Esta es una historia sencilla. De un personaje sencillo como tu y como yo. De alguien que nunca habia tenido problemas con la sociedad. Que no era un delincuente. Pero de repente, algo ocurrio en su vida...

Nota: Como es un poco largo, te lo imprimes y te lo lees de traqui en tu casa. No gastes telefono asi a lo tonto, que esta mu caro.

Las Gardenias no florecen en Agosto. A jistori in cachos
 

    Manuel Fernadez Mata salio aquel dia del colegio ensimismado en sus profundos pensamientos psicologicos acerca de su yo interno. Se preguntaba cosas tan transcendeltales para su vida de adulto sano y feliz como ¿Quién coño soy? ¿De que planeta vengo? ¿A que universo paralelo o de antimateria ire a parar cuando me alcance la muerte?. Vamos, unas preguntas apropiadas para la edad de 11 años de Manolillo. Por que todos lo llamaban Manolillo. Excepto su amigito Perico Perez que lo llamaba "Nº 2". Y es que Perico estaba mu flipao con Tarantino y el cine de tiros.

    A Manolillo no le dejaban ver pelis de tiros. Su mama creia que el se volveria violento si veia este cine, pero a Manolillo la opinion de su madre le sudaba los cojones. Por que en casa de Perico veian to las pelis que le salian de los huevos... hasta esas con el ridiculo rótulo de "Recomendadas para menores de 18 años" ¿Por qué malgastaban tinta en eso? ¿Por qué salieran cuatro tios con las tripas y los intestinos arrastrando por el suelo? Cuando Manolillo lo comparaba con la vida real, las peliculas casi le parecian de risa. Por que, a fin de cuentas, a Manolillo los intestinos le recordaban a los spaghetti con salsa bolognesa que preparaba su aguelita. Y siempre le gustaron los spaghetti a la bolognesa.

    Ademas, en su cole habia mas violencia que en las peliculas. Y esta era de verdad, con dolor intenso producido por los golpes reiterativos de los estupidos de 8º. Por que Manolillo odiaba a esa ingente cantidad de descerebrados abusones que poblaban las aulas del piso superior. Le venian siempre pavoneandose de que le sacaban 3 o 4 años y recordandole, la mayor parte de las veces pateandole las espinillas, que el era mas pequeño.

    Despues de la mini-paliza, Manolillo buscaba a otro niño dos años o tres mas pequeño y, a su vez le pegaba una pequeña paliza. Aquello ayudaba a relajarse y a encontrar la paz interior que el buscaba despues de la tension producida por los mayores. Aquel pobre infeliz pequeñajo probablemente pegase a su perro para desfogarse, pero eso era algo que a Manolillo le importaba un carajo. Aquel era su mundo, un pequeño mundo de realidad alejado del tomate ketchup que ensuciaba vistosamente la pantalla del televisor de su amigo Perico, pero por otra parte, aun mas violento.

    Aun no entendia las chorradas que le contaba su madre sobre la violencia. ¿Qué sentido tenia? La vida era invariablemente peor. Mirase a donde mirase, las personas mayores siempre estaban discutiendo por cosas que el veia muy tontas: "Este cacho de tierra es mio", "No, es mio", "Que te pego...", "Pos yo te tiro un tomajauk y te mando a tomar por culo" ¿Por qué no partian el cacho tierra a partes iguales y asi no morian personas inocentes? Probablemente no se les habia ocurrido.
 
 

    Asi que una tarde, Manolillo se encamino decidido hacia la casa de su colega Perico, dispuesto para contemplar otra bonita sesion de ultraviolencia. Pero algo, o mejor dicho, algos se cruzaron en su camino. Eran tres tontos de 8º. Su descripcion se podria hacer con la de uno solo, puesto que las diferencias en cuando a vestimenta o capacidad cerebral eran bastante nimias. Llevaban unas botas imitacion a las conocidas "Salomé", unos pantalones bastante ajustados, un polo azul con banderita de España (¿estupida expresion de autoafirmacion de su nacionalidad?) en el cuello y el pelo cortado a coronita, aunque Manolillo preferia llamarlo a cenicero, puesto que lo que contenian aquellas cabezas estaba muy lejos de esa masa esparcida que veia en la tele de Perico y que los medicos denominan "masa encefalica". Mas bien contenian basura e ideas con el mismo valor que pudiese tener el contenido de un cenicero.
 

