El paso de Cebra

1

La mujer con los tres perros estaba deshaciendo el lío que se le había formado las correas de sus mascotas cuando sonó el frenazo y después el ruido sordo (ella no se lo pudo explicar a la policía, solo pudo decir que lo relacionó con un romper de cristales y de arrastrar algo sobre la grija).

La mujer miró y vio al Renault 5 cruzado en medio del paso de cebra y había algo debajo de el, no lo podía distinguir.

El hombre que conducía el coche salió rápidamente, asustado y diciendo repetidas veces "¡Hay Dios mío!"

La mujer con los tres perros se acercó al lugar del accidente junto con un grupo de curiosos, y pudo observar una pequeña pierna, era de un niño de unos doce años con unos calcetines blancos y unas ya roídas playeras, entonces supo lo que había pasado.

-¡Llamen a una ambulancia, por Dios! Gritó el conductor que se encontraba en cuclillas mirando por debajo de su coche.

Primero llegó la policía y después la ambulancia.

En cuanto observaron el incidente, supieron que la persona que se encontraba debajo del vehículo había muerto y ya no se podía hacer nada por ella.

La policía sacó fotografías e hizo preguntas a los testigos, llamaron al forense y al juez, al llegar estos sacaron el cadáver debajo del coche y observaron que era un chaval pelirrojo vestido con un chandal Adidas, su cara estaba destrozada, su nariz había desaparecido y con ella toda la parte derecha de la cara.

Metieron el cuerpo en una bolsa y lo levantaron para subirle a la camilla y la ambulancia se fue con su típico sonido.

La gente empezó a murmurar sobre el accidente, "pobre chaval", "estaba desayunando cuando escuché el golpe", "¡tenía la cara destrozada!", "¿Has visto el accidente?"...

Y lo más triste de todo es que algunos jóvenes estaban sonriendo...

2
60 minutos antes del accidente

El despertador sonó a las 8:00 y Mario se despertó somnoliento, con todavía algún rastro del sueño que había vivido, cinco minutos después no se acordaría, se levantó, miró a la silla que tenía y encontró toda su ropa puesta estratégicamente por su madre, sus playeras se encontraban debajo.

Se vistió, cogió los libros, cuadernos y demás cosas y las metió en la cartera.

Su madre abrió la puerta.

-¿Ya te has levantado?

Mario no sabía porque toda las mañanas su madre preguntaba lo mismo, ¿no veía que era así?

-Si, mama.

-Baja a desayunar, pero antes pasa por el baño y lávate las manos.

-Siiiii... eeeh, ¡mama!

-Queee.

-Tienes que comprarme unas playeras nuevas, estas están destrozadas.

-¿Y las que te regaló tu abuela?

-Los chicos del cole sé rien de mí, no quiero llevarlas.

-¿Porqué se ríen?

-No son de marca y me llaman "trapero", quiero llevarlas de marca para que no me digan nada.

-Siempre pidiendo. Se lamentó su madre. –Vale, esta tarde vamos a comprarlas.

-¡Sí! Se alegró Mario.

Cogió la cartera, se la puso al hombro y salió por última vez en su vida de su habitación.

3
45 minutos antes del accidente

Mario se encontraba desayunando, su hermanita entró, se sentó y le sacó la lengua.

-Hola, cara de reptil. Le saludó Mario como todas las mañanas.

-Mama, Mario me ha llamado cara de reptil.

-Mario, deja a Maria y no la digas esas cosas. Le riñó su madre.

-Si, mama. Dijo Mario mientras revolvía la leche.

El desayuno no tuvo más incidentes.

4
40 minutos antes del accidente

Juan estaba leyendo el periódico, su mujer le estaba preparando el café.

-Vaya, el Madrid ha vuelto a perder, todo es culpa del francés ese. Dijo Juan a su mujer, esta no le prestó atención, como todas las mañanas Juan le comentaba sus inquietudes deportivas, pero esta no le interesaban esas tonterías.

-Hoy tengo que pasar por la tienda de "Leroy" a comprar unos tornillos. Dijo Juan.

-Te desviarás bastante de tu camino al trabajo. Le dijo su mujer mientras le daba el café.

-Que más da, no voy ha llegar tarde...

5
30 minutos antes del accidente

-Mario, vas ha llegar tarde a clase. Le dijo la madre.

Mario se encontraba viendo los dibujos en la tele.

-Ahora voy.

Se levantó y se puso la cartera al hombro sin apartar la vista de la televisión.

-Mariaaaaa, nos vamos. Gritó la madre.

La niña vino corriendo con una carterita a la espalda.

-¿Estas seguro que quieres ir solo y andando?

-Si, no quiero que los de clase me vean con mi madre.

-Vaya, eso es amor de hijo.

-Si, venga, vale, me voy.

-Oye, ¿no me das un beso?

