canales de cable nos ofrece nada que nos interese,
podemos pedir que nos transmitan 'El vengador del futuro'
sólo para nosotros. Lo mismo se puede extender a otros
medios, como escuchar algunos temas del último disco de
Beastie Boys pagando unos centavos en concepto de
royalties y servicio.
La forma de llegar a esta autopista es extendiendo los
servicios actualmente existentes, y uniéndolos para
lograr un único canal de transporte de información
digital de alta velocidad. Lo más parecido que existe en
este momento es el Internet. Pero existen otros servicios
que pueden servir para la autopista de datos. La
televisión por cable transmite enormes cantidades de
información, cualquier proveedor de cable de la ciudad de
Buenos Aires y sus alrededores tiene un mínimo de 50
canales. Tambien abarca áreas muy grandes, yo tuve la
oportunidad de ver HBO en la ciudad de Eldorado,
provincia de Misiones, rodeado por la selva. La gran
desventaja que tiene es que el transporte de información
que realiza es en un solo sentido, desde el productor
hasta el consumidor, y no hay forma de que el consumidor
pueda enviar información por el cable en sentido
contrario. El teléfono es un sistema que permite la
comunicación en ambos sentidos, pero que no permite
'broadcasting', o sea, enviar el mismo mensaje a gran
cantidad de gente, y tiene un ancho de banda muy pequeño,
o sea, no permite transmitir grandes cantidades de
información, como ser video o sonido de alta fidelidad.
Otro servicio que es un medio interesante para la
autopista de datos es la telefonía celular. Si se pudiera
conectar una notebook a un teléfono celular, uno podría
tener acceso a la autopista de datos desde cualquier
lado. La telefonía celular empezó en Buenos Aires como
algo exclusivo para gente de dinero, y ahora casi
cualquiera puede tener su teléfono móvil, gracias a que
la competencia ayudó a bajar los precios. La autopiasta
de la información va a ser la suma de todos estos canales
de comunicación.
La política del gobierno de los Estados Unidos detrás de
todo esto se puede resumir, sogún Gore, con los
siguientes puntos: fomentar la inversión privada, proveer
y proteger la competencia, proveer acceso libre y abierto
a la red, tomar acciones para evitar la creación de una
sociedad de 'ricos y pobres' de información y fomentar
una acción flexible y participativa del gobierno.
Al Gore promete que la revolución de la autopista de
datos va a ser para todos. Se habla de que todas las
escuelas van a tener acceso a ella. Se habla de que se va
a hacer lo posible para que no existan 'analfabetos' o
'pordioseros' de la información, en definitiva, para que
nadie se quede afuera. Es indudable que en los Estados
Unidos esa promesa es más fácil de cumplir, pero en
Argentina, donde una línea telefónica cuesta hasta 40
veces más cara que en Estados Unidos, o una comunicación
nacional de una provincia a otra cuesta más cara que una
comunicación internacional desde los Estados Unidos, es
difícil que tengamos acceso a la autopista de datos.
Recién ahora estamos empezando a tener acceso a Internet
en forma completa, aunque sólo desde universidades.
Es posible que en el futuro Argentina sea parte de esta
mega-red, pero en un futuro cercano la perspectiva se ve
muy difícil.