Las divertidas aventuras de PEPO
PARTE 1
CAPÍTULO I
Lo recuerdo perfectamente... debía ser el año 2.000 aproximadamente... quizás más...
Las tropas de Tinos comenzaron a atacar el planeta... estos individuos llevaban desde hacía más de 5 años estudiándonos gracias a los informes que el individuo Constantino Ramos Blas estaba cediéndoles. Pese a ser un humano este ser vendió su alma al clan de los Tinos a cambio de un peine mágico que utilizó para dar descargas de electricidad estática a las ancianas que daban de comer a las palomas de su plaza con el fin de ahuyentarlas, y es que, como el siempre bien decía:
- "¡¡ESA PALOMA SERA MÍA!!".
Constantino dejó transcurrir su madurez dando descargas eléctricas a las ancianas y persiguiendo miles y miles de palomas... sin embargo, algo extraño sucedía y es que la mayoría de las palomas (el 100%) escapaban en cuanto veían a Constantino aparecer con su peine y su escopeta... despues de una acalorada discusión consigo mismo Constantino se dió cuenta de que lo que en realidad necesitaba no era un cerebro nuevo como todo el mundo sugería, sino una calabaza gigante con la cual poder disfrazarse para así poder dirigirse de manera sigilosa hasta ellas y entonces... ¡ZAS! ¡Constantino las cogería y haría lo mismo que hacía con todas las demas!.
En cualquier caso y pese a todo pronóstico lo cierto esto de la calabaza le fue bastante bien... En poco tiempo consiguió producir un 70000% más zumo de paloma (0x700=0) que sumándolo a todo el zumo de paloma que poseía hacia un total de muchos litros (0 litros). Todo esto le contentó tanto que decidió ir sin más demora a apuntarse a un concurso para idiotas que celebraban en su barrio. Constantino rapidamente se desmarcó del resto de sus oponentes mostrando una idiotez sin precedentes y una falta de capacidad intelectual asombrosa, esto, y la palabra de Constantino de presentarse voluntario para probar cosméticos y medicamentos potencialmente dañinos y peligrosos consigo mismo le permitió ganarse una estampilla que decía claramente "YO SOY EL MAS ESTÚPIDO", lo cual no estaba nada pero que nada mal.
Constantino creció feliz con aquella estampilla informando al clan de los Tinos que cada vez se encontraban con unas defensas superiores y con una tactica más elaborada. Sin embargo... De manera paralela los enemigos naturales de los Tinos, los Pepos, hicieron lo propio, aunque esta vez el individuo elegido fue un tal Iván Salmerón Segovia... este, se encontraba en un ambiente cercano al de Constantino y se dedicaba a espiar los planes de conquista del mundo que este cedía a sus superiores de una manera sutil pero eficaz... a cambio de sus servicios Iván era apremiado con galletas cubiertas de pasas y con camisetas de manga corta para que se mantuviera fresquito en los duros meses de Verano que se avecinaban.
Para satisfacer a sus superiores Iván tenía elaborado un plan consistente en lo siguiente:
Constantino tenía la mala costumbre de olvidar todo lo que le rodeaba al ver una paloma así que cada día Iván colocaba una pequeña caña de pescar con una paloma de cartón atada en uno de sus extremos en la espalda de Constantino, aprovechando entonces la confusion generada por la paloma en la inservible y pequeña mente de Constantino Iván le cambiaba sus informes por los últimos apuntes que había tomado en historia. Haciendo esto logró que los Tinos recibieran unos planes erroneos sobre las defensas humanas y de manera paralela mantuvo a los Pepos informados con los elaborados planos que Constantino elaboraba cada día.
CAPÍTULO II
El día del Pepo final (para los Tinos era el día del Tino final) se acercaba. Este día había sido certificado ante notario y se regía por las normas de la COPE.
Al cumplirse el plazo los dos bandos iniciaron su ataque. Los Tinos se llevaron una desagradable sorpresa al ver que sus catapultas y ballestas no eran viables contra los Tomahawk y los F-14. Sin embargo, sacando de tripas corazón se liaron a cabezazos contra todo lo que se interponía en su camino usando los restos de chatarra que estos al explotar dejaban para fusionarlas con sus cabezas y agrandar más aun el tamaño de estas que ya de por si eran espectacularmente grandes. Gracias a todo esto la guerra se desarrolló velozmente a favor de los Tinos y en poco tiempo el planeta Tierra quedó Tinolizado.
Por otro lado los Pepos siguieron de manera precisa las indicanciones (indicaciones musicales mucho más divertidas y amenas que las indicaciones convencionales) que Constantino había hecho en las cuales se explicaba detalladamente cuestiones como el vuelo de las palomas, el movimiento de las palomas, el sabor de los excrementos de las palomas, composición química de las palomas, y muchas cosas más que permitieron a los Pepos eliminar a toda paloma viva sobre la faz de la Tierra en un tiempo record. Esto, contentó ampliamente a los Pepos y para celebrarlo decidieron volver a su planeta para quemar sus casas y sus familias, aunque en el último momento no les pareció tan buena idea y decidieron dejarlo para más adelante, para cuando fuera realmente necesario.
Este acto (el de haber matado a las palomas, se entiende) llamo al lado oscuro de Constantino que juró venganza al bando de los Pepos pidiendo a los Tinos que le transportaran al planeta Pepo para aniquilar a los que a partir de ese mismo día serían sus enemigos mortales. Para ello le metieron en el cañon de basura espacial dedicado a tal efecto junto con su peine mágico y su calabaza gigante y en poco tiempo Constantino llegó a su destino.