-Maamaaaaa.

-Veeenga.

Y Mario besó por última vez a su madre, después salió de casa.

6
25 minutos antes del accidente

El motor del Renault 5 arrancó y el coche de Juan salió del garaje.

7
15 minutos antes del accidente

Mario se encontró con Pedro:

-Que pasa, ¿ya vas pa`clase? Preguntó Pedro.

-Tú que crees, jo que asco y todavía es Martes...

-Hala, pues habrá que joderse y esperar.

-Cierto.

Los dos se quedaron mirando al suelo no sabiendo como continuar con esa forzada conversación.

-Bueno, pues nada. Concluyo Mario.

-Si, esta tarde nos vemos.

-Suuupongo, pero primero voy ha comprar unas playeras.

-Piiiijo.

-Siiii. Dijo Mario sonriendo.

Y cada uno se fue por su camino.

8
5 minutos antes del accidente

-Que tal Juan, que te hace pasar por aquí, por esta tienda perdida de las manos de Dios.

-Que necesito tu inestimable ayuda. Respondio Juan.

-Pues que quieres.

-Aunque parezca extraño, unos tornillos.

-Aja, de que tamaño.

-Es para un armario de la cocina, de estos típicos.

-Si, ya se.

Leroy buscó por unos cajones y saco un puñado de tornillos delgados, pero largos.

-¿Con esto te valdrá?

-Y me sobra, pero como dice el refran...

-Si, si, son 125 pelas.

-Vaya un palo.

-La vida es asi.

Y los dos sonrieron, Leroy le envolvió los tornillos en un papel marrón y se los entregó, mientras decía:

-Tienes que pasar por mi casa a ver mi nuevo Jardin.

Leroy era asi, parecía un hombre fuerte y varonil, pero iba y tenia un jardin, o se le veia jugando con sus hijos como si fuera un niño más.

-Vale, lo haré, bueno me voy que el jefe me espera.

-Vale que lo pases bien.

-¿Trabajando?, lo dudo.

Leroy soltó una carcajada y Juan se marchó en dirección al coche, tenía algo de prisa, se le había hecho tarde.

9
2 minutos antes del accidente

Mario empezaba a acelerar el paso, como siempre se le estaba echando el tiempo encima, para él era horrible llegar tarde, abrir la puerta de la clase y todos sus compañeros mirandole fijamente hasta que se sentaba, se preguntaba por que le miraban, ¿tenía algo de especial verle sentarse?

El chaval ya iba practicamente corriendo, aunque él no se había dado cuenta.

10
1 minuto antes del accidente

Vaya, ya era tarde, Juan pensaba que no se iba a retrasar, pero lo estaba haciendo, y debía abrir la puerta del taller,  pisó el acelerador...

11
20 segundos antes del accidente

Mario llegó al paso de cebra, estaba mirando el reloj, era tarde, era muy tarde, al otro lado de la calle una mujer estaba con sus perros, se le había montado un buen lio con sus correas, Mario empezó a cruzar la carretara sin percatarse de que el semáforo estaba en rojo...

12
10 segundos antes del accidente

Juan estaba sudando.

-Vaya un calor que tengo, y eso que es por la mañana.

Sacó un pañuelo del bolsillo y se le pasó por la cara, cuando se le quitó, observó algo que había a unos diez metros de el.

-"¿Un niño?" Pensó. –"Si, Dios, ¡un niño!"

Juan pisó el freno...

13
2 Segundos antes del accidente

Mario oyó un frenazo, miró para ver si veía el accidente y entonces lo vio, un coche se avalanzaba sobre él, se quedó paralizado viendo como la delantera del Renault se echó sobre él y cerró los ojos.

14
1 segundo antes del accidente

Juan pisaba el freno.

-"Iba demasiado rápido, ¡no se va ha detener a tiempo!" Los pensammientos de Juan no estaban equivocados.

15
El accidente

El coche envistió al chaval, Mario notó un golpe contra su estómago y entonces cayó al suelo, se golpeó la cabeza y lo último que pensó fue:

-Mi mama, mi pobre mama.

Y despues simplemente hubo oscuridad.

16

Juan observó los ojos del chaval, una imagen que nunca borraría en su vida y que le vendría una y otra vez en sueños y vio como el chaval se golpeaba contra el morro del coche y desaparecía debajo de él.

El coche se detuvo, Juan estaba sudando, "le he matado, ¡le he matado!" pensaba, se quitó el cinturón de seguridad y bajó del vehículo.

Y en efecto, Mario con 12 años de edad, perdió su vida, prácticamente sin haberla vivido, durante un par días se habló del accidente en aquella calle, pero algún tiempo despues todo fue olvidado y la gente continuó su vida como siempre. 


OSCAR MONTES


 

http://www.geocities.com/doncaballo
                                                                                                                     
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