    Diez minutos despues Manolillo salia de la callejuela donde estaban aquellos gorilas, con las ropas descolocadas, un pequeño moraton y varios arañazos por la cara.

    Le habian vuelto a currar.

    Manolillo queria ser un tio duro, como Clint Eastwood en "Harry el Sucio", aquella peli que habia visto tres veces en casa de Perico. Por eso Manolillo no lloraba. Aceptó la paliza con resignación, y continuo su camino. Hoy iban a ver Holocausto Canibal por decimocuarta vez y la idea se presentaba apetitosa para su joven mente.
 

    Cuando Perico abrio la puerta y se encontro alli fuera a su amigo, solo dijo: -Vaya, otra vez te los has encontrao, ¿eh?... Anda pasa, que te voy a enseñar algo.-

    Manolillo paso a casa de su colega y le siguió hasta su cuarto. Cerraron la puerta.

    -Mira lo que he conseguido, tio- dijo en voz baja a Manolillo, mientras extraia una caja de madera del armario. Se la paso a manolillo. -Abrela- dijo.

    Manolillo la abrió con una especie de indiferencia, pero al comenzar a abrirla sintio un escalofrio. Alli estaba lo que el siempre habia querido. Un revolver Colt 38 de cañon corto. Con su tambor de seis balas, y una caja de cartón con municiones.

    -Es de mi viejo- dijo Perico. -Se la he trincao del cajon de su mesa, pero la tengo que devolver por que la lleva cuando va a trabajar.

    Manolillo sabia que el padre de Perico curraba principalmente por la noche. Vendia una especie de polvo blanco a algunas prsonas que acudian por la noche, o tambien se iban con un maletin con mucho dinero para traer mas polvo blanco dese. A Manolillo le habia dicho su colega Perico que luego su viejo lo vendia por pequeñas partes a 8.000 pelas cada una. Manolillo no sabia como alguien podia dejarse 8.000 pelas en un poco de ese polvo. Si el tuviera 8.000 pelas se podria comprar Tu madre se ha comido a mi perro, Holocausto Canibal, Depredador 2 y a lo mejor Evildead. No se lo gastaria en esa mierda, que parecia como el azucar de los bollos.

    Bueno, pues cuando Manolillo vio aquella pistola, un plan empezo a fraguarse en su interior. Si, algo malevolo habia en aquella sonrisa infantil mientras sostenia la pistola. Nadie volveria a pegarle nunca mas.
 
 

    To Be continuid...
 
 

    Tres años mas tarde, Manolillo iba al instituto. Este era su primer año alli, y algunos pesimos recuierdo volvieron a aflorar al volver a sentirse de los mas pequeños del lugar. Los cabezas cuadradas de Bachillerato eran los peores. Sobre todo los de Ciencias, por que eran los mas prepotentes. Tambien odiaba a los profesores, pateticas criaturas cuyo unico fin en su misera existencia parecia ser el de traicionar a los alumnos. Seguian una peculiar tactica, digna del mejor de los comandos infiltrados. Primero se hacian pasar por tus amigos del alma, te regalaban los oidos com palabras acerca de que ibas a aprobar sin problemas y al final te apuñalaban por la espalda y te ponian un cate. Manolillo estaba un poco hasta los cojones de la hipocresia de la gente. ¿Por qué eran asi? No habia razon logica para su comportamiento.