Al salir del enorme agujero que había creado al impactar con su cabeza en el suelo Constantino comenzó a merodear por la zona, buscó por todas partes, debajo de las piedras, encima, a la derecha, a la izquierda, dentro, fuera, en frente... Pero nunca encontró la civilizacion PEP... Algunos aseguran que después de varios años de busqueda continuada Constantino se retiró a un monasterio Tinotano en busca de paz, sabiduría y chocolate con churros si se diera el caso.
Sin embargo esto no se sabe con seguridad... Tal vez Constantino siga ahí... Acechando en la oscuridad... Quien sabe...
En cualquier caso todo aquello es ya agua pasada y no tiene importancia...
Despues de haber demostrado su valía, Iván Salmerón Segovia tuvo el privilegio de ser transformado a la raza Pepo gracias a ancestrales técnicas que solo los Pepos conocen. Poco despues de haber sido convertido a la raza Pepo se le rebautizó bajo el nombre de Pepo y comenzó a destacar por sus inmensas habilidades.
CAPÍTULO III
En pocos meses Pepo se había ganado ya cinco cabezas de vaca con la calificación de chorizo de cantimpalo verde. La quinta cabeza se la había proporcionado su enchufe trifásico bipolar más menos menos más menos más, como recompensa a los servicios prestados en el área JF2. En ese preciso instante Pepo fue encomendado a la misión de ir al mar y vaciarlo. El objetivo de esa misión no estaba nada claro, y a Pepo le parecía aun más extraña que aquella vez en la que le mandaron contar las estrellas segun los colores que tuvieran.
Por otra parte, la ascensión del chorizo de azul a verde la logró con un gran acto de valentía salvando al mundo de cierta raza invisible que solo el podia ver y que aseguraba era realmente terrible... Nadie supo nunca si aquello era cierto no, pero por si acaso se le decidió galardonar de aquella manera.
Se acercaba el día del Santo Pepo Salvador, el día en el que los Pepos salen a la jungla en algun lugar despejado y la Pepotida (un satelite natural del planeta PEP que habia sido hacia ya años descubierto por el gran Pepín III) parece lanzarles un enorme haz de luz que les transmite una fuerza sobrehumana. Pepo casi no podia recordar el anterior día del Santo Pepo Salvador, el era por aquel entonces muy joven y aprovechó la fuerza adquirida en abrir una bolsa de patatas que se le llevaba resistiendo años. La única pega que tenía la adquisición de tan enorme manantial de fuerza radicaba en que su inteligencia (medida en el Pepométrico) se multiplicaba por 2 hasta casi adquirir LA GRAN MARCA.
Nunca nadie se había planteado realmente si el adquirir inteligencia era malo, pero intentaban pensar que no era posible que todo fueran ventajas, y como todo tiene sus pros y sus contras se decidió considerar la inteligencia el contra de la fuerza que era el pro.
Todo ser Pepo, por el simple hecho de ser Pepo se encontraba entre unos límites normales, los límites Peposométricos de la Pepez. La Pepez tiene un mínimo de 2 y un máximo de 8, no obstante, hay Pepos que nacen con una Pepez mayor y otros que la desarrollan mas adelante, pero al final ninguno de los verdaderos Pepos llega nunca a salirse de los límites Peposométricos. Se consideraba por creencia popular ya que nunca se había dado el caso en los miles de años en los que se llevaba haciendo el registro que algun Pepo llegara a la cantidad de 10 en la escala Peposométrica, así que despues de largas y tortuosas reuniones se decidió que si en algun momento se diera este caso el que hubiera podido alcanzar un nivel de 10 en la escala Peposométrica en verdad no seria un Pepo, sino un SUPERPEPO DEL SUPERESPACIO, un ser superior que mandaría y gobernaría por los siglos de los siglos al resto de la tribu.
Pepo no se hallaba en condiciones de aspirar a SuperPepo, tenía una Pepez de 3, pero en aquel momento, en la noche del Santo Pepo Salvador su Pepez se disparó increiblemente alcanzando la cota de 9'3 en la escala Peposométrica. Se encontró muy cerca de alcanzar el sueño de todo Pepo, pero siguió siendo para el solo un sueño... Y es que, como es bien sabido, salvo en contadas excepciones la pureza pepal o nivel de pepez va disminuyendo con el tiempo así que Pepo estaba destinado a pertenecer para siempre en las castas más bajas de la sociedad.
Desde los inicios de la civilización PEP, esta había sido distribuida en 10 castas o clases, entre las cuales apenas podían relacionarse, excepto en fiestas especiales u ocasiones extraordinarias.
Por una parte estaban los Burócratas, eran la capa más alta de la sociedad y gobernaban sobre el resto con total impunidad hasta la llegada del SuperPepo, llegada con la cual todas las castas desaparecerían para convertirse en simples y fieles subditos de su dominio.
Mas abajo (nivel 9) se encontraban los CabezaGorda. Dos CabezaGorda equivalen a un Burócrata, así que si en algun momento no se hayaban de acuerdo con las ordenes burócratas necesitaban del doble de CabezaGordas para contrarrestarles. A este grupo solo se podía pertenecer por herencia (se necesitaba tener la cabeza de un diámetro impresionantemente gigantesco) o mediante una inyección que provocaba el inmediato crecimiento de la cabeza, sin embargo, este método era muy poco utilizado porque entre sus contraindicaciones se hayaba ganancia de Pepez intelectual que como se explicó antes era considerada perjuducial.
