¿COMO ENTRAR A LOS SITIOS GRATUITOS QUE PIDEN TARJETA DE CREDITO?



Si los sitios son gratuitos, o te regalan un acceso de una semana, ¿por qué piden un número de tarjeta de crédito?  Según ellos, para verificar la edad de quienes lo visitan (se trata casi siempre de sitios para adultos), pero la realidad es que es una simple estrategia de ventas.  Si ya tienen tu tarjeta sólo requieren tu consentimiento (expreso o no tan expreso) para venderte cualquier cosa y facturarla de inmediato.

¿No es acaso un truco INJUSTO?  ¿Acaso aquellos que no tienen American Express o Visa no pueden también ser mayores de edad?  ¿Si lo que ofrecen es "gratis", acaso está bien pedir a cambio algo, aunque más no sea información sobre la tarjeta de crédito?

Las respuestas son:  No sólo es injusto, es un fraude.   Si ofrecen algo gratis no pueden pedir nada a cambio, esa es la diferencia entre "regalo" y "promoción", así cómo ocurre con los pobres peatones incautos que creen haber ganado una cámara fotográfica o una estadía en la playa por sólo ir a escuchar a un vendedor durante un rato y rechazar la oferta.

A un conocido mío le dijeron que había ganado una semana de estadía en la playa, que lo pasara a retirar, y lo cierto es que no lo dejaron irse hasta que se llevó, no solo su estadía gratis, sino también un "tiempo compartido" (modalidad de vacaciones) que tuvo que pagar 10.000 dólares.  Tal es la habilidad de los vendedores, que él recién cayó en cuenta esa noche, en su casa, que lo que se había comprometido a pagar era excesivo para su presupuesto.
 

Y tal es el fraude, y la presión a la que fué expuesto, que un juez lo liberó del compromiso.

Distinto fué el caso de un buén amigo mío, que (según lo que él me relató) en cuanto entró a la editorial sudamericana Larousse, a retirar el premio de una "raspadita" ("scratch 'n win" para los que no entiendan el término), lo invitaron a presenciar la presentación de una espectacular enciclopedia.  Él aclaró al vendedor que no deseaba comprarla, a lo cual le respondieron que no habría ningún problema, que se quedara si deseaba apreciar la presentación, lo trataron muy amablemente, café de por medio, sin presiones, y al retirarse le entregaron el vale por esa semana de estadía en la costa que había ganado.

Todos estos casos tienen algo en común.  Lo primero en llegar son los premios y los regalos, que casi siempre son: una cámara fotográfica (y la posibilidad de ganar un coche) o una semana de vacaciones, y en el caso de estos sitios web, una semana de membresía gratuita.  Lo que llega después es una larguísima sesión de ventas "one to one" (uno a uno, el vendedor trata directamente con el comprador, hasta hacerlo ceder, y la orden es no dejarlo ir hasta que compre, sobre todo si ya lograron que informe el número de su tarjeta de crédito).
 

En el caso de estas páginas web, el truco es que apretes algún botón "Aceptar" que no explica exactamente qué es lo que vas a aceptar.

Se plantea otro interrogante:  ¿Está bien, sospechando las intenciones de quién nos lo interroga, informar un número de tarjeta de crédito que no sea el nuestro?

La respuesta es que no.  Si el número es inventado, corremos el riesgo de que lo chequeen y sea inválido.  Si es un número obtenido con un programa como el que nombro abajo, probablemente sea la tarjeta de otra persona, y no es correcto usarlo.  Además siempre cabe la posibilidad de estar tratando con gente de bien, como el caso de la editorial "Larousse".

De todos modos el programa se puede bajar de
http://angelfire.com/ar/NetSphere/images/hpacardgen1.zip
 

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