    Manolillo ya estaba bastante jarto de que la gente lo llamara asi. A el le hubiera gustado mas un nombre como John, o Jörg, o Grog. Algo con "punch", algo que no lo convirtiese en una ovejilla mas del rebaño. Pero era una tortura impuesta por sus padres de la que jamas, a lo largo de toda su existencia no podria escapar. Tendria que convivir in perpetuum con aquel triste nombre, que era igual que el de 1.000.000 de individuos mas.
 

    Asi que, Manolillo era como un pozo sin fondo, y detrás de aquella cara regordeta con gafas de culo de vaso y aspecto de Steve Urkel, se escondia un oscuro lugar de odio y amargura hacia el resto de lo mortales.

    Desde el dia en que Manolillo vio la pistola en casa de su amigo Perico, hacía ya tres años, habia decidido comprar una. Y cuando tuvo una, pronto quiso otra. Y luego un fusil y luego... Asi que Manolillo habia conseguido tener un pequeño arsenal de armas en su casa, ocultas y desmontadas para que sus padres no las pudiesen localizar. Incluso habian logrado (por que su amigo Perico se habia unido a su labor recolectora) conseguir explosivos plasticos y granadas. Su arsenal era lo suficientemente grande como para rivalizar, si no superar (al menos en calidad) a los de algun pequeño pais tercermundista africano.
 

    Un dia, un pequeño grupo de individuos de Bachillerato comenzo a molestarlos. Por supuesto, les amenazaron y les dieron una pequeña palizilla, pa que fuesen aprendiendo que ellos eran los reyes del instituto. El cabecilla de la banda era un tio que habia estado repitiendo por mas años de los que podia recordar su pequeña mente, si bien esta carencia estaba sobradamente superada por una abundancia muscular fruto de intensas horas de estudio en el gimnasio.

    Poco a poco, las palizas fueron aumentando en cantidad, y sobre todo en calidad, ya que estos maniacos matones de instituto parece que iban aprendiendo con una inusitada rapidez semana tras semana, mes tras mes cuales eran los lugares mas dolorosos para golpearles. Hasta que Manolillo y Perico dijeron ¡¡Basta ya!!.
 
 
 
 

    El Plan era el siguiente, a las 10:00 hrs iria a casa de Perico, a recoger los materiales mas apropiados para la increible accion que iban a llevar a cabo. Despues, a las 10:15 hrs, irian a casa de Manolillo, y aprovecando que no habia nadie en casa, montarian todas las cosas, añadiendo mas material de la cosecha de Manolo. Despues, se pertrecharian de los ropajes mas adecuados para completar su mision con éxito.
 
 

    Dicho y hecho. Habian decidido que su pequeña fiesta particular seria amenizada por los siguentes elementos comunes: Dos fusiles de asalto M-16 A01 semiautomaticos con mira laser, dos escopetas Smith & Wessons calibre 45 con cañones recortados, 6 granadas de mano, un cuchillo de combate y algunos botes de gases lacrimogenos. Asi mismo, habian preparado en el cuarto de los jardineros dos simpaticas motosierras McCullogh, con los tanques de gasolina llenos y a punto.
 
 

    Llegaron al Instituto a la hora exacta, las 11:15 ya que el resto de instituto saldria al recreo a las 11:30. Pero este seria un recreo distinto. Seria el recreo de Manolillo y Perico, los carniceros de Orcasitas.
 
 

    Tuvieron la precaucion de cerrar la puerta, y aprovechando que el conserje no estaba decidieron coger la llave y cerrar la puerta. Una vez echada la llave, la partieron de un patadon. Se encaminaron hacia el piso superior del instituto, teniendo cuidado de que nadie los descubriese. Algo dificil, por que los profesores de guardia estarian en el bar tomandose un chupito y el resto estaria en clase.

    Por una ventana del pasillo superior, y usando un radiador como apoyo, se encaramaron al tejado. El dia era soleado. Los pajarillos cantaban en los arboles desfoliados por la lluvia y el aire contaminados. Caminaron sigilosamente por el techo, hasta llegar al borde que daba al patio interior. Prepararon las armas y se sentaron a esperar.
 
