Robando pasajes: la historia de Yuyo
Por el Licenciado Juan Santa Ana
Nota de UBIK: El nombre real del personaje es Raul H. Barragán
En la historia de la informática se hace difícil
establecer cuando comenzaron a hackear las
comunicaciones. La mayoría pensará que fue con la
difusión del modem y la computadora personal, pero mis
investigaciones me llevaron a determinar que mucho antes
de estos ya existían los hackers.
La historia que les presentaré en esta edición es la del
gerente de una compañía aérea, que a raíz de deficiencias
en las comunicaciones, penetró en una red internacional.
Con el correr del tiempo se fue dando cuenta de las
fallas del sistema, llegando a concretar una de las más
grandes estafas internacionales; la que se trató de
ocultar dado que fueron damnificadas varias empresas
aéreas de renombre.
Recién comenzaba la década del 80. Ya desde el año 1978
José Gonzalez se desempeñaba como gerente contratado en
la sucursal Concordia de una empresa aérea. La misma
estaba comunicada con el equipo de Buenos Aires mediante
terminal y telex. Las comunicaciones con la central eran
muy difíciles, las mismas se realizaban bajo el servicio
de la Compañía Enterriana de Teléfonos.
Para poder interpretar la astuta "tarea" se hace
necesario conocer el camino que seguía una reserva de
pasajes, hecha desde la sucursal de referencia: el pedido
se comunicaba a Buenos Aires mediante telex o por
terminal de computadora, y en caso de tener que
entregarse los pasajes fuera del país, por ejemplo en
Madrid con destino a Buenos Aires, a pesar de haber sido
comprados en Argentina, se enviaba la comunicación a SITA
(Sistema Internacional de Comunicaciones Aeronautica),
empresa de origen francés, encargada de hacer las
reservas de pasajes de todas las compañías aéreas del
mundo. Esta empresa registraba el pedido en su
Computadora Central en Inglaterra y hacía el respaldo de
la información en otra Central en Estados Unidos, luego
daba la orden de emisión en la capital española. Este
sistema también contaba con una programación donde las
aerolineas se pagaban entre si los viajes que realizaron
con pasajeros que transportaron de otra compañías y ésta
liquidación de empresa a empresa tenía una demora de seis
meses. El servicio era bastante eficiente, pero complejo.
Ya vimos brevemente como funcionaba el sistema de reserva
de pasajes internacionales, ahora les contaré de que
manera este primitivo y misterioso hacker argentino llevó
a cabo las estafas.
Un día se presentó en la sucursal de Concordia la
posibilidad de una importante venta de pasajes, los que
debian ser entregados en Londres, teniendo los viajeros
como destino Buenos Aires. El gerente, que recibía
participación en las ganancias, no quería perder la
operación, pero las comunicaciones con la Capital Federal
estaban cortadas y no sabían de que forma concretar la
reserva. Busco en la guia de TELEX el numero de SITA
(Sistema Internacional de Comunicaciones Aeronautica) en
Suiza, entablando la conexión en forma directa, sin pasar
por la central de su empresa y realizó la reserva dando
los datos de la compañía aérea. En momentos vino la
confirmación de que los pasajes serían emitidos en el
lugar requerido y la operación comercial se realizó.
El sr. José Gonzalez era una persona muy inteligente y
capaz, circunstancia que lo llevó a ocupar el cargo de
gerente contratado siendo muy joven, pero su otra
característica era la desmedida ambición de progreso
económico que lo llevó a comprar un vehículo a su nombre
con fondos de la compañía, con su cesantía como
consecuencia.
El "Yuyo" Gonzalez (su apodo real), como lo llamaban sus
amigos, se quedó sin trabajo y se fue a tentar suerte a
Brasil. Lo primero que se le ocurrió fue vender pasajes a
mitad de precio, para eso se estudio los códigos y
contraseñas de varias empresas de aeronavegación, las
diferencias horarias y los feriados en los distintos
países. Comenzó mandando un telex a SITA solicitando la
emisión de un pasaje en una ciudad de Brasil, dando como
lugar de origen del pedido la sucursal de VARIG en otro
país, luego fue a la agencia y retiró el boleto aéreo;
todo indicaba que iba a ser un "negocio" progresista.