Aún más abajo estaban los Phelmas. Los Phelmas nunca hablaban con nadie, vivían en las cloacas rebuscando en la basura algo con lo que alimentarse. Nadie podía explicarse porque esta clase tan repulsiva se hallaba en el puesto octavo de la escala, pero ninguno de los otros podría nunca ser un phelma porque, como solían decir, "El Phelma no se hace, Phelma se nace".
El nivel 7 estaba destinado a los Guerreros que se encargan de la protección sin condiciones del resto de la tribu contra cualquiera de sus habituales enemigos, ya sean las hordas de Tinos, los ejercitos Mariposiles o lo mismo algún resquicio de lo que antes de la Gran Guerra fuera el Estado de los Pollos Fritos. Eran en su mayoría los más fuertes de la civilizacion, solían vestían con pieles de animales y un casco con cuernos. Solo ellos conocen si los cuernos son realmente suyos o forman parte del casco. Ese secreto nunca se lo desvelarán a ninguna otra persona ajena a su clan.
Para ser Guerrero solo hacía falta seguir y completar con éxito una serie de sencillas pruebas y ser evaluado por un comité guerrero. Pepo una vez intentó su ascenso a guerrero, no consiguiendo al fin su propósito.
Debajo de los Guerreros nos encontramos con los Magos. Lejos de dedicarse a elaborar pociones mágicas que vuelvan a sus hombres inmortales, les aumenten el rango Pepal o les hacen invisibles, la mayoria de las veces los Magos se dedican unicamente a recoger y probar infinidad de hierbas silvestres. Si con ellas logran frenar algun mal, pues mejor que mejor, subirían tres puntos de honor y a lo mejor les concederían una cabeza de vaca que poner en sus vitrinas. Si no, como sucedía en la mayoria de los casos, acabarían sirviendo como condimento para la sopa. Si un Pepo de una clase inferior deseaba ser Mago tenía varias opciones, por una parte, lo primero de todo es que cualquier Pepo que desee ser Mago necesita tener un minimo de Pepez de 3'5, no obstante, con una Pepez de 3'5 suele ser bastante dificil el ascenso a Mago y se recomienda que se situe en torno al 4 o 4'25. Para tener el camino más fácil; también es recomendable la posesión de algún Oso Pumuki que pudiera facilitar la ascensión al puesto.
En la mitad del Ranking aparecen las mascotas. En su mayoria no suelen ser mascotas en el extricto sentido de la palabra, sino que a veces son Pepos con un nivel de Pepez inferior a 3. Con tal nivel de Pepez ya no se les considera Pepos y pueden actuar como mascotas haciendo compañía a cualquier Pepo que la necesite.
Los SinCabeza aparecen despues. Forman ya parte de la parte baja de la sociedad. Rara vez se les tiene en cuenta, se les suele ignorar bastante, por no decir siempre, y pueden permanecer durante horas, incluso días enteros, hablando solos sin darse cuenta.
En el tres, ya rozando la completa marginación están los CabezaRoja. No se sabe mucho de ellos. No hablan, no hacen gestos, no se comunican, viven completamente solos y nadie sabe de lo que se alimentan. Rumores decían que en los subterráneos mundos planeaban satánicas revueltas que les harían volver al poder, como en el reinado de TutPeposes cuando ellos dictaban las normas. Pero desde una época sin determinar dejaron misteriosamente de hablar y comunicarse. La única expresión que de ellos perdura es la iluminación intermitente de su cabeza cuando se hayan en peligro.
CabezaVerde es la raza Pepal que más tarde se incorporó al reinado. Formaban parte de los RenePepos, es decir, de los Pepos que en la época inmediatamente posterior al reinado de TutPeposes se renegaron intentando alzar en el poder a su gran Cabeza de calabaza que creyeron tenía derecho legítimo a reinar por poseer una cabeza con la divertida forma de una Calabaza. Cabeza de Calabaza y sus defensores CabezaVerdes fueron desterrados del reinado a las tierras oscuras del Sur, donde formaron un pequeño gobierno Calabazín dirigido por el gran Cabeza de Calabaza.
Pero las cosas no les fueron muy bien; rapidamente aparecieron problemas de descontento entre los CabezaVerdes y el gran Cabeza de Calabaza huyó a las montañas. Los CabezaVerdes, solos y desamparados, decidieron pedir clementemente que les fuera devuelta su posición social en la tribu como antes de la escisión, es decir, en el puesto mas alto de la sociedad en conjunción con los CabezaRojas. No obstante, tras un largo juicio que duraría años, se decidió admitirles en el clan, pero a cambio fueron renegados al 2º puesto en la jerarquía y los CabezaRojas, que apoyaban claramente a sus hermanos de cabeza a la 3ª.
Por último, bien hundidos en la miseria y despreciados aparece el grupo de los llamados "La Mierda". A pesar de su gran superioridad en numero no cuentan para nada, y solo viven para su propia subsistencia. Algun que otro La Mierda consigue ser galardonado con cabezas de vaca por el jurado e incluso los más hábiles pueden lograr puntos de honor. No todos ellos son considerados igual de penosos ni asquerosos. Dentro tienen otras subdivisiones visibles por el color de su chorizo de cantimpalo: Rojo - amarillo - verde - azul - marron - negro, de menor a mayor importancia. Pepo pertenecía a este grupo de descerebrados desde su nacimiento. Tenía nulas posibilidades de ascender de grupo. Ya intentó en su dia ser Mago, Guerrero e incluso CabezaGorda pero como la mayoria de La Mierda permanecería en su posición para el resto de su vida.