 

    ¡¡¡¡Trrrriiiiiiiiinnnnnnnggg!!!!
 
 

    Sono el timbre. Manolillo y perico cogieron los M-16 y se prepararon. Pronto todos aquellos cerdos estarian a tiro.
 
 

    Comenzaron a salir estudiantes, corriendo, sin saber a lo que se exponian, y comenzaron los tiros. A los 5 primeros los derribaron nada mas salir, y uno que quedo en el suelo moribundo, fue tiroteado ante la mirada fija del siguente grupo de individuos. El chaval quedo en el suelo y los siguientes hicieron todo lo posible por contener a la masa que pugnaba por salir al patio detrás, sin saber lo que les ocurriria. Pero la barrera se hizo añicos, y los adolescentes comenzaron a inundar el patio, mientras los tiros les llovian desde el tejado, lugar en el que se oian unas risas enfermizas. Los escolares caian al ritmo que imponian las balas, sin hacer distincion de sexo o edad.

    Manolillo y Perico pugnaban por acertar en la cabeza a sus ciegas victimas, y cuando lo conseguian y veian su contenido volar y caer al suelo, les provocaba risas. Aquello era como sus peliculas preferidas, solo que ellos eran los protagonistas. De repente vieron salir a un profesor desconocido, que miro hacia arriba, donde estaban ellos. Se veia el miedo en su cara. Manolillo disparo, y le acerto en el estomago. El profesor cayo de rodillas, pero seguia mirandolos. Perico le acerto en un ojo, y la cabeza explotó por la parte de detrás.

    Este momento fue aprovechado por Manolillo para tirar una granada a un grupo de unos 20, que trataban de huir por la parte mas alejada del patio, con tan mala suerte que la granada cayo a un metro de los ultimos, explotando y arrancandoles las piernas. El grupo cayo al suelo en confusion, y uno de los que iban atrás, hizo algo ocurrente: cogio una de sus piernas y la sostuvo, mientras la miraba con una mezcla de dolor odio y asco. Otro de los componentes del grupo vomito parte de sus tripas encima de este ultimo. Manolillo solto una carcajada y les lanzo otra granada, que acerto en la cabeza al que sostenia la pierna, dejandole con un careto bastante estupido mientras contemplaba estupefacto el oscuro objeto de destruccion. Estallo y lo que antes era gente se convirtio en miembros y visceras esparcidos por la arena.

    Perico le felicito por su gran tiro, comentandole que haba agotado su municion. A Manolillo no le quedaban mas de 15 balas, asi que tiro el M-16 al patio, procurando dar a alguno de los que habia quedado herido. "asi se mueran" pensó.
 

    En los pasillos se oian gritos desesperados, algunos de dolor. Manolillo Y Perico sacaron sus Smith & Wesson y se encaminaron a la 2ª Planta. Nada mas abrir la puerta de las escaleras contemplaron un grupo de chicas que lloraban en un rincon. Pero pronto dejaron de llorar, por que con 160 perdigones de plomo insertados dentro del cerebro, es dificil chillar. Mas que nada por que duele. O estas muerto. Manolillo comenzaba a enfadarse, por que algunas de aquellas zorras no habian muerto bien, y al rajarles el cuello le habian ensuciado su traje, de imitacion a los que salian en las pelis de Tarantino, que a el le gustaban tanto.
 

    Bajaron las escaleras, donde se apiñaban una multitud de escolares, llorosos y doloridos. Perico les lanzo una granada al tiempo que gritaba "Soy vuestra peor pesadilla, ¡¡¡ja ja ja ja!!!" en un alarde de imaginacion cinematografica.

