Phiber Optik encarcelado
Por F. B.
El día 3 de noviembre de 1993, el hacker Phiber Optik fue
sentenciado a un año y un día en una cárcel federal. En
enero empezó a cumplir su condena.
Mark Abene (el nombre real de Phiber Optik), tiene 21
años, y fue condenado por conspiración, al pertenecer al
grupo MOD (Masters Of Deception, maestros del engaño), y
por ingresar ilegalmente a computadoras.
No era un hacker del montón. Por muchos años fue un
miembro del grupo de expertos técnicos de 2600, fue
columnista invitado regularmente al programa de radio de
Emmanuel Goldstein, 'Off the Hook', y fue reporteado por
muchos medios. Era un representante del mundo
underground. Obviamente, no era una persona que quisiera
permenecer oculta, como un criminal.
El juez que lo condenó fue muy explícito en las causas de
su decisión: 'Debíamos dar un mensaje'. Tambien dijo, al
condenarlo: 'El defendido es un símbolo gracias a sus
propios esfuerzos, por lo tanto, aquí está tambien como
un símbolo'. Obviamente, fue condenado más por lo que
significaba, y como advertencia a los otros hackers, que
por lo que realmente haya hecho. Esto es lamentable. Si
bien es probable que este tipo de decisiones conduzcan a
que la gente tome como hecho delictivo el hacking,
también es cierto que para la ley de los Estados Unidos
(y muchos otros lugares del mundo) toda persona debe ser
considerada igual. Phiber Optik no fue condenado por lo
que hizo, sino que en su persona se está castigando a
toda la comunidad hacker. La ley no debe tomar a la gente
como símbolos, sino como personas, si quiere mantener un
mínimo de imparcialidad.
Como su amigo Emmanuel Goldstein dice en su editorial
para la 2600 de fines de 1993:
'Entonces, ¿qué sacamos de esto, nosotros, la gente en el
punto de recepción del mensaje? Bien, tenemos otro
prisionero a quien cuidar, a un costo equivalente a
cuatro años de universidad. Lo que no tenemos es a
alguien que nos puede ayudar a entrar a Internet por
primera vez. No tenemos la oportunidad de escuchar el
otro lado de la historia cuando la próxima innovación
tecnológica sea proclamada. No tenemos a alguien que nos
explique que pudo haber salido mal la próxima vez que el
sistema telefónico se paralice. Lo que tenemos es una
advertencia, una advertencia para no desviarnos de los
conocimientos seguros, hacer demasiadas preguntas,
exponer verdades molestas, o tratar de encontrar
respuestas de formas no convencionales. Enviar hacker a
prisión es una burla a la justicia, y un día será
reconocido así. Hasta que llegue ese día, sólo podemos
esperar que sus vidas no estén dañadas en forma
irreversible, y nosostros, los que estamos afuera, no
vayamos a empujarnos unos a otros dentro de un abismo de
paranoia tratando desesperadamente de permanecer
inocentes.'
Si quieren escribirle a Phiber Optik en prisión, pueden
hacerlo a:
Mark Abene, FPC/Schuylkill, PO Box 670, Minersville, PA
17954, United States of America.
Recuerden que deben escribir en inglés y que las
autoridades de la prisión pueden leer todo lo que le
llega.