CAPÍTULO IV
En aquella ocasión, la expresión de Pepo mucho se asemejaba a la que tenía la primera vez que observó por primera vez el mar...
Pepo estaba sentado encima de su madre observando los restos de las chozas que habían sido destruidas en la anterior batalla contra los Tinos. A lo largo de la historia se habían repetido diversas batallas contra los Tinos, pero se podían distinguir 3 grandes batallas. Las dos primeras fueron rápidamente reprimidas por los Guerreros de la tribu, los Magos y el Druida. Los dos últimos habían preparado una poción secreta y corrosiva a base de zumo de caldo de tomate y caldo de zumo de tomate. Al entrar en contacto con los Tinos, el "Mejunje Intergaláctico" (como habían bautizado a su invento) reaccionaba con el Tino produciendo: Tino muerto, dióxido de carbono y agua. Esto sucedió en la primera de las grandes batallas contra los Tinos. Para la segunda los Tinos habían preparado una vacuna contra el Mejunje Intergaláctico, e inmunes contra las toneladas de tomate estuvieron a punto de ganar la batalla: Cuando los Tino hubieron avanzado hasta casi llegar a la aldea y habían acabado a cabezazos con cuantos guerreros encontraban a su paso, la civilización PEP se vio obligada a mandar a la lucha a los CabezaGordas, CabezaRojas y CabezaVerdes.
A pesar de que la cabeza de un Tino puede tener un diámetro 6 o 7 veces mayor que cualquier CabezaGorda, la inmensa superioridad en cuanto a número de las tropas y la divertida iluminación intermitente de las cabezas de los CabezaRojas y CabezaVerdes hicieron rápidamente inclinar la balanza de la victoria hacia su bando. Algún tiempo después la ofensiva invasora habría sido erradicada por completo. Algunos Tinos habían sido capturados, iban a ser torturados y masacrados hasta que, de una vez por todas, explicaran el secreto de su gran cabeza y, sobre todo, confesaran todo lo que supieran sobre su jefe El Gran Cabeza. Se les hicieron numerosas pruebas: Implantes de cerebro, patadas en la cabeza para anotar la dureza de la misma, lametones en la cabeza para probar su impermeabilidad, pero nada, nada funcionó y el misterio de sus enormes cabezas sigue siendo aún hoy un completo misterio; por su parte, los Tinos fueron reducidos a factores comunes y no comunes elevados al menor exponente y se entregaron como mascotas a las familias que lo solicitaron.
Pero en aquella ocasión la victoria no estaba tan clara. Había pasado muy poco tiempo desde la anterior ofensiva de las hordas de Tino. El ejército de guerreros no había sido repuesto, los CabezaGordas, CabezaRojas y CabezaVerdes se hayaban en aquel momento tratando de rehinchar sus cabezas para recuperar el diámetro de la misma, los Magos habían salido de paseo y el resto estaba demasiado aterrorizado para actuar.
Los Tinos conquistaron en poco tiempo a la civilización PEP y la anexionaron a sus anteriores conquistas en todo el continente. A los burócratas los encerraron en sus cabezas (en las que guardaban a sus prisioneros), a los CabezaGorda y CabezaVerde les deshincharon la cabeza, y además les quitaron la coloración de su cabeza dejándoles a todos de un color grisáceo, sin duda cuando trataban de averiguar el mecanismo que las hacía iluminarse intermitentemente y que tan intrigados tenía a todos los Tinos. Los guerreros desaparecieron por completo, no se sabe si algún ejército amigo del estilo de los Patos-Gatos los había rescatado. Los CabezaRoja también desaparecieron, aunque todo parecía indicar que se habían refugiado en los mismos mundos subterráneos en los que antes planeaban maqueavélicos planes para acabar con el gobierno. El resto habían sido reducidos a La Mierda, anulando todos sus poderes especiales.
CAPÍTULO V
Pepo se hayaba con la multitud, con el resto de La Mierda, en los campos de Centrifugación y sentado encima de su madre. El trabajo de La Mierda consistía simplemente en cavar inmensos agujeros buscando minas de chorizo. Las minas de chorizo eran muy abundantes por aquella zona, pero debido a la gran cantidad de gente que se encontraba cavando las principales vetas estaban ya cogidas y Pepo no pudo hacerse con ninguna. Contemplaba desde lo alto de su madre lo que quedaba del inmenso imperio PEP. Los Tino habían destruido todo cuanto había en el pueblo. Chozas, estatuas, árboles frutales, hormigueros, hormigoneras, templos... Todo ardía incesantemente y el olor a choped (material con el que el decimotercer faraón Pepón construyó todos los edificios) brotaba incesantemente de las cenizas. Donde antes había templos Pepales alzaron inmensos monumentos con la figura del Gran Cabeza. La cara del Gran Cabeza aparecía en todas partes, el suelo se tapizaba con su cara, los picos con los que debían buscar chorizo tenían la forma de la nariz del Gran Cabeza, el papel higiénico se adornaba con sonrientes Gran Cabezas, incluso Zetoplasma (el Sol del planeta Pepo) tenía la maldita cara de El Gran Cabeza, pero lo que más le fastidiaba a Pepo era la manera que tenían de comunicarse entre si los Tinos. Cuando se dirigían a los Pepo simplemente les atizaban con el látigo, pero cuando se comunicaban entre ellos eran bastante pesados; solo utilizaban las palabras "Gran" y "Cabeza" de modo que una conversación en la que tratan de explicarse el origen del universo podría sonar algo parecido a:
- Gran Cabeza, gran gran. Cabeeeza, CABEZA. Gran Cabeza ¿Gran Cabeza?.