    La bomba cayo mas o menos en el centro de una masa de personas que pugnaban por huir de la inminente detonacion. Aunque cuando huian se encontraban con las recortadas de Perico y Manolillo, que disparaban y cargaban con toda la velocidad que podian. Al explotar la granada, se formo otro pequeño monton de entrañas y miembros despedazados. Que risa, ¿no?
 

    Los supervivientes a este ataque corrieron pasillo abajo, en direccion a direccion y secretaria. Manolillo penso en ir a por la motosierra que tanto les gustaba en sus pelis favoritas, y como el cuarto del jardinero les pillaba casi de paso, decidieron ir.
 

    Despues de recoger aquellos artefactos pintados de color naranja, pensaron en dar una sorpresa a los profes, aquellos individuos que tan mal les caian. Cuando llegaron a la puerta, esta estaba cerrada, pero ellos llamaron con educacion, por que se oia ruido de llantos en el interior. Nadie venia a abrir, y si habia algo en el mundo que jodiera a Perico, era esperar. Asi que arranco el motor de su motosierra, y ataco a la puerta. Casi al mismo tiempo comenzo un chillido histerico, similar al que Manolillo veia en las fans de los Backstreet Boys (cuanto le hubiera gustado a Manolillo que los BSB estuviesen alli, hubieran caido los primeros) cuando salian por la tele. Este chillido le parecio sublime, sabiendo que iba dirigido a el y su amigo.

    Manollillo permanecio parado alli unos instantes, pensativo, mientras Perico irrumpia en el interior. Entonces entro, y sin pensarselo dos veces fue a por el que estaba mas cerca. Resulto ser el profe de Quimica, al que Manolillo tenia bastante asco, mas que nada, por que explicaba unas cosas con poco sentido, y menos utilidad practica. Asi que decidio hacerle sufrir.

    Con un rapido movimiento, le rajo la tripa, y sus intestinos cayeron parcialmente al suelo. El hombre cayo de rodillas gritando y intentando freneticamente poner aquellas cosas viscosas de regreso dentro de si. Intento inutil, considerando que el siguiente movimiento de Manolillo fue cortarle un brazo.

  Decidio pasar al siguiente grupo, donde para sorpresa suya se encortraba aquel simpatico fortachon que le propinaba palizas, llorando y pidiendo clemencia. Manolillo colocó la hoja de la motosierra en la entrepierna del asustado chavalote mientras decia "Hoy no estudia de suerte, gilipollas"

    Inició un movimiento ascendente, y el fortachon empezo a chillar. Y es que hay que tener mucha sangre fria para ver como una motosierra te pulveriza los cojones y no chillar. Aun asi, cuando la hoja de la motosierra le llego a las costillas, ya no chilló, si no que cayo lentamente al suelo.
 
 

A por el siguiente.

....

........
 
 

15:00 hrs.
Telediario, Avance Especial.

"Atencion, ultimas noticias: Al parecer, en la mañana de hoy, dos jovenes del barrio madrileño de Orcasitas, Manuel P.M. y Pedro C. S., entraban en su instituto y comenzaban una masacre que culminaba 30 minutos despues con la muerte a tiros de los jovenes asesinos. El balance provisional de victimas es de 142 muertos y casi 250 heridos de diversa consideracion entre los estudiantes y, ademas 7 agentes de policia muertos y otros 12 heridos. Se ignoran las causas del suceso, aunque seguiremos informando en proximas ediciones. Esta noticia reabre el tema de la violencia en las aulas y la tenencia ilicita de armas por parte de menores.
  Bauer 1dP. Mandame un E-Mail.


N. del A: Bueno, esta historia podia ser mucho mas larga, pero creo que con lo que llevo escrito sera suficiente pa que os entretengais un ratillo. Espero que no os haya sido mu pesao. La moraleja del asunto es: ¿quien es mas capullo? ¿Los capullos de los protagonistas? ¿Los imbeciles abusones? ¿O yo po ercribir esto, que nadie va a leer? Tu mismo debes responder a este dilema. Lo siento chaval, no me pagan pa que piense por ti.