Pronto comenzó a tener clientela y uno recomendaba a
otro, pero como en la mayoría de éstos casos el abuso es
malo. Un día un futuro cliente se le ocurrió ir a
consultar a VARIG el precio de los pasajes a Europa y
manifestó en la oficina que a él se los vendían a la
mitad de ése valor. El gerente de Varig le preguntó si le
podía conseguir un pasaje al mismo precio, y éste hombre
le contestó afirmativamente recomendándole que fuera a
ver a "Yuyo" Gonzalez. Así fue como se le terminó su
comercio en el Brasil, dado que fue detenido.
Aunque nos sorprenda, "Yuyo", recuperó su libertad
"regalando" algunos pasajes, eso si, de otra empresa
aérea y un cheque, lógicamente "sin fondos".
El regreso a la Argentina lo realizó, como es de suponer,
con otro pasaje aéreo "trucho" y en primera, cuando llego
a Buenos Aires levantó una queja en la empresa dado que
el avión no tenía comida especial para los pasajeros de
primera.
En su país se sentía más comodo y comenzó a trabajar
nuevamente en la venta de pasajes. En algunas
oportunidades pagaba con boletos aéreos distintas compras
y servicios, como también recibía en pago otros elementos
que no fuera dinero. Fue así como llego a sus manos un
reloj Rolex sin funcionar a pesar de ser uno de los
modelos más caros. Cuando lo llevó a reparar le
solicitaron la boleta de compra y como es de suponer no
la tenía, pero cuando lo fue a retirar lo estaba
esperando la policía y lo trasladaron al Departamento
Central para que diera explicaciones de como había
llegado el reloj a sus manos, él dijo que era el pago de
un pasaje, y la pregunta no se hizo espererar ¿Ud.
trabaja en una agencia o en alguna empresa aérea? -
contestó que no y viendo que la cosa se le ponía espesa
decidió confesar, pero mucho no le entendían como
conseguía los pasajes. "Yuyo" se sentía mal, quería
explicar lo que hacía porque estaba orgulloso de su
"tarea". El personal de investigaciones le dio
intervención a los expertos en computación de la policía
para que sean traductores, y así fue como Gonzalez contó
toda la historia, y hasta se prestó a filmar un video con
su confesión explicando de que manera lo hacía, aclarando
además que eran muy importante hacerlo en determinados
horarios y días feriados para evitar el pedido de
reconfirmación.
Cuando la policía comenzó a consultar a las distintas
empresas aéreas damnificadas, fue una conmoción en el
ambiente aeronáutico. Estas que debían ser la imagen del
orden y la seguridad habían sido estafadas en cifras
millonarias, quedando expuesto el desorden administrativo
de SITA, no pudiendo evaluar los montos totales. Ninguna
de ellas se reconoció como damnificada, y "Yuyo" Gonzalez
salio en libertad a los cuatro días.
A pesar de todo, Gonzalez, luego de su libertad,
consiguió nuevo trabajo, fue contratado para estudiar la
seguridad del sistema de computación de una empresa aérea
europea, pero al poco tiempo regreso a las andadas.
Durante su detención Gonzalez conoció a un periodista de
apellido Romero del diario "La Razón", al que de vez en
cuando llamaba y le contaba sus actividades, hace casi
tres años el periodista recibió por la noche un llamado
desde Brasil de "Yuyo", solicitandole ayuda por que lo
estaban persiguiendo, la comunicación se corto y nunca
más llamó.
En esta historía solo fueron cambiados el nombre y
apellido del autor del delito, que en la década pasada
hizo tomar conciencia de las carencias de seguridad en
los sistemas de comunicaciones, conviertiéndose en unos
de los primeros intrusos argentinos en los equipos de
computación.