- Gran Gran Cabeza. Gran Cabeza. Cabeza Cabeza ¡¡GRAAAAN!!.
Pepo seguía sentado encima de su madre. Trataba de acordarse de los consejos que le dió su padre cuando aún era joven.
Su padre, Papotrónico, aunque era su padre adoptivo, (no olvidemos que Pepo en sus inicios era humano) había ejercido como su verdadero padre desde que Pepo fué convertido a la raza Pepo. Era un guerrero, pero no un guerrero como los demás, era el jefe de los guerreros. La razón era que el padre de Pepo no era un Pepo normal, sino que era un Pepo mezclado con un Tino, es decir, que poseía una inmeeeensa cabeza. Por eso le admitieron en la marina: Era un agente doble, lo mismo hacía de Tino y filtraba altos secretos militares o era un fuerte guerrero Pepo o era una gran rebanada de queso. Él era lo que le dictaban sus superiores.
En aquella ocasión actuaba como un simple guerrero, de hecho el era el que iba en primera posición y fué el que se dió cuenta de la vacuna AntiMejunje Intergaláctico que se habían aplicado los Tinos. Les echó encima zumo de caldo de tomate, caldo de zumo de tomate, toneladas y toneladas. Cada vez estaban más cerca pero Papotrónico continuaba arrojando más y más tomate, incesantemente, más y más tomate. Le pareció observar en cierto momento como un Tino se agachaba a recoger el tomate del suelo y una vez lo había engullido su cabeza empezaba a crecer aún más. Pero mientras observaba esto, un cabezazo certero le hirió en un brazo y tuvo que huir rápidamente a su casa, para despedirse de su familia, pues Papotrónico sabía que con una herida de tal calibre no podría sobrevivir mucho más. Apenas pudo despedirse de Pepo, pero sus últimas palabras fueron todas dirigidas a él. Papotrónico murió pensando que perderían aquella batalla, a pesar de que los CabezaGordas, CabezaRojas y CabezaVerdes lograron salvarla en el último momento.
Pero por más que intentó concentrarse Pepo no consiguió recordar los consejos que le dio su padre sobre costura, decoración de interiores ni tan siquiera el de como regar una planta de interior mientras se está de vacaciones. Mientras pensaba en esto un guardia Tino se dirigió a él:
- ¡Eh tú!, Al Gran Cabeza no le gustan los holgazanes.
(Golpe de látigo).
- No estoy holgazaneando. Estoy trabajando duro.
- ¿Llamas trabajar a sentarte encima de tu madre?.
(Golpe de látigo).
- Esto no es mi madre, es una piedra.
- ¿Estás acaso intentando hacerme creer que eres el hijo de una piedra?.
(Golpe de látigo).
- Esta piedra no es mi madre. Es una piedra.
- Si no es tu madre ¿Por qué la piedra esta agitando los brazos intentando respirar?.
(Golpe de látigo).
- Eso es porque la piedra es mi amiga.
- ¿Por que te sientas encima de tu amiga la piedra?.
(Golpe de látigo).
- Porque es también una silla. Una silla divertida. Podría golpearla sin cesar y ella no se inmutaría. Mira... ¡¡TOMA!!, ¡¡TOMA!!, ¡¡MUERE!! ¡¡!!.
En ese momento llegó otro Tino y empezó a hablar al oído al anterior guardia Tino, que cuando acabó la conversación se volvió a dirigir a Pepo.
- A ver, tú. Me temo que vas a tener que dejar a tu madre-roca-silla-amiga aquí. El Gran Cabeza quiere verte.
(Golpe de látigo).
Pepo sabía que aquello no era bueno pero también sabía que no tenía ninguna otra opción... Tendría que acompañar a aquellos 2 Tinos hasta su jefe El Gran Cabeza...
Y así lo hizo... Sin embargo, antes de partir no quiso perder la oportunidad de poder pegar una última patada en la boca a su madre-roca-silla-amiga, y así lo hizo... Instantes después partió no sin antes haber sido esposado con dos longanizas por los Tinos...
Por el camino Pepo fue observando con una mirada desalentadora al resto de Pepo mientras estos le respondían con una expresión de tristeza... Todos sabían que nadie que hubiera ido a hablar con El Gran Cabeza alguna vez en su vida había vuelto... Incluso Pepo lo sabía...
Al cabo de un rato Pepo llegó acompañado de los Tinos hasta el hogar de El Gran Cabeza... El lugar era realmente aterrador... Cientos de cabezas de Pepo adornaban la estancia que poseía un enorme hedor a carne podrida... Los guardias dejaron a Pepo bajo una gran fuente de luz y se fueron sigilosamente hasta la salida sin mediar palabra ni gesto...
El haz de luz que a Pepo le llegaba únicamente le permitió ver una compuerta abriéndose de la cual salió una silueta muy desproporcionada... Debía tener una cabeza 15 veces superior a la de cualquier Tino... Era algo realmente espectacular.
En ese momento a Pepo se le paso la vida por delante en un par de segundos... Intentaba recordar la cara de su padre y sus enseñanzas... Pero no tuvo éxito... Pepo moriría sin poder recordar a su querido padre...
De pronto El Gran Cabeza habló...
Tenía una voz realmente terrorífica... La sangre se le heló y el corazón se le aceleró. Sudores fríos recorrían su abultada frente llegándole a la barbilla y precipitándose hacia el vacio...
- PEPO, ¿ASÍ TE LLAMAS VERDAD?.
- Si.
- AQUÍ TE LLAMAMOS DE OTRA MANERA ¿SABES CÚAL?.
- No.
- EL... ¡RENEGADO!.
Se hizo un silencio que puso más nervioso aún a Pepo.
- LLEVO OBSERVANDO TU PASADO DESDE HACE TIEMPO. SE TODO SOBRE TÍ... SE QUIEN FUÉ TU PADRE. UN GRAN GUERRERO. Y SE QUE TÚ TAMBIÉN PODRÍAS SERLO...
QUIERO QUE SEAS UNO DE LOS MÍOS. PERO NO UNO MÁS. QUIERO QUE SEAS PARTE DE MI PROPIO YO.
- Pero...
- LA PROFECÍA LO DICE...
- ¿Ah si? ¿Qué decía?.
- DECÍA... EL HIJO DE SU PADRE SERÁ EL ENVIADO. EL MENSAJE ESTÁ MUY CLARO.
- Ahhhh... Pero... Lo mismo podría ser cualquier otro ¿No?.
- HMMMM... NO, HOMBRE, NO, TIENES QUE SER TÚ EL ENVIADO...
- No lo entiendo. ¿Por qué yo?.
- LO DICE LA OTRA PROFECÍA.
- ¿La otra?.
- SI HOMBRE, LA OTRA.
- ¿Por qué hay 2 profecías? No lo entiendo.
- ¡COÑO! ¡QUE SI!, ¡QUE ERES TÚ!, ¡QUE LO DECÍA LA PROFECÍA!.
- Siendo así... Aún con eso no entiendo que quieres decir con eso de que quieras que sea parte de tu propio yo...
- Es algo muy sencillo... Como bien sabes todos me conocen como El Gran Cabeza. Me alaban y adoran por el descomunal tamaño de mi cabeza... Sin embargo... Poseo informaciones que apuntan a la existencia de un ser aún más cabezón que yo en el incombustible reinado de la comida grasienta.
Este ser se hace llamar El Gran Pollo Frito Cabezón, el tamaño de su cabeza es tan solo un 10% mayor a la mía, sin embargo no puedo arriesgarme a perder el aprecio de mis subditos por esta cuestión. Es por ello que requiero hacer crecer mi cabeza un poco más... Quiza un 15% sería suficiente...
- Sigo sin entender que pinto yo aquí...
- Es simple... La única manera de hacer crecer nuestras cabezas es a través de fusiones entre Tinos... Mantienen el tamaño de sus extremidades pero suman el volumen de sus cabezas... Este es nuestro auténtico secreto. Sin embargo... Hay un límite... Yo soy ese límite... Mi cabeza no puede crecer más... O al menos no por ese procedimiento...
- ¿Sin embargo?.
- Sin embargo existe otro método... Después de multiples estudios ya sabemos que necesitamos... Necesitamos material Pepogenético fusionado con material Tinogenético en la proporción de 3/4 la primera y 1/4 de la segunda... Tu eres el único ser que mantiene esas cualidades... Como bien sabes tu padre no era un Pepo común, sino un Petino, es decir, un individuo proveniente de la unión de un gameto Pepo y otro Tino... Pues bien... Después de esto tu padre se relacionó con tu madre, es decir, un Pepo... Dando así lo que llamamos un Mini Tino Apepado... Posees el tamaño de cabeza de un Pepo común pero posees poderes conferidos unicamente a la raza Tino como por ejemplo la conversión de Tortugas de peluche a ositos de gominola... Además tu organismo permite la utilización de Pepo-Trucos. Puedes usar libros para volar, puedes esconderte detrás de tu dedo indice y puedes pasarte horas haciendo fondos sin cansarte. Además tu organismo no requiere golpearte la cabeza repetidamente contra la pared para dormirte lo cual te confiere una mayor capacidad intelectual...
- Hay algo que no me queda claro... ¿Qué saco yo con todo esto?.
- Hmmmm... Claro... TUUUU TEENDRÁÁS TOOOODOOOO CUANTO QUIEEEERAS...
- ¿SI?.
- ¡NO!, ¡GUARDIAS! ¡ENCIERRENLO!.
De pronto varias compuertas se abrieron y comenzaron a salir Tinos por todas partes, Pepo se resistió cuanto pudo. Intentó imitar a Leticia Sabater pero los Tino conocían las técnicas de defensa de los Pepo y habían sido entrenados muy duramente contra tan ancestral técnica, también probó con el juego de la cuchara-cuchillo, con el corro de la patata, la gallina turulata, la silla voladora, la reptante y la rodante, pero nada funcionó... Finalmente Pepo fué atrapado y encarcelado en una oscura y húmeda celda...
Permaneció inmóvil en la cama de la celda durante horas, luego comprendió que debía hacer ejercicio para mantenerse en forma, y así lo hizo. Empezó a hacer fondos de brazos, uno tras otro, y cual fue su sorpresa al ver que no le cansaba... Continúo haciendo fondos de brazos durante horas, hasta que oyó a unos Tino hablando entre ellos en la habitación de al lado. Las voces de los Tino se venían oyendo desde el momento en que entró en la celda, pero lo que le extrañó de esta es que utilizaban palabras normales, en vez de su código en clave con las palabras "Gran" y "Cabeza". Cogió el vaso en el que tenía un líquido que le haría parecer que estaba muerto durante horas, para a continuación poder escapar en el momento de su entierro, lo tiró al suelo y puso el vaso en la pared para oir la conversación:
- Te digo que deberíamos coger a los Pepos, meterles fuego, y después comérnoslos.
- ¡NO! Mejor nos los comemos y después los prendemos fuego.
- ¿Estáis locos? ¡¡¿NO HABEIS OÍDO LAS ÓRDENES DEL GRAN CABEZA?!!.
- Hombre... Si... pero nos parece un plan demasiado ambicioso... Si el Gran Longaniza se entera del ambicioso plan del Gran Cabeza no creo que nada bueno vaya a suceder. Lo mismo le baja el grosor de la cabeza o lo mismo se la elimina por completo.
- ¡¡OS RECUERDO QUE EL GRAN CABEZA MANDA SOBRE VOSOTROS!! Y no os preocupeis por lo que El Gran Longaniza pueda hacerle a El Gran Cabeza. Cuando consiga tener la cabeza tan grande como las estrellas, ¡¡No habrá ninguna longaniza capaz de derrotarle!! ¡¡¡NI SIQUIERA EL GRAN POLLO FRITO CABEZÓN!!!.
- ¿Y que teníamos que hacer con el prisionero Pepo?.
En ese momento un cuervo entró por la ventana y empezó a picarle en los ojos a Pepo, así que este cogió la llave de la celda que el guardia había dejado dentro por olvido y la arrojó contra el cuervo, abriéndolo en canal. Continuó escuchando:
- ¿No es demasiado cruel?.
- Son órdenes de El Gran Cabeza, limítate a cumplirlas.
- ¿Y con respecto a los otros Pepo del campo de centrifugación? ¿En que quedamos al final?.
- Ya os lo he dicho antes, tenéis que mezclarlos con Tino hasta hayar la proporción de 3/4 de Pepo y 1/4 de Tino. Luego, mediante consecutivas fusiones con El Gran Cabeza y los Mini Tino Apepados ¡¡¡CONSEGUIRA TENER LA CABEZA TAN GRANDE COMO LAS ESTRELLAS!!! ¡¡¡¡¡JA JA JA!!!!!.
- Está bien. Empezaremos a hacer las selecciones esta misma tarde. Adios.
Por fín Pepo lo entendía todo, así que lo que El Gran Cabeza buscaba desde el principio no era otra cosa sino aumentar el tamaño de su cabeza a costa de toda una civilización, ¡¡Asi que ni siquiera le interesaba el chorizo que extraían de las minas, sino que solo les hacían cavar para mantenerles ocupados!! Esto enfureció muchísimo a Pepo. Cogió el bazoka que alguien había dejado en la celda y se lo comió, la ganzúa la partió en mil pedazos, la lima la utilizó para reparar los barrotes de la ventana que estaban arrancados, a su compañero de celda, y de cuya presencia no se había percatado hasta entonces, lo partió en dos de una patada y después se lo comio, se comió la cama, la mesita, el báter... Todo... Pero se dio cuenta de que nada de esto le estaba sirviendo para sentirse mejor ni tampoco ayudaría a evitar la catástrofe, y se enfureció aún más. Sus ojos se volvieron rojos, las venas de su cuerpo se hincharon, y algunas explotaron y empezó a brotar sangre de ellas, sus brazos crecieron y se volvieron más musculosos, tremendas garras se le desarrollaron, su cabeza disminuyó en volumen, pero mantuvo su masa y su cara adquirió una expresión de odio aterradora.
Pepo soltó un alarido de ultratumba que se oyó hasta en el lejano reinado de la comida grasienta. Retumbaron todas las paredes e incluso algunas parecía que se iban a derrumbar. Entonces Pepo, de un zarpazo, se arrancó las mangas de la camiseta.
CAPÍTULO VI
Pepo sintió que tenía una fuerza superior; de un zarpazo echó abajo la puerta de la celda. Empezó a sonar la alarma de fuga. Un guardía armado con un melón empezó a dispararle las pepitas, pero la explosión de estas parecía no molestar ni lo más mínimo a Pepo, que continuó caminando por los pasillos de la cárcel hacia el guardia. Siguió disparándole todas las pepitas del melón hasta que se le acabaron y le tuvo que lanzar el melón como última medida. Tampoco surgió efecto y Pepo derribó al guardia de un zarpazo comiendoselo instantes despues.
Otros dos guardias Tino acudieron a la alarma de fuga. Uno de ellos le estaba tirando naranjas a Pepo a la cabeza y el segundo le disparaba remolachas ácidas, pero la gran fuerza que Pepo había adquirido al quitarse las mangas de la camiseta hizo que tanto las naranjas como las remolachas salieran rebotadas al chocar contra él.
De un solo zarpazo Pepo acabó con los dos y se los comió. Avanzaba hacía la salida tratando de acordarse del camino por el que le trajeron. De repente, de dos puertas, una delante y otra detras suya aparecieron cuatro Guardias Tino Reales, osea, con la cabeza más grande que los Guardias Tino, y por lo tanto más fuertes, que empezaron a reir:
- ¡¡JA JA JA!!, ¡¡PEPO!!, ¡¡ESTÁS RODEADO!!, ¡¡¡RÍNDETE!!! ¡¡¡HEMOS CONSEGUIDO EL APOYO DEL REINO DE LOS POLLOS FRITOS!!!, ¡¡PRONTO LLEGARAN MILLONES DE POLLOS CABEZONES!!, ¡NO TIENES NADA QUE HACER!.
- ¡¡¡NUNCA!!!
- DISPARADLE, ¡¡¡QUE NO ESCAPE!!!
Los Guardias Tino Reales comenzaron entonces a lanzar cabezazos contra Pepo. Cada cabezazo que daban provocaba un pequeño terremoto en todo el reino PEP, las paredes fueron cayendo unas tras otras y Pepo recibió cuatro certeros y muy duros cabezazos que le dejaron el brazo derecho inservible.
- ¡¡¡CABRONES!!! - Gritó Pepo con todas sus fuerzas, y se arrancó un poco más el resto de mangas que aún tenía... La inmensa fuerza que esto le proporcionó era asombrosa.
Con un rápido movimiento atravesó una cabeza que se disponía a golpearle y la lanzó contra dos de los Guardias Tino Reales que se disponían a volver a lanzar sus cabezas contra el, ocurriendo entonces una gran explosión que mató al cuarto de un infarto.
- PEPO, YA ESTÁ BIEN. YA TE HAS DIVERTIDO SUFICIENTE POR HOY. AHORA RÍNDETE. ESTÁS RODEADO.
Pepo no creía realmente que estuviera rodeado, pero cuando volvió la vista vió a los 500 o tal vez más Grandes Pollos Fritos Reales Dorados acercándose.
Pepo estaba realmente rodeado... Y tambien estaba perdido...
- YA ESTÁ BIEN. ESTE INDIVIDUO ES MUY PELIGROSO. ¡MATÁDLE!.
Las hordas de Grandes Pollos Fritos Reales Dorados comenzaron a correr hacia Pepo de manera amenazante.
En aquel momento Pepo supo que nada podría salvarle... No sobreviviría... Su vida paso de nuevo por delante de sus ojos. Se recordó a si mismo... Con su padre... Recordaba las divertidas tardes que Pepo pasaba con su padre recolectando chorizos por el campo para hacer mermelada...
De los ojos de Pepo comenzaron a brotar lagrimas de colera y odio hacia los Tinos y sus aliados... Ellos... Le mataron... Ellos le quitaron su posesión más preciada... Su... PADRE...
Pepo dejó manifestar su ira libremente... Los músculos le crecieron aún más de una manera realmente espectacular. Los gritos de dolor de Pepo llenaban la atmósfera y hacían temblar el suelo...
Justo entonces la camiseta de Pepo se desgarró totalmente cayendo al suelo echa pedazos. La tierra se resquebrajó; los ríos cambiaron sus cursos; surgieron terremotos... El cuerpo de Pepo estaba mutando nuevamente... Las garras y sus inmensos músculos comenzaron a remitir... Sus ojos rojizos y su cara de odio comenzó a transformarse en un gracil y juvenil rostro irradiante de felicidad... Su cabeza y su cuerpo disminuyeron de tamaño y se hizo algo más pequeño de lo que siempre había sido... Unas pequeñas alas le surgieron de la espalda y Pepo comprendió que pese a su inmenso poder no haría frente a la gran cantidad de enemigos que en el horizonte divisaba... Pepo por fin se había convertido en un SuperPepo, la sabiduría inundó su mente, no comprendía porque debería matar a sus enemigos... Al fin y al cabo ellos eran solo siervos... Siervos del Gran Cabeza... Ni siquiera este último merecía morir... Nada de lo que pudiera hacer le devolvería a su padre... Pepo simplemente alzó el vuelo como una mariposa y lanzó una mirada de melancolía a los Tinos y a los Pollos Fritos que se encontraban totalmente quietos y admirando la luz que Pepo irradiaba... Allí se quedaron todos durante horas... Observando y escuchando... Los Pollos Fritos comenzaron a llorar... Se avergonzaban de su actuación. Con la cabeza cavizbaja comenzaron a recorrer el camino de vuelta hasta su reinado... Los Tino se sentían avergonzados por haber intentado matar de una manera tan horriblemente cruel y cobarde a tan gracil y hermoso ser... Avergonzados no se atrevían ni siquiera a mirarse los unos a los otros... Simplemente callaban y pensaban... Algunos decidieron irse a las altas montañas a meditar... Otros decidieron deshinchar sus cabezas para poder irse al campo a cultivar choped y así poder restaurar el devastado imperio de los Pepo mientras se arrepentían de todo el mal que habían hecho en su vida... Poco más se habló de aquel acontecimiento...
Pepo se retiró en busca de paz a las llanuras del salchichón... Allí creó a base de toneladas y toneladas de salchichón un nuevo imperio hecho para todos aquellos que quisieran disfrutarlo... Rapidamente su imperio fué creciendo y creciendo con los habitantes de todos los estados colindantes y no colindantes...
CONTINUARA....
Ivan Ramirez - ivanr@arrakis.es
Ivan Salmeron - davivan@mad.